miércoles, 30 de noviembre de 2022

EL BUCLE

Menina navideña en el Paseo del Prado, Madrid. Foto ©️ AJR, 22.

De las vueltas que da la vida y que tanto nos enredan, muy pocas —tal vez ninguna— puede competir con el retorno de la Navidad.

(LUN, 549)

martes, 29 de noviembre de 2022

EL CANTO HILADO (y 20)

Edición alemana de Relato soñado, de Arthur Schnitzler.

Hay en lo Humano, más humano una antropología de la herida infinita, y también la huella Mexicana en El quepis y otros relatos ideados por algunos peregrinos de la belleza, viajeros por Italia y Grecia, que no cesan de preguntarse: “¿Este es Kafka?”. 99 hallazgos hacen de Los senderos del mar, un viaje a pie inolvidable, el verdadero Relato Soñado, y la última puntada de las 196 obras que El Acantilado incluye en su catálogo de e-books. Y hasta aquí llegó la marea. FIN

(LUN, 550 ~ «Desde el Acantilado/ebook», y 190-196)

lunes, 28 de noviembre de 2022

MORISQUETAS MANUSCRITAS

Escaparate de la tienda de Elisabetta Franchi, noviembre 2022.
Calle de Serrano, Madrid.

Mis movimientos más meritorios, madames, mesiés, muestran muchas menudencias. Manos mormonas me matan. Maniobras mentales, mordisqueos, meros motivos mordaces, muchas miserias… movilizan milagrosas maquinaciones. Mis más maravillosos momentos merecerían mejor misión. Mantengo mis medrosas maneras, muy mostrencas, monotemáticas, milimétricas, misteriosas. Menos mal: mientras maduran mis máximas mnemotécnicas, me mixturo magnánimo, maquino maldades, manipulo maravillas, mezclo multitudes, merodeo milagros, muestro morbos montaraces, muevo maquinarias minuciosas, machaco minerales mitológicos. Mastuerzos mendicantes minusvaloran movidas musicales. Murciélagos mundanos masacran mi memoria. ¿Más madera? ¡Menos monos, muecín!

(LUN, 551 ~ «Cuentos literales, M»)

domingo, 27 de noviembre de 2022

LA EVAPORACIÓN

Pablo Picasso: La Vie, 1903. The Cleveland Museum of Art, Cleveland (USA).

Sólo tenía el título y una idea imprecisa. Una intuición vaga, como si se negara a salir de la hura y andar por su cuenta. La dejé estar. Pero tenia por corazón una piedra imán. Y no tardó en atraer limaduras de hierro. También ellas dispersas, remotas, acaso insignificantes. Y en esto llegó Picasso. Me salió al encuentro en lo de VP, el movimiento. Y enseguida vi claro que ese era el primer impulso. Este. Todo bajo una premisa señera: «Tenemos el arte para no morir de la verdad» (Nietzsche). Iremos viendo.

(LUN, 552 ~ «Picasso azul»)

sábado, 26 de noviembre de 2022

Adiós a H. M. Enzensberger

H. M. Enzensberger fotografiado en Barcelona por Kim Manresa
(En voz alta). Descanse en paz el gran pensador y poeta Hans Magnus Enzensberger. Nos costó un poco aprender a pronunciar su eufónico nombre, pero enseguida nos conquistó su sensibilidad humanista, la amplitud de su pensamiento, su olfato poético especialmente orientado a la precisión verbal. Su cercanía a grandes creadores alemanes, con el imprescindible Heinrich Böll a la cabeza, nos lo hacía aún más amable y cercano. Ha dejado un rastro luminoso (aquí hay algunas pistas) que aún podemos seguir. Buen viaje, maestro.

As bestas, buena pero...

(Al filo de los día). As bestas, la última peli de Rodrigo Sorogoyen, es un buen filme, con una prodigiosa media hora inicial —esa conversación de taberna digna de figurar en las antologías de la literatura gallega—, el desarrollo de una por momentos intensa y viva situación de conflicto y una, a mi entender, fallida sutura final que, aún siendo valiosa por sí sola, saca a la historia que se estaba contando de su eje narrativo, sin resolverla bien, y cae del lado de lo bienintencionado pero incoherente. Discutible.

