lunes, 30 de septiembre de 2019

(Interior con) figuraciones

La imagen puede contener: nubes, cielo, árbol, planta y exterior
Hacia la noche. ©️ AJR, 2018.
Luces, rastros: palabras interiores,
movimientos del ánimo, secuelas
del acto de vivir que abren regueros
de sentido en las sombras. Es la noche
que me rodea, única y constante,
espejo de sí misma, soberana.
Es la noche y su magia, tan certera
como el filo desnudo de un cuchillo.
Y el silencio imposible: la maraña
de la sangre flotando entre canciones,
una espiral de notas reversibles.
Ya no es fácil, mi bien, saber qué queda
fuera, si el cuerpo encalla en mil imágenes.
Y desemboca en lluvia. Y se evapora.

El exorcista

La imagen puede contener: cielo, nubes, árbol, exterior y naturaleza
René Magritte: El imperio de las luces, 1954.
Musées royaux des Beaux-Arts de Belgique, Bruselas.
No quiero recordarte. No insistas más.
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La imagen puede contener: una o varias personas y personas de pie
Imagen del cartel de El exorcista. 

domingo, 29 de septiembre de 2019

El resplandor

La imagen puede contener: una o varias personas y personas sentadas
Recreación figurada de una escena de El resplandor (The Shining) (1980), de Stanley Kubrick.
Al regresar del sueño, todavía estaba allí. «Menos mal», pensó. Miró de reojo hacia el espejo y respiró tranquilo. No, no era Torrance. Ni Torra. Y siguió tecleando.
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sábado, 28 de septiembre de 2019

Entre tinieblas

No hay ninguna descripción de la foto disponible.
Cartel de Iván Zulueta para Entre Tinieblas (1983), de Pedro Almodóvar.
Ayer volvió a mi sueño el vendedor de humo. Y lo ha dejado todo perdido de acidalias con un pegajoso y rancio olor a tigre. Puta peste. Tendré que conjurarlo. No va a ser fácil.
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viernes, 27 de septiembre de 2019

Hacia el ordenador cuántico


Computadora cuántica (Al hilo de los días). Me había desayunado con este inquietante (no en el peor sentido) artículo de Javier Sampedro el mismo día (¡ayer!) que iba a asistir a una conferencia del gran físico Juan Ignacio Cirac sobre, precisamente, el ordenador cuántico, en la benemérita Fundación Ramón Areces, y la sorpresa (relativa) fue comprobar que el conferenciante, con el salón repleto de un público variopinto, inició su intervención aludiendo a la “palpitante actualidad” del asunto Google, rebajando —como suele ocurrir— sensacionalismos y situando en su sitio ciertas aparentes hipérboles. Mientras se ponían a punto, con dificultad, los medios técnicos para que el profesor Cirac pudiera impartir su charla, sobre la sala sobrevolaba la curiosa percepción de que una humanidad que está a punto de entrar en una nueva “realidad” —algo que últimamente parece que ocurre “a cada instante”— no va a verse nunca libre del engorro de sus propias inercias y mucho menos de una invencible propensión a la chapuza, marcas ambas de un estado de la materia que, parafraseando el verso inmortal, “no se cura ni con la presencia ni la figura”, siendo el intruso segundo “ni” un a modo de reflejo del gato encerrado en su limbo cuántico. La charla de Cirac fue sencilla, eficaz, comprensible, acaso demasiado esperable. Aún falta mucho, vino a concluir, para que algo digno realmente del nombre de “ordenador cuántico” esté disponible, pero en el turno de respuestas a las dos únicas preguntas planteadas desde el público —ambas por el ilustre don Ramón Tamames— pareció quedar también claro que hay en la actualidad un singular combate entre las instituciones científicas de mayor prestigio y los departamentos de investigación de las grandes empresas de la información y la minería de datos, y que el resultado de esa feroz pugna va a marcar —aún más— nuestra vida diaria en el futuro presente.



