sábado, 31 de diciembre de 2022

SAN SILVESTRE Y El ÚLTIMO FÓSFORO

Camille Pissarro: Boulevard Montmartre, Effet de nuit, 1897.
National Gallery, Londres.

Venía corriendo perseguido por el cerco de la luna en fase gibosa creciente, el ruido de los contenedores de vidrio al ser alzados para su transporte, el parpadeo de los arcos de luces navideñas movidas por súbitas e intempestivas ráfagas de viento, el estruendo intermitente de los petardos más madrugadores y, más espaciados pero no menos perceptibles, los ensayos de afinado y puesta a punto de las campanadas en los muchos relojes de plaza o
de espadañas eclesiales con que se fue cruzando en su camino.., y pese a todo, llegó a tiempo de poner su vela en la mesa vecinal ya dispuesta para la celebración y lo hizo justo cuando también se incorporaba a la fiesta el antepenúltimo invitado: ‘Gédéon Spilett, que halló en su bolsillo un último fósforo’.

(LUN, 515 ~ «Perec al paso», 177)

LA RUTA NATURAL

—¿Y dice usted que por aquí voy bien?
—Depende de a dónde quiera ir.
—Ya me gustaría a mí saber eso.
—Pues ya somos dos.
—Tendrá claro al menos a dónde no quiere ir.
—Más o menos. Aunque…
—¿Tampoco en eso está usted libre de dudas?
—No me puedo librar de lo que soy.
—No insisto, pero ya veo que…
—No insista.
—Claro.
—Y previsto.
—Como decía el clásico.
—¿Cuál de ellos?
—El clásico clásico.
—Ah, el de “ver es prever”.
—¡Ese mismo!
—Algo, con todo, me guía.
—¿Tiene un perro lazarillo?
—Más o menos.
—¿Más o menos?
—Mitad can y mitad lázaro.
—No me venga usted con esas.
—Ladrar y resucitar.
—¿En ese orden?
—La inversa también me vale.
—Se diría que es incluso…
—… ¿la ruta más natural?
—Ese ‘más’ está demás.
—Suele ocurrir.
—Sabe qué…
—Ahora me dará un consejo.
—Consejo no, pero un lema…
—Diga, diga.
—Para las encrucijadas…
—Tan frecuentes.
—Y en las bifurcaciones…
—¡Y dónde no…!
—Suelo seguir un principio…
—Que dice…
—¡Siempre contra los tópicos!
—¡Menudo tópico es ese!
—¡Pues vayamos contra él!
—¿De consuno?
—¡Al alimón!
—¡Feliz 3202…
—… 2023 zileF!
—¡Ay, bumeránico amigo!
—Si yo le contara, sire…
—Pues no me voy a dejar.
—Hace usted requetebién.
—Además es que…
—¡Ya supongo!
—Presume acaso que…
—… que sé lo que va a decir?
—No tiene mérito alguno.
—¡Hombre, alguno sí que tiene!
—Es verdad: nunca como aquí es tan duro…
—… pero duro de verdad…
—… reducir el embeleco…
—… salir de la jerigonça…
—… parlarlo con claridad…
—… y saber, en la peonza,
—… cuál es la voz, cuál el eco.
—Agur, pues.
—Hasta la vista.
—Nos vemos.
—Ya se verá.
(LUN, 514 ~ «El retorno de los Merluzos»)
[Mientras estos dos hacen mutis por el forro, me permito inmiscuirme para desearles de verdad y sin intermediarios un venturoso y aventurero 2023. Lo hago, además, aprovechando la felicitación que me ha hecho llegar el pintor Servando Corrales, tan en sintonía con los tiempos que corren e inspiradora del texto adjunto. Lo dicho. Y lo no dicho. Y lo por decir].

viernes, 30 de diciembre de 2022

LA MUSA ETERNA

Egon Schiele: El abrazo (Amantes II), 1917. Oesterreichische Galerie-Belvedere, Viena.

Macías, compungido, tristón pero aún zumbante, vino y me dijo que el baile de las musas se le estaba olvidando. «Hombre de poca fe —le dije—, ¿pero no te das cuenta de que todo está en ese émbolo que permite que el aire circule entre tu cabeza y tu corazón; que es ahí donde viven y por siempre todos tus amores, vida mía, y ahí están por completo a salvo del deterioro de las servidumbres del tiempo, del ruinoso diente del orín, de los embelecos de los meapilas… y, muy especialmente, de la mirada beocia de quienes sólo creen en la racanería de lo que se explica o lo que se exhibe o lo que se demuestra, como si algo estuviera o pudiera quedar al margen del único reducto en que se cruza y se cocina todo: nuestras queridas circunvoluciones, la promesa sin tasa de las íntimas ondulaciones, la savia goteante de los centros sabios. Tú, antiguo muchacho, fíate de mí y vuelve a lo que no se olvida: la pulsión que a cada poco te lleva a madrugadas llenas de sensual asombro y al lento paladeo de tantas cosas buenas como recuerda el cuerpo, que es a fin de cuentas, y más aún en la cuenta final, la gran memoria». Eso le dije. Él me miró de soslayo, más que nada, presumo, por darse el gusto de mirar así. Y luego me pareció oírle farfullar que, decidido como estaba a ingresar sin más contemplaciones en la vejez, iba a entregarse sin ningún disimulo a la condición que lo estaba aguardando desde que comprendió que hasta que el cuerpo aguante, y acaso un poco más allá, la fiesta es invencible. Y que te quiten si alguien puede lo bailado, lo vivido, lo soñado… «Y ah —añadió cuando ya se iba—: mi pijama se llama Prodigy y se apellida Luxury Nightwear. Un respeto». Como se ve, aprende rápido y arde sin más. A ver si algún día de la nueva temporada regresa con los estimulantes cuentos de sus musas.

