sábado, 27 de agosto de 2022

Vila-Matas en Montevideo

(Al filo de los días). Con de la etapa de La Vuelta de fondo, leo la entrevista que en Babelia le hacen a Vila-Matas en relación con el inminente lanzamiento de su nueva obra, Montevideo. Del máximo interés, todo. Siempre suenan a revelaciones recién conquistadas las palabras de don Enrique y, como suele, desliza tantas pistas potables entre ellas que a uno se le pone el olfato canino a tope y empieza a fantasear, sin salir de la realidad, que ya es por sí sola el gran misterio. He dejado la entrevista plagada de subrayados mentales —en palabras como trasplante, desaparición, puerta condenada, Borges contra Sancho, Bioy y Cortázar, los fantasmas verbales que no cesan de perseguir al escritor, la inconveniencia de las explicaciones …—, también bajo alguna curiosa construcción sintáctica claramente errónea —“como si no le hacía gracia”— y seguramente los acabaré resaltando de facto y hasta copiando en mi cuaderno. Tengo comprobado que las lecciones de uno de los escritores más estimulantes del presente continuamente en fuga son siempre —y aquí utilizaré una expresión que aparece en otro contexto bien distinto pero solo dos pliegos más atrás— “de largo recorrido”. Otrosí obvio: Montevideo es la patria chica de los montevideanos. Y no digo más, que luego todo se sabe. Si el enlaza no funciona por lo de las restricciones de la prensa digital, un simple aviso y fotografiaré lo mejor que pueda los papeles y los colgaré aquí debajo. Me vuelvo a La Vuelta. La etapa de hoy promete mucho.



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