El horizonte

La imagen puede contener: 2 personas, texto
Cartel de Stazione Termini (1953), filme de Vittorio de Sica.
En el sueño del viaje en tren llegué a Estación Termini, pero las vías continuaban.
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jueves, 26 de septiembre de 2019

A vueltas con Dios

reza aslan religion
 Gloria del Padre Eterno, fresco de Luigi Garzi, 1686, Santa María del Popolo, Roma. 
Foto: 
(Lecturas en voz alta). El tema De Dios, esa cuestión interminable. Me convencen los razonamientos de Reza Aslan (nombre que parece predeterminado) a favor del panteísmo. Y son muy sugerentes sus reflexiones.

Lo difícil

La imagen puede contener: una persona, exterior
Tiziano (tal vez con Giorgione): El concierto campestre, 1510. Museo del Louvre.
Lo más duro del oficio de vivir —pensó al despertar o a lo que él creía que era el despertar— es no poder darle un impulso duradero a nuestro sueños. Ya sea para regresar a Manderley o para huir de Hiroshima, mon amour.
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miércoles, 25 de septiembre de 2019

Gala al habla

Antonio Gala en uno de los patios de su Fundación. - FRANCISCO GONZÁLEZ
Antonio Gala, retratado en su fundación, en Córdoba, por Francisco González. 
(Lecturas en voz alta). He aquí una estupenda entrevista con un autor y personaje único. Nadie se ha parecido nunca a Antonio Gala. Puede que él tampoco. Si acaso Troylo, aquel can. Para todos los públicos, con reparos. Es de hace ya unos años, pero parece de ayer. No sé yo si...

Hilo de melancolía



(Al hilo de los días). Recuerdo que esta pieza sublime de Mikel Laboa (es imprescindible comprender su letra para que el efecto sea completo) se me convirtió en la banda sonora de Patria, la celebérrima novela de Fernando Aramburu, que ahora llega a las pantallas. En la pantalla pequeña acabo de ver una interesante miniserie (algo menos de 4 horas) sobre la desventura de Pablo Ibar, el sobrino de Urtain que estuvo en el corredor de la muerte y lleva más de media vida en la cárcel por un crimen que (presuntamente) no cometió. Concluye también con esta música. Y, de un modo indirecto pero persistente, ecos de la misma sensibilidad que hay tras estas notas se me colaban aquí y allá este fin de semana cuando, huyendo de la Eburia ferial y de ciertos cansancios familiares, me refugié en la lectura casi hipnótica de La peor parte, el último libro de Savater, un poema de amor que trasciende el amor mismo para darle una oportunidad de entendimiento a la tragedia de la vida. Un ejercicio de lucidez sintiente. Y que deja en el corazón la misma tristeza sonriente que el Txoria txori, este melancólico hilo conductor de fina seda.

Exhumación

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Estela funeraria de la Granja del Toriñuelo,
Jerez de los Caballeros (Badajoz).
Museo Arqueológico Nacional, Madrid.
Francamente, no sé a qué viene tanto jaleo. Si humo, lo que se dice humo, aquí ya na de na.
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martes, 24 de septiembre de 2019

Pieles de plátano

La imagen puede contener: una o varias personas y personas en el escenario
El Bosco: «La ascensión al Empíreo»,
una de las tablas de «Visiones del más allá», hacia 1490.
Palacio Ducal de Venecia.
De igual modo que tal vez los falsos recuerdos no sean sino visiones del futuro, mensajes de lo por venir, profecías, hay restos resbaladizos del sueño que no pueden ser otra cosa que desechos de vidas inferiores, probables demonios o ángeles de baja intensidad que —como Nickolson metido en la piel de Randle Patrick McMurphy, en el manicomio aquel del vuelo del cuco— se resisten a quedar confinados en los claustros de la materia oscura. No sabemos a ciencia cierta lo que significan en nuestras vidas. Pero a menudo sentimos que de un modo incomprensible son agentes provocadores que dignifican el terror. Y acaso nos enseñan a caer sin estrépito.
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lunes, 23 de septiembre de 2019

La prueba

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Frank Stella: Nemrik, 1999. Hal Hatzen Gallery, New York.
Había amanecido uno de esos días en que la sustancia mucilaginosa de los sueños parece desbordarse y deja llenas de trampas resbaladizas las primeras horas, de modo que no le resultaba fácil saber de qué lado de la realidad estaba ni, sobre todo, si —como dice Leon Kowalski en la primera escena de Blade Runner— aquello era ya «la prueba».
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Etimolatrías

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Puerta en Forlí, Italia. Foto AJR, 2018.
El caníbal no es hijo del Gran Khan
ni el gran Kant comprendió que el demiurgo
que le dictó las leyes a Licurgo
vio el festín de las fieras que aún están
disputando sus presas con afán
tan intenso, que incluso el Dramaturgo
Chispeante fingió ser taumaturgo
para poder así cumplir el Plan.
Una parte del hombre está maldita
y herencia de ese error es la batalla
que tenemos pendiente con Cerbero.
Porque cada palabra es una cita,
manifiesta u oculta, de la malla
que cubre las heridas del guerrero.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Alma

Edvard Munch, Chica mirando por la ventana, 1893.
Art Institue Chicago, Chicago, Illinois.
No tenía palabras para explicar aquellos momentos que se multiplicaban en su vida y a los que se limitaba a asentir con una mezcla de furor domado y alegría bastarda, hijos ambos del canto súbito y del llanto interior. Y, en general, del exceso de adjetivos. Pero le bastaba saber que en eso ella no era como los demás y que en lo demás nadie se le parecía. Tal singularidad la hacía, si no feliz, sí consistente. Y no había día que no diera gracias al cielo por el simple hecho de existir.
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sábado, 21 de septiembre de 2019

El baúl de Ferlosio

Rafael Sánchez Ferlosio, en Coria el 31 de diciembre de 2009.
Rafael Sánchez Ferlosio en Coria en 2009. Foto de Pedro Gutiérrez.
(Lecturas en voz alta). Poco a poco comienza a haber noticias de «el baúl de Ferlosio». Según su amigo más cercano y primer lector, el profesor Tomás Pollán, son nada menos que unas 200.000 páginas manuscritas. A ver quién se atreve.

El Ínterin

La imagen puede contener: exterior
Miguel Galano: Calle Covadonga, 1997.
Desde la acera de enfrente vi muchas veces parpadear el neón sucio con las letras sobre la puerta pero nunca me atreví a entrar. Ayer supe que están derribando el edificio en cuyos bajos se encontraba. Por el murete se veían los charcos de agua sucia y un solitario sillón desvencijado. Dicen que en tiempos llegó a ser el antro más concurrido de la ciudad. Siempre me pareció raro su nombre.
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viernes, 20 de septiembre de 2019

Rafael Juaréz

Fallece el poeta Rafael Juárez
El poeta granadino Rafael Juárez (1956-2019)
Me ha dejado muy triste la noticia de la muerte de Rafael Juaréz. Un gran poeta, un hombre inteligente. Fue un honor compartir con él y con Pilar Mañas algunos días intensos en Granada, en años juveniles y movidos. La otra casa, además de un título muy querido por él, era quizás también una metáfora del tránsito que ahora se cumple. Buen viaje, amigo.

En el museo

La imagen puede contener: 6 personas, personas sentadas y boda
Rembrandt: De Staalmeesters o Los síndicos de los pañeros, 1662. Rijksmuseum, Ámsterdam.
Ni ese sombrero de la izquierda está en su sitio, ni ese encuadre de la mesa se sostiene, y las cabelleras —si te fijas— no dan la vuelta a la cabeza, y esas manos, ya ves, no son verdaderas manos. Y sin embargo... ¿qué hacemos aquí tú y yo sin poder quitar la vista de sus ojos, sus ojos, sus ojos...? Tal vez esa sea la grandeza del arte: no recrea la realidad, la funda.
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Actualmente (hasta el próximo 29.9.19) puede verse en el Museo del Prado, dentro de la exposición: «Velázquez, Rembrandt, Vermeer: miradas afines».

jueves, 19 de septiembre de 2019

Hablarle a Borges (25)


La imagen puede contener: una persona, sonriendo, exterior
Borges en Selinunte, Sicilia, en 1984.
Foto de Ferdinando Scianna/Magnum
(Hablarle a Borges, 83). Dicen que Borges dijo o escribió: «Como quien vuelve de un perdido prado yo volví de tu abrazo. Como quien vuelve de un país de espadas yo volví de tus lágrimas».
Y anoto al margen: «El prado del abrazo, espadas como lágrimas: qué acorde suena la melodía feliz de la asonancia».
No hay ninguna descripción de la foto disponible.
Borges y... Borges.
Tomado de:
Borges y sus laberintos, por Moonmentum.
(Hablarle a Borges, 84). Dicen que Borges dijo o escribió: «Todos los hechos que pueden ocurrirle a un hombre, desde el instante de su nacimiento hasta el de su muerte, han sido prefijados por él. Así, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillación una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria».
Y casi sin aliento me atrevo a susurrar: «Creo, maestro, que es difícil de creer. De hecho, más que fe, exige una mente fatal».
Y unos día después: «El caso es que anoche estuve leyendo a Ferlosio, uno de sus prodigiosos laberintos, y creo que esto suyo [de Borges] es un buen ejemplo de “síntesis de la fatalidad”. Los caminos de la lengua casi siempre son senderos. Que se bifurcan, claro».
La imagen puede contener: una o varias personas
Una novedad: para conocer al "Otro" Borges.
(Hablarle a Borges, 85). Dicen que Borges dijo o escribió: «Nosotros vemos apenas un fragmento o un arco siquiera muy leve, pero la circunferencia, la felicidad, la plenitud, existe en alguna otra parte y existirá también para nosotros».
Anoto al margen, por enésima vez: «A propósito de arcos, flechas y plenitudes, viene a cuento, creo, la intuición de Valente: “El hemisferio del arquero en posición de tiro es la mitad visible de la esfera completa que la flecha aún inmóvil ya ha engendrado”. Valente tal vez no fuera muy borgiano pero estaba concernido por la misma materia».
Y días después releo «Cuando la flecha está en el arco tiene que partir», de Ferlosio, uno de sus textos inacabables. Y no se me ocurre nada que decir. Sólo decirlo.

El envite (o la traición)

Édouard Manet: «Stéphane Mallarmé»,1876. Musée d’Orsay, París.
© RMN-Grand Palais (Musée d'Orsay) / Hervé Lewandowski.
«Estas palabras», me dijo sin levantar la vista del papel donde las escribía al tiempo que las pronunciaba, «no están aquí para nada que sea distinto a ellas. Son voces puras. Se limitan a sonar. Y a crear sombra». Como ocurrió lo cuento. Lástima que para ello tenga que..., cómo decirlo, que... traicionarlo. ¿Pero quién vive?
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miércoles, 18 de septiembre de 2019

Jabois, de nuevo


Quique González & Los Detectives:Me mata si me necesitas (2016) IMG_1057(Lecturas en voz alta). Recuerdo que lo primero que me llamó la atención, hace más o menos una década, de la prosa de Jabois fue su inconfundible aire cunqueirano, no solo por cierto uso de giros lingüísticos y el empleo de tiempos verbales al modo del español que se habla en el noroeste, ni tampoco exclusivamente por la famosa retranca del humor galaico: fue la clara presencia de los signos de un tipo de “inteligencia sintiente” de la que el autor de Mondoñedo es un verdadero prototipo lo que advertí en los primeros escritos del periodista pontevedrés que pude conocer, tal como tuve ocasión de poner de relieve en una vieja entrada de mi blog titulada con un Lean a Jabois más celebratorio que imperativo. Algunas de aquellas intuiciones se ha ido precisando y distinguiendo, en la medida en que Jabois ha ido completando su currículo con una admirable dedicación periodística y un espléndido impulso narrativo cristalizado en un par, acaso tres, libros de gran calidad (ante todo Malaherba). Pero el aroma a lo Cunqueiro no se ha perdido en sus estilo y a veces, como ocurre en esta magnífica pieza de alta cocina memorística, reportera y sentimental (en el sentido vallinclanesco y umbraliano de este último término), se extiende por toda la sala como si la vara mágica de Merlín hubiera vuelto a remover el aire.

Unas gotas de ¿consuelo?

La ría de Vigo. Foto de A Cenador.
(Lecturas en voz alta). Inasequible al desaliento, el gen zumbón del humor galaico maquina entre los signos visibles de la catástrofe hasta extraer un poco de ¿consuelo? Téngase en cuenta que el artículo está escrito antes de la (pen)última gota fría. Y no parece tener en cuenta que ya Julio Verne, que con el Nautilus faenó entre los pecios de la ría de Vigo, se anticipó también en esto.

_Lecciones

Claudio Gallina: Saltá ahora. Col del autor, Buenos Aires.
—Atención, niñas, niños, ¡examen sorpresa! Hay que completar la frase escrita en la pizarra con las consonantes que faltan. Tenéis 7 semanitas 7. No vale bostezar.
(La frase:)
__OTAR, __OTAR y VOLVER a __OTAR.
(Se admiten soluciones).

martes, 17 de septiembre de 2019

Savater y el dolor que no se cura


(Al hilo de los días). Conviene no confundirse. Puede parecer que por ahí fuera pasan cosas de gran importancia y trascendencia, y alguna hay que retumba mucho. Pero lo verdaderamente importante sigue teniendo que ver con la vida, que sigue, con el amor, que sobrevive, y con la muerte, que espera y nos marca. Palabras de verdad en medio del furibundo y falaz vértigo. Fernando Savater entrevistado por Carlos Alsina: palabras necesarias.


La imagen puede contener: una persona, sonriendo
He aquí uno de los libros que más he deseado tener a mi alcance en los últimos años. Clara, la amable y competente librera de El Buscón, me daba un ejemplar de (ya) la segunda edición. Al final, me lo ha cambiado por el ejemplar del escaparate.

Doble retrato (acaso triple)

La imagen puede contener: 2 personas
Doris Ziegler: Doppelbildnis D.Z, 1985-2004. Col. Particular.

Suele ocurrir, al principio de la vida, que poca gente nos conoce de verdad. Pasado el tiempo, suele ocurrir que de verdad nos conoce poca gente. ¿La conclusión?: ¡qué poca gente nos conoce de verdad!
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lunes, 16 de septiembre de 2019

Muerte por agua

Vista aérea del Mar Menor, ahora en grave peligro. Foto tomada de WikiMurcia
(Al hilo de los días). Es una congoja insoportable, además de una rabia infinita, lo que provocan las imágenes del Mar Menor tras las terribles inundaciones, no por no inesperadas (¡pero nadie puede esperar nunca nada así!) menos desoladoras. Alguien ha dictaminado ya la muerte del Mar Menor, después de tantas heridas apenas cicatrizadas, y es casi imposible dejarse convencer de que esto es el fin, no es posible asumirlo. Se había previsto su desaparición por efecto del cambio climático, tal vez en un par de décadas, cuando la subida del nivel del mar hubiera cubierto la frágil barrera de La Manga y la gran laguna volviera a formar parte del continuo de agua salada, como fue en otro tiempo. Pero este horror añade, por así decirlo, la sevicia al desastre: al convertir en un inmenso albañal lo que hasta no hace mucho era una maravilla cercana de la naturaleza, pone en primer plano la verdadera causa de la tragedia, o al menos el factor de aceleración y agravamiento de los cursos naturales: nuestra civilización es un completo error si acaba destruyendo, y de modo tan vil y finalmente impune, el escenario. Aún queda (queremos que quede) una brizna de aliento para pensar que no es demasiado tarde. La prueba de fuego definitiva, aquí y ahora, será ver si es posible devolverle la vida al cadáver. Un milagro.

Fonollosa a destiempo

Lecturas.
(A modo de “non serviam”)

Llega de tapadillo aquí el recado
de que sonetos alguien planta ahora.
Y uno, que husmea a tiempo y a deshora,
presto se apresta a ver qué es lo sembrado.

De Fonollosa dicen que han colgado
cadáveres verbales que, en la aurora,
con la brisa de sangre, se desflora
su savia como carne de ahorcado.

Que el soneto es un árbol bien lo sabe
quien a menudo busca entre sus ramas
sombra, alimento y una casa arriba.

Y son sus frutos, de piel dura o suave,
piezas libradas de las mismas llamas
que nos dejan la lengua en carne viva.

Figurantes

La imagen puede contener: 2 personas
José Gutiérrez Solana: Chulos y chulas (Los chulos), 1906. Colección Banco Santander, Madrid.
El que asó la manteca se fue en busca del que puso la pica en Flandes y, tras cruzarse con el que no da un palo de agua y con la que no deja títere con cabeza, se juntó con el que siempre pone a caer de un burro y de consuno convencieron a la del paño de lágrimas para darle tres cuartos al pregonero. Y así estamos.
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domingo, 15 de septiembre de 2019

Cuarenta palabras

La imagen puede contener: 3 personas, personas de pie
Henry Holiday: Dante y Beatriz, 1882-1884. Walker Art Gallery, Lyverpool.
—Y ahora, amiga mía, dime si aún nos queda la palabra exacta para contar la historia de la tarde aquella de septiembre que precedió a la noche que iluminó la hora que puso en marcha el tiempo.
—...

sábado, 14 de septiembre de 2019

La mirada

La imagen puede contener: una persona
Velázquez: Juan de Pareja, 1650. MET Nueva York.
En ese instante comprendió que la desgracia lo había estado buscando desde toda la eternidad y que ya no iba a abandonarlo nunca.
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viernes, 13 de septiembre de 2019

En la fragua

La imagen puede contener: una o varias personas
Velázquez: La fragua de Vulcano, 1630. Museo del Prado, Madrid.
—Y del polisón de nardos, ¿qué se fizo?
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jueves, 12 de septiembre de 2019

El adverbio

La imagen puede contener: interior
Antonio Pérez de Aguilar: Alacena, h. 1769. Museo Nacional de Arte, Ciudad de México.
Aquí hay gato encerrado.
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miércoles, 11 de septiembre de 2019

Vía de perplejos

Arte callejero en Los Alcázares, Murcia. Foto AJR
¿Cuántos mundos caben en el mundo? Probablemente todos. No se crea. Ahora mismo, hay por ahí bullendo varias realidades de las que no sabemos nada, pero nada, y seguimos respirando como si tal cosa. «La escritura es siempre un fracaso», oigo decir en las ondas. Debe (de) ser cierto.
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martes, 10 de septiembre de 2019

Arrieros

Pensionanti de Saraceni: Vendedor de aves, 1615-1620. Museo del Prado, Madrid.
Lo vi venir de lejos, con su rebaño de criaturas exóticas, en medio de una gran polvareda. Nos paramos a platicar un poco. Más que verborrea, lo suyo era una forma de arrearle al verbo. Pero le dejé explayarse. Me regaló un loro, de nombre Jeremías. Supongo que algún día nos volveremos a ver. A ver si me explica cómo desenchufarlo.
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lunes, 9 de septiembre de 2019

Faralá Farah

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El don del aire. Foto de autor desconocido, virada al negro.
(Tánger, Zoco Chico)
Tu cuerpo es ese escorzo tan liviano
de blancura escondida y sombra oscura
que dibuja el compás —de pie, de hinojos—
de las manos, las manos y la mano.
El vuelo circular de tu cintura
arrebata la luz, y el sol pagano
de tu pelo me hiere —tan cercano—
los ojos y los ojos y los ojos.
Un río que la rosa le da al aire
se desliza en tu piel, y en el capricho
de tus brazos la noche se disloca.
Ojos, manos, pasión, rabia, donaire...
Y qué dulce el secreto que me ha dicho
la boca que en mi boca se desboca.

Un pecio

Ercole de’ Roberti: Los argonautas abandonan la Cólquida, h. 1480.
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.
La imagen se vino navegando por las aguas de la imaginación y lo ocupaba todo. Fue la primera de la mañana, tal vez un resto del naufragio nocturno. Y duró la jornada entera, como uno de esos estribillos que no puedes quitarte de la cabeza y que incluso llegan a atormentarte. Pero acababa de borrarse. Ese polvillo que podía ver si levantaba los ojos y los dirigía hacia alguna fuente de luz es cuanto quedaba de ella. No podía desperdiciarlo.
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domingo, 8 de septiembre de 2019

Fantasmas de regreso

La señora Muir... y la sonrisa del Fantasma.
(Lecturas en voz alta). Hermosa, muy hermosa, la historia que cuenta Javier Marías en su columna semanal de EPS. El inolvidable capitán Gregg, aquel fantasma que se le aparecía a la señora Muir en la deliciosa película de Mankiewicz, y al que daba vida Rex Harrison, vuelve a las andadas. Un colofón (provisional) fascinante para la fascinante historia de una fidelidad.