Se me entenderá mejor si buscan el documental Santoalla, que reconstruye con gran fidelidad y tino la tragedia real en que se inspira As bestas y ofrece perspectivas imprescindibles —y hasta determinantes— sobre una historia que, una vez más, demuestran que la realidad es más amplia que la ficción —tal vez porque la imaginación es uno de los principales recursos de la conciencia.

Por otro lado, a diferencia de la fallida serie Rapa, el uso simbólico del conocido ritual ganadero de las montañas galaicas tiene en As bestas» una poderosa traducción visual, brillantemente transformada en el poderoso fulcro de resonancias poéticas sobre el que gravita toda la película, aunque sea discutible —y se preste a polémica: ya ocurre— el sentido primitivo, cerril y violento que se puede inferir de su uso en la historia.
En todo caso, una película que merece la pena y de la que me ha resultado especialmente grata la comparencia del gallego en pie de igualdad con otras lenguas de cultura. Por ahí, y con Luis Zahera como singular mensajero, llegan los mejores y más brillantes hallazgos del filme. Vayan al cine.

viernes, 25 de noviembre de 2022

INTRUSOS DE SUEÑO

Edward Hopper: New York Movie, 1939.
(No he podido localizar el museo o colección donde se encuentra).

Como le pasó a Alicia con su conejo (escribo sin segundas intenciones), a veces en mis sueños se cruzan personajes presurosos que no sé de dónde vienen ni a dónde van. Sin ir más lejos, hoy he estado charlando un rato con Román de Ginebra, que había llegado a la habitación en que a veces nos reunimos muertos y vivos de la mano de un pariente que vive en Bruselas. Tras serme presentado en un aparte —o tal vez lo abordé yo con impulsiva franqueza, como suelo—, enseguida me mostró su vivo interés por conocer Eburia, «esa mítica ciudad —me dijo— a orillas del Tajo, famosa por sus cúpulas, sus cacharros y la rareza de sus gentes». Debió de notar mi gesto de asombro porque el de Ginebra enseguida me miró con sonrisa pícara —incluso de “lazarillesca” podría calificarse— y, llevándose el dedo quevediano primero a la boca y luego a la frente, me soltó: «No le digas a nadie que yo te lo he dicho». Pero lejos de mí semejante intención. Caí en la cuenta entonces —lo veo claro ahora— de que estaba en un sueño y lo único que fui capaz de pensar es de dónde habría salido este personaje del que lo desconocía todo. Y me dije que, al despertar, debería escribir una nota sobre los intrusos que se cuelan en nuestros sueños, de dónde vienen, cuál es su naturaleza, por qué nos eligen… Tal vez también ellos sean sólo criaturas extraviadas.

(LUN, 554)

APOCALIPSIS

Anónimo (Escuela mexicana siglo XVIII): Dolorosa inserta en un óvalo fingido.
Óleo sobre cobre (45 x 36 cm).
¿Por qué no dejamos de fingir?
¿Qué fingir de no por dejamos?
¿No dejamos de fingir por qué?
¿Dejamos de no fingir qué por?
¿De qué dejamos por no fingir?
¿Fingir de qué dejamos por no?
(Leído a Jonathan Franzen)
(LUN, 553 ~ «Amo idioma: dados»)

jueves, 24 de noviembre de 2022

UNA SALIDA

IIlIlustración de Vince Evans para la promoción de The Matrix Comics Series 1, 1999.

Revisando viejos papeles pegados en el muro, le llamó la atención, y algo más, una frase escrita con tinta roja:

«Días hay tan turbios
que sólo los salva
(si acaso)
el paréntesis».
Le estaba dando una enésima vuelta, cuando saltó el avance del último desastre.
«El mundo —pensó a vuelapluma— se está convirtiendo en una pura correa de transmisión de la desgracia».
Tras anotar esa impresión continuó escribiendo: «Es casi imposible sustraerse al dolor permanente, a las infinitas formas de tragedia que nos cercan por todas partes. No podemos dejar de ser conscientes. Pero tampoco es posible vivir a la intemperie sin descanso».
Había después unas cuantas líneas de signos extraños, a modos de incisiones, de imposible traducción. Luego volvía el texto legible:
«”Dame una salida”, solían gritar los héroes (o víctimas) de “Matrix”, cuando todavía había cabinas telefónicas. Ahora venimos aquí, a esta especie de alma portátil que creemos compartida, y lo contamos. Pensamos en voz alta. Peroramos. Seguimos (¿plural?) sin saber bien (ni mal) por qué. Las palabras al menos nos acunan. Son un mar que nos salva, al menos mientras duran, del vacío».
La página concluía con un gran espacio en blanco.
(LUN, 555)

miércoles, 23 de noviembre de 2022

GENERAL WINTER

Erich Heckel: Dos hombre a la mesa, 1912. Hamburger Kunsthalle, Hamburgo.
—¡Buenas, compadre!
—Muy buenas, pero…
—No me empiece con pegas.
—No pegas, no, pero…
—Sí, ya sé, que buenas, precisamente, no son.
—No, no. No voy por ahí.
—Pues entonces…
—Es por lo de compadre.
—¿Qué hay en ello?
—Que usted y yo…
—¿Sí?
—… compadres, lo que se dice compadres, no somos.
—Ah, hombre, es sólo una forma de hablar.
—Ya, como todas.
—Y algo nos une, ¿no?
—Algo.
—¿Ha visto cómo está el patio?
—¿El de la entrada?
—Ese también, pero…
—No esperaba verlo por acá tan pronto.
—¡Eso casi es un dado alejandrino!
—Mande…
—No, nada. Hace semanas que no vengo.
—¿Quién lo afrenta?
—No hablo de venganza.
—Lo suponía. Era broma.
—Bueno, bueno. No me vengo, pero…
—¿Tampoco se va…?
—Es usted incorregible.
—Manejo los contextos.
—Y, la verdad, motivos no me faltarían.
—¿Para irse? ¿Tan mal le caigo?
—Ja, ja. ¡No, para vengarme!
—Ah, pues no se prive.
—Le doy vueltas.
—Sí, ya veo.
—Y el caso es que…
—…vamos…
—…. camino…
—… del ocaso!
—Con usted da gusto.
—El gusto es mutuo.
—Ya sabe que no es fácil…
—¿La sintonía? Sí, me hago cargo.
—Claro que ya son muchos años.
—Unos cuantos, sí.
—Diría que todos.
—Y todas…
—Todos los años.
—Todas las horas.
—Parece que ya ha empezado a nevar en Ucrania.
—¿Y eso?
—Lo dicen por la radio.
—Así que de nuevo el General Winter.
—Sí, el mismo.
—El que derrotó a Napoleón.
—Y a Hitler.
—Ya le digo.
—Tiempos pasados.
—¿Usted cree?
—¡Hombre, sí!
—No sé, no sé, a veces se diría…
—¿Que parece que anda suelto Satanás?
—Una canción que no pasa de moda.
—En todo caso, va a ser duro.
—Y sin embargo…
—¡Embargue, embargue!
—¡Oiga, pero usted habla en serio alguna vez?
—Créame, no hago otra cosa.
—Gag a gag, ya veo.
—Ya me gustaría.
—¿Qué le gustaría?
—Tener siempre la rusa a punto.
—Me parece que se le ha colado una errata.
—Eh! Ah, sí. Disimule.
—No, sí a mí no me me importa.
—¿Entonces?
—Lo digo por esos. Por ellos.
—¿Ellos? ¿Esos? ¿Quiénes?
—No me diga que no los ve.
—Non los veo.
—¡Así no vale: le dije que no me lo dijera!
—Sosiegue, amigo.
—¿Tranqui, tronco?
—¡Tranqui, tronco!
—Estoy muy triste.
—Ya se le ve.
—¿Tanto se nota?
—Canta cantidubi.
—Otro golpe bajo.
—Malos tiempos para la lírica.
—Y peores para la Trova.
—Se murió Milanés.
—Nos vamos quedando sin banda sonora.
—Snif!
—Snif!
—Bueno, agur. Me vuelvo a mi viñeta.
—¿Aún vive en el TBO?
—No, hace mucho que me desahuciaron.
—Si quiere le alquilo un cuarto acá.
—¿Acá? ¿Donde es acá?
—Esto, el umbral del Metaverso.
—Eh! ¿Sabe qué le digo?
—Presumo que estoy a punto.
—?! ¥¥ Mejor me callo.
—¡Sabio!
—Y menos mal…
—… que nos queda Portugal.
—¡¡Xitón!!
—¡Agur!
—¡Adieu!
—¡¡Telón!!
(LUN, 556 ~ «El retorno de los Merluzos»)

lunes, 21 de noviembre de 2022

GATOS EN LA NOCHE

Rafael Zabaleta Fuentes: Nocturno de gatos, 1956.
Biblioteca Museu Víctor Balaguer, Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

A estas alturas, en el filo mismo, todo viene a ser un trasiego entre las cosas y los nombres. Y, casi cincuenta años después —“48 para ser exactos”, apunta el Jefe, que lo controla todo—, un gato negro sigue siendo «más que una simple metáfora»(¿incluido, me pregunto ahora, el Gato de Schrödinger? Por no hablar todavía del de Roberto Carlos, aquel que estaba, sí, triste y azul…). «Más —concluía la frase— que el autorretrato de mi sombra». Y llegados a este punto —añade por su cuenta y riesgo la voz no mensurable del testigo exhausto—, ¡cómo nos gustaría tener el control del significado de las palabras…!

(LUN, 557)

domingo, 20 de noviembre de 2022

PEREC AL PASO

La Place Vendôme, de París: en ella se ubican algunas de las más conocidas
tiendas de joyas y otros objetos de lujo.
Foto: Stellalevi / Getty, publicada en La Vanguardia (26.06.20).


ES EN LA INCESANTE VIDA COTIDIANA

DONDE TAMBIÉN OCURREN LOS HECHOS EXTRAORDINARIOS

Las circunstancias azarosas —pero, si bien se mira, todas lo son— nos habían ido poniendo a mano salidas más o menos transitables para cada uno de los episodios. Y en algunos casos, la suerte hizo que incluso confluyeran acciones y seres que parecían haber estado esperando su oportunidad desde tiempos pretéritos. Sin embargo, no resultaba fácil imaginar qué dios aciago, o aciaga diosa, había dispuestos las cosas de modo tal que, justo al otro lado del tabique donde oficiaba ‘La anticuaria que metía los dedos en un tarro de pepinillos’, pudiera percibirse con notable claridad, y sin que fuera necesario superponer la oreja al delgado ladrillo medianero, la creciente desolación de un hombre identificado, en el posterior atestado policial, como ‘El joyero que leía el entrefilete que firmaba su sentencia de muerte’. Aclararemos, por si fuera necesario, que un entrefilete, sugerencias culinarias aparte, viene a ser el suelto de un periódico impreso. Pero aun así, nadie podrá negar que hay coincidencias con muy mala sombra.
(LUN, 558 ~ «Perec al paso», 169-170)

sábado, 19 de noviembre de 2022

viernes, 18 de noviembre de 2022

MUNDOS IMPA/RES

Franz Marc: Animales en el fondo del paisaje, 1914. 
Instituto de Artes de Detroit (DIA), Detroit (Míchigan, USA).

UNO. Mamífero, aunque no lo parezca, rima con efímero. De hecho, esa es la condición más evidente de su naturaleza. O sea de la nuestra. Que rima, también aunque no lo parezca, con artesa. Y allí se nos mezcla bien para la vida.

TRES. El mundo de las palabras tiene estas precisiones, y a veces los vampiros riman con lirios (no es difícil saber por qué).
CINCO. Hay un extenso bosque y un precipicio: cruzarlos no es difícil, de claro en claro; ni subirlos corriente arriba por la escala que en noches propicias nos tiende la luna; o el mismo arte de juntar mundos, incluso impares.
(LUN, 560)

jueves, 17 de noviembre de 2022

PORDIOSERO

Pedro Alejandrino Irureta y Artola: Un mendigo, 1881.
Museo del Prado, Madrid.

Al mendigo, ateo recalcitrante, le molestaba mucho que lo llamaran así: pordiosero. «Yo soy Mendigo a secas», dicen que se lo oía decir en su puesto de la calle. Y que lo decía tan en primera persona que se le notaba la mayúscula.

(LUN, 561)

miércoles, 16 de noviembre de 2022

CON LA Z de ZÓCALO

Miquel Barceló: acuarela para la edición de La transformación, de Franz Kafka,
publicada por Galaxia Gutenberg en 2020.
Veía siempre el mundo desde abajo. Y cada vez le costaba más levantar la mirada. A ese paso, no tardaría en despertarse convertido en aquello. Y ya no habría vuelta atrás.
(LUN, 562 ~ «Cuentos absurdos: Serie Z/A»)

martes, 15 de noviembre de 2022

EL CANTO HILADO (19)

Edición de Felmar/La Fontana Literaria. Madrid, 1979.


El espectador, con sus Apuntes (1991-2001), cada Domingo, con sus relatos, crónicas y recuerdos, trató de ofrecerle a su amante La violeta del Prater, al tiempo que ansiaba tener, como Antón Chéjov, una vida a través de las letras. Ese es el momento preciso en que El señor Norris cambia de tren y dice definitivamente Adiós a Berlín.

(LUN, 563~ «Desde el Acantilado/ebook», 184-189) 

lunes, 14 de noviembre de 2022

MOSAICO

«La mano de Irulegi», objeto de bronce fechado en el siglo I a.C.
En ella figuran, al parecer, las más antiguas palabras
conocidas escritas en lengua vascónica.

Tesela 1. Hay que hacer siempre un esfuerzo de comprensión. Pero no hasta el punto de que la comprensión ponga en peligro la costumbre de respirar. (Ecos).
Tesela 2. Se trata de una película ¿menor? nacida del genio confabulado de los hermanos Cohen, en un homenaje, no exento de sátira, al mundo de Hollywood tramado con una mezcla de humor a lo Monty Python y cierta nostalgia ácida propia del «Crepúsculo de los dioses» (‘Sunset Boulevard’ o ‘Sic transit Gloria Swanson’…). «¡Ave, Cæsar!» —que ese es su título— es, sobre todo, un tributo al gran espectáculo del cine, a los tiempos duros de la caza de brujas y el poderoso despliegue de los grandes estudios, tal vez incluso un premonitorio réquiem por la desaparición del cine tal como lo hemos conocido hasta ahora. Junto a un argumento muy bien tramado con algunos giros espléndidos y diálogos de una gran viveza, los puntos fuertes del filme son los continuos homenajes a muchas de las grandes películas de diversos géneros —desde el peplum al western o las historias de ambiente mafiosos pasando por los grandes musicales y, muy especialmente, las singulares coreografías acuáticas de Esther Williams— y la interpretación, en clave más que satírica burlesca, de lo que fueron los esfuerzos de algunos intelectuales, comunistas y compañeros de viaje, por convertir el cine en una herramienta de lucha social, aquel movimiento que sería desbaratado (en parte) por la caza de brujas del macartismo. Hay momentos de extraordinaria hilaridad (“los verdaderos sospechosos siempre son los extras”) y todo tiene la elegancia, calidad y solvencia del cine de los Cohen. Muy recomendable.
Tesela 3. EL DESTINO DE LA LITERATURA VISTO DESDE EL ACANTILADO (XIII, 185-212). La casa muerta y su luminosa correspondencia (Hesse-Zweig) es una vuelta a la leyenda de Circe y el pavo real tal como se cuenta en la literatura del barroco en Francia. Cuando Kafka vino hacia mí… los hermanos Rajk, un drama familiar europeo, estaban tratando de entender qué tenían en común el santo bebedor y los recuerdos de Joseph Roth; o, por decirlo de otro modo, qué fue de aquella Leonor de Aquitania a la que, en secreto, había dirigido Jaime Gil de Biedma cartas y artículos hasta convertir el sueño de la América de una planta en el fragor de mi siglo unido a las confesiones de un intelectual europeo. El poder de la simetría, un viaje por los patrones de la naturaleza, implica una verdadera catarsis sobre el poder curativo de la naturaleza y el arte, en absoluto ajeno al esplendor y gloria de la Internacional Papanatas, según queda plasmado en una nueva enciclopedia urdida en memoria de Charles Maurras, con el caos y el orden y la obra poética de autores de libros y aventuras, además de las observaciones y recuerdos de un editor, seguidos de la correspondencia con Franz Kafka. Todo eso está presente en “Una Primavera de café”, un libro de lecturas vienesas que muestran, bajo el señuelo del ‘no sufrir compañía’, escritos místicos sobre el silencio. La no confesada intención de desplegar las últimas cartas (1532-1535) de un bárbaro en el jardín vuelve a interrumpir la lectura de la “Chanson de Roland” y de las cartas a Sophie Volland, con su itinerario París-Nueva York-París y el viaje al mundo de las artes y de las imágenes. Y es que el verdadero secreto de Mani son sus viajes por el sur del Peloponeso, una mezcla de solidaridad y soledad que, desde París, con sus crónicas y ensayos 1893-1897, realmente hicieron posible el espíritu de Praga.
Tesela 4. (Al filo de los días). Me pilló la concesión del Cervantes a Joan Margarit Consarnau (14.11.2019) leyéndolo no sólo a él, su propia obra, sino a él como traductor, ese oficio de agente doble que, en el caso de los buenos poetas, es un muy privilegiado mirador para calibrar el alcance de ciertas cualidades. Y, además, no cualquier traducción: la del libro “Stag’s Leap”, «El salto del ciervo», de la estadounidense Sharon Olds (San Francisco, California, 1942), poemario que fue galardonado con el premio Pulitzer de 2013. Y que por muchos y complementarios motivos bien puede ser considerada una obra poética especial. Apareció en Igitur, en 2018, en traducción que, junto al poeta, firmó también Eduard Lezcano Margarit. En medio de su fragor cotidiano y valiente, es preciso avanzar por su calendario vital de intensidad, lucidez y dolor, asombrado y tratando de seguir la recta vía. Y su lectura, la cercanía a una verdad tan honda como la que emerge de este libro, fue un motivo de gran agradecimiento al “misericordioso” poeta ganador del Cervantes.
Teselas 5 y 6. La pregunta del testigo sigue siendo pertinente: ¿Y cómo se sabe cuándo es demasiado tarde?
Tesela 7. Otro ciprés. «Yo nací en Ávila... —comienza la novela. Y tras un largo rodeo concluye—: y por encima aún me quedaba Dios». (Serie «Cap&cua», homenaje a Miguel Delibes).
Tesela 8. (Hablarle a Borges, 93). Dicen que Borges dijo o escribió: «Tu materia es el tiempo, el incesante tiempo. Eres cada solitario instante». Y a renglón seguido, como si aún resonara su voz, me oigo decir (no sé si fatuo o sólo osado): «... y la vaga ilusión de que algo dura».
Tesela 9. Fin. La mano de Irulegi... ¿otra mano maradoniana de Dios? Habrá que verlo. (Ver imagen).
Y tesela 10. Mosaico es todo lo que hacía Moisés. Pues eso.
(LUN, 564)

domingo, 13 de noviembre de 2022

LOS NÁUFRAGOS DE LA CALLE DE LA PROVIDENCIA

Fotograma de El ángel exterminador (1962), película de Luis Buñuel.
Surge de la ficción de este banquete al que los convidados van llegando una especie de música de mandolinas tan dulce y penetrante que te invade ahorita por doquier. Y todos, seducidos en un mismo sentido, sienten al tiempo un frenesí dócil y alto, y de tan urgentes modos, que apenas pueden resistirse. De hecho, también sucumben al hechizo extraño que lo conquista todo alrededor. Nadie saldrá de aquí. Bajo este techo se encueran todo el gozo y todo el daño que siembra… el ángel exterminador.
(LUN, 565 ~ «Sonetos enmascarados»)

sábado, 12 de noviembre de 2022

AL FIN DE LA NOCHE


Juan Carlos Mestre: obra de la serie Grandes transparentes.

Por fin, después de muchos días perdidos dentro de sí mismo, el intrépido viajero tomó conciencia del paisaje y pudo reconocer el mundo que se desplegaba a su alrededor como la cola de un pavo real que tuviera por plumaje una cometa. Y lo más extraordinario fue que, después de dar solo unos pocos pasos, vino a descubrirse en el interior de una pequeña pirámide, al fin de la noche y no lejos del mar, y decidió que aquel era un sitio adecuado para ver y medir con precisión la deriva de la luz en el cercano invierno.
(LUN, 566)

viernes, 11 de noviembre de 2022

Guaritmos (sextina en la escuela)

 Hoy, además del día de las librerías, a propuesta de un feliz rescate de Antonio Del Camino Gil y siguiendo la excelente contradanza de Alejandro González Terriza, se ha quedado una buena tarde para celebrar por estos pagos el Día de esa estrofa exigente, seria, incluso grave (pero también lúdica, donde las haya), que es la Sextina. Sin pensármelo mucho, pero decididamente y desechando lógicos temores de impericia, me sumo al lío con este juguetón ejemplar recién sacado del fondo del horno… donde estaba a punto de achicharrarse. ¡Va por lo viejos tiempos, mis cuates!

Guaritmos
(sextina nonsense y en la escuela)
(Hay que leer los números con todas sus letras)

 

El orden siempre empieza en lo que es 1
y luego busca al otro, que es su 2
y en ese espejo aprende del es3
de aquel dios de la infancia, cuando 4
verdades vio escolares con sus 5
sentidos bien abiertos, tal vez 6….

 

«El equilibrio, niños, aunque o6
ignorarlo, es más cierto que ning1
de los demás sentidos, que los 5
no son nada sin él. Ahora, a las 2
iremos a comer. Luego, a las 4,
evitaremos todos los desas3…»

 

(Sigue el maestro:)  «Y ahora ya, pillas3
y avecillas de nido, con los 5
dedos de cada mano —al tres por 4
de compás— ved que vive, en cada 1
de vosotros, un solo ser ser de 2
caras o más: quizás lo divi6.

 

Y si no, confiad. Si de un ro5-
-géis las bridas y luego, a la de 3,
os vais a cabalgar, sed biempensa2
y poned atención a si to6
en demasía porque a más de 1
le ha llegado la hora andando a 4

 

patas y, a más a más: la ubi4-
-toncilla suele ir hasta las 5
de la tarde mortal sin que ning1
pueda hacer nada contra ella: “3
heridas, madre, en el albero y 6
flores de hielo en ojos vulnera2”».

 

Habló loco el maestro y luego 2
alumnos de la fila que, con 4
de tres en fondo, iba hacia las 6-
-cientas veces ya de estar sin 5
—o sea: a dos velas— vieron que aquel 3
era en verdad tridente de Nept1.

 

Y esto fue lo que, 1 a uno, 2
de los 3 o tal vez incluso 4
niños vieron en 5 de las 6…