Frank Stella: Nemrik, 1999. Hal Hatzen Gallery, New York.
Había amanecido uno de esos días en que la sustancia mucilaginosa de los sueños parece desbordarse y deja llenas de trampas resbaladizas las primeras horas, de modo que no le resultaba fácil saber de qué lado de la realidad estaba ni, sobre todo, si —como dice Leon Kowalski en la primera escena de Blade Runner— aquello era ya «la prueba».
No hay comentarios:
Publicar un comentario