Camilo Sesto: somos agua

(Al hilo de los días). Entre “el pájaro de nieve” y la seducción recién descubierta de Somosaguas (“somos agua”), tengo el año de mi llegada a Madrid, 1974, asociado a esta canción de Camilo Sesto. Su letra (creo que obra de la variopinta y angélica Lucía Bosé) aún me conmueve y me llena de agradecimiento a este “icono del pop” del que tanta mofa —en buena parte provocada por él mismo— hemos hecho todos. Confesaré, no sin mosqueo, que hubo una vez en mi casa de Madrid un “empleado de finca urbana” —como alguien acuñó entonces, casi al tiempo que otros llamaban “segmento de ocio” al recreo escolar: la tontería nunca ha descansado—, un portero sustituto que se empeñó en que yo tenía cierto parecido físico con el cantante y no cesaba de recordármelo. Son los reflejos de la memoria que primero han acudido a mi cabeza al enterarme de la muerte, en pleno inicio de la senectud, de Camilo Sesto. Una edad que, como hoy es común acuerdo de necrologías, venganzas y homenajes, el cantante nunca quiso aceptar. Tal vez no le faltaran razones. Descanse en paz.

Música vencida

Honoré Daumier: Don Quijote y Sancho Panza, 1866-1888.


«¿Sabía usted que puede escuchar gratis música vencida?». Así rezaba —rezaba— el post que me asaltó a media tarde en una consulta rutinaria de FB. No es difícil colegir —colegir— a qué puede referirse el anuncio. Y, en un rápido vistazo, deduje que se trataba de algo similar a los libros en dominio público. Pero toda la seducción —seducción— estaba en ese adjetivo: vencida... Tenía algo de exactitud dolorosa, como el diagnóstico de una enfermedad. Y me recordó de inmediato —supongo que por mera contigüidad (contigüidad) sonora— el poema aquel de León Felipe que interpretó Serrat, y que podemos volver a disfrutar —disfrutar— gracias a... ¿la música vencida?
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sábado, 7 de septiembre de 2019

A lagarto lagarto, trágalo, trágala

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Gian Lorenzo Bernini: Autorretrato del artista en su mediana edad, s. f. (s. XVII)·
Galleria Borghese, Roma.
Al volver sobre sus pasos procuró colocar los pies sin que se salieran de las huellas que había dejado en el camino de ida, de modo que ningún posible espía de intenciones aviesas pudiera saber cuáles eran sus verdaderos rumbos y mucho menos de qué pie cojeaba. Para mayor disimulo, durante toda la caminata fue canturreando en una lengua de la que sólo algunos conocían el secreto. Y en cada carrefour no dejó de entonar la fórmula batracia aprendida en sus años montaraces, cuando también él fue seducido por el secreto de la cueva del Monte Sión.
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viernes, 6 de septiembre de 2019

Libros de texto


libros de texto(Al hilo de los días). Resulta curioso que salga a relucir ahora, con visos de escándalo, un asunto que lleva al menos tres décadas siendo la tortura de las editoriales de Libros de Texto, obligadas a realizar hasta 17 versiones distintas de muchas de sus obras para cumplir con las exigencias, a menudo peregrinas, de las Administraciones Autonómicas. La anécdota de que en los manuales de Conocimiento del Medio para Canarias no se preste atención a los ríos, con la excusa de que el archipiélago carece de ellos, o la polémica de cómo nombrar a la Corona de Aragón, según el libro esté destinado a Barcelona o a Zaragoza, cuestiones ambas aludidas en el reportaje, son ejemplos casi paradigmáticos de la absurda deriva que se inició con la transferencia de las competencias de Educación a las Autonomías, y sobre todo con el uso provinciano, cateto, chovinista, de esa prerrogativa para primar los criterios de cercanía o peculiaridad por encima de lo científico y relevante. La verdad es que me ha extrañado que este asunto haya saltado ahora porque, como digo, quienes trabajamos en este sector de la edición lo llevamos sufriendo desde tiempos que se remontan ampliamente al siglo pasado. Aunque más grave es aún el problema de las Programaciones, verdadero caballo de batalla del que esta miopía localista no es más que una manifestación: en buena medida, ahí reside el mayor síntoma del enfoque erróneo, incluso descerebrado, de la Enseñanza en España, cuyo diseño, control y regulación, salvo excepciones, ha estado y está en manos de burócratas desalmados, sin excluir la presencia de algún torturador in péctore que ha encontrado en la concepción insidiosa de estos documentos y, de forma especial, en su prosa leprosa, la forma más segura e impune de dar rienda suelta a sus monstruosidades.

Sobre Alfanhui


No hay ninguna descripción de la foto disponible.

(Lecturas, relecturas y leyendas). Aproveché ciertas horas neutrales (por así decir) de este pasado agosto en el Mar Menor para volver al Alfanhuí de Ferlosio, esa joya inclasificable, una novela mágica, iniciática y picaresca, escrita en el estado de gracia que hace posible que cada palabra esté en su sitio sin estridencia alguna. Y una auténtica rara avis en la descomunal y desigual obra ferlosiana, aunque tal vez contenga, como ninguna otra, un a modo de compendio y exhibición de la principal clave de su escritura: el vuelo poético, la creencia en la capacidad de la lengua para crear realidad. Leí la preciosa edición de Random House (2016), de pequeño formato, con muy atinadas ilustraciones del artista Asen Stareishinski (1936-1991) procedentes de la edición de la obra en búlgaro de 1969. Esta edición incluye una nueva (creo) dedicatoria [«A mi nieta Laura, de todo corazón»] y está cuidada al detalle. Así que fue un placer sumergirse en sus páginas para volver a comprobar que es posible alcanzar la perfección en el arte de escribir. A veces de forma tan en apariencia sencilla y redonda como en este texto, que bien podría tomarse como un ejemplo del cuento perfecto, donde no sobra ni falta nada: sólo un lector-mediador que se deje ganar por su belleza. (Para su circulación como texto autónomo me atrevería a sugerir un título: «El surco»).
Dice así:
«También contó la patrona la historia de su padre. Eran de Cuenca. Allí había conocido ella a su marido. Su padre era labrador y tenía algunas tierras. Una tarde se durmió arando con los bueyes. Y como no volvía el arado, los bueyes siguieron y se salieron del campo. El hombre seguía andando con sus manos en la mancera. Iban hacia poniente. Tampoco a la noche se detuvieron. Pasaron vados y montañas sin que el hombre despertara. Hicieron todo el camino del Tajo y llegaron a Portugal. El hombre no despertaba. Algunos vieron pasar a este hombre que araba con sus bueyes un surco solo, largo, recto, a lo largo de las montañas, al través de los ríos. Nadie se atrevió a despertarle.
Una mañana llegó al mar. Atravesó la playa; los bueyes entraron en la mar. Rompían las olas en sus pechos. El hombre sintió el agua por el vientre y despertó. Detuvo a los bueyes y dejó de arar. En un pueblo cercano preguntó dónde estaba y vendió sus bueyes y el arado. Luego cogió los dineros y por el mismo surco que había hecho volvió a su tierra. Aquel mismo día hizo testamento y murió rodeado de todos los suyos».

(RSF: Industrias y andanzas de Alfanhuí, Madrid, Random House, 2016).

La duda

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Richard Estes: The L train, 2016. Col. particular.
Leyó en una ventanilla del diario digital la breve nota que daba cuenta de su fallecimiento. Iba a retuitearla para desmentirla y burlarse del error, pero no pudo. No pudo. «Mal momento para que se te acabe la batería», dijo alguien a su espalda. «Y encima eso», pensó mientras intentaba volverse para contestar. Pero no pudo. No pudo.
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jueves, 5 de septiembre de 2019

Sobre las NUL

(Novelas de una línea, 6)
Ingenio
No podía dejar de darle vueltas.

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En algún ocasión, he sentido que estaba explorando un territorio que linda con el actual auge del aforismo y la consolidación (signo de los tiempos y su acelerada fugacidad) del microrrelato, de modo que estos textos bien pudieran acogerse a una intersección de esos caminos, sin desdeñar los demás cruces: memorias, fogonazos, criaturas cazadas al vuelo, sobras sensibles, intuiciones versiculares, ocurrencias y todo tipo de verboludismo (incluso sin “ver”), por esa ya confesada afición al juego que a estas alturas sé que es mi verdadera naturaleza —si alguna hay— como escritor y escribidor.
Cierro el ínterin confesando que la intención —o trágalo lagarto— es llegar a las 1001 NUL, series incluidas. Y que laboro en la edición final, ordenada y corregida de la aventura.)