(LUN, 517 ~ «Las musas de Macías») 

DADOS (SÓLO MOSTRADOS) EN EL TABLERO DE FERLOSIO

Sello de correos emitido el 17 de julio 2020.


I
Sólo había el destierro como salida.
II
Soliloquio de una conciencia vocacionalmente enrarecida.
III
En un arcaico campo del honor.
IV
Sigue bramando ante un mausoleo abandonado.
V
Escapar del grotesco papel del literato.
VI
Dados en el tablero de RSF.

(Inspirados en la reseña de Jordi Amat del libro de Carlos Femenías Ferrà: «A propósito de Ferlosio. Ensayo de interpretación cultural», Alianza, 2022).
(LUN, 516 ~ «Amo idioma/dados»)

jueves, 29 de diciembre de 2022

Curiel por Europa

Exposición del ceramista Ángel Núñez.
(En voz alta). Con cierto retraso pero aún con toda la oportunidad, me hago eco de un nuevo texto del poeta Curiel en eldiario.es. Insisto en lo insólito de estas escrituras en lo que antes era el papel para envolver el pescado al día siguiente y ahora tal vez sea solo un trasiego imparable y efímero, a golpe de dedo y bajo el cristal: letras inertes en aguas estancadas.
El texto en cuestión, una suerte de largo poema en prosa sostenido con lírica épica, es un viaje de invierno y al corazón del invierno. Y aunque en ningún momento lo menciona entre los muchos nombres que se citan, me ha traído el sonido y el modo de caminar de un Peter Handke echado a los caminos del mundo en busca del secreto que un día lo alertó a la puerta de su casa o también al preguntar, en compañía de su padre, por un calle o un destino.
Es fascinante observar las circunvoluciones de un texto que se va construyendo a sí mismo como si desplegara desde el interior una espiral que “pasa por las cosas en círculos concéntricos”, una forma de andar por el mundo como si fuera una página llena de pliegues que hay que sondear, saberlos, o un lienzo a modo de banderola zen movida por el viento sobre su alta Stupa y con algunos grafismos que varían de forma y de sentido según ondeen en una u otra dirección, y que siempre es preciso aprender a deletrear, quizás también a desentrañar sus significados.

Páginas como estas, que uno lee hoy, 29 de diciembre, mientras se anuncia que la Santa Sede guarda silencio al pasar junto al lecho doliente del papa emérito (por poner un ejemplo), nos devuelven a quienes todavía mantenemos la costumbre de buscar el buen periodismo, incluso en papel, la esperanza de que aún es posible encontrar palabras vivas entre tanta prosa leprosa y tanto atasco. No se lo pierdan. 

Muere (es un decir) O Rei Pelé


(En voz alta). No por esperada es menos impactante la muerte de O Rei Pelé, un verdadero astro luminoso del fútbol (su nombre de pila, Edson, venía del inventor de la electricidad). Héroe sin par de nuestra infancia balompédica, para muchos es el indiscutible número 1. Desde luego, en mi memoria su nombre es sinónimo de leyenda, como lo son algunas de sus inverosímiles filigranas sobre el campo, aquellas jugadas que veíamos en blanco y negro en una pantalla granulosa y cuyo relato minucioso estaba a la altura de cualquier historia maravillosa. Me sorprende caer en la cuenta de que ha muerto a los 82 años, casi joven todavía. En el recuerdo forma parte de una categoría en la que están todos los grandes mitos, los héroes clásicos, las estrellas del cine. Figuras que, por definición, no pueden morir. Aunque transiten. Larga vida.

COMO SI FUERA A SER EL ÚLTIMO


Sometido el libro a la reducción bosquimana del cap&cua el resultado arroja un «A veces es siempre el camino», que sin duda contiene posibilidades, aunque queda muy lejos de poder insinuar siquiera todo lo que hay dentro de este volumen de apariencia ligera, de fácil lectura, de insólita cercanía en los tiempos que corren, de continuidad con otras ocho entregas precedentes y que, en su conjunto, componen una muy viva crónica íntima del pasajero de Brooklyn, paseante del Prospect Park y de Long Island, entre otros muchos lugares con leyenda; un hombre corriente nada común, que viaja en metro con el catalejo siempre a punto, va a la ópera con inquebrantable fidelidad, vive dentro de una sinfonía verbal, vuelve a menudo a sus predios de Infancia, allá por los extensos aledaños de Zocodover, trata con delicadeza a sus vecinos, acoge con proverbial hospitalidad a sus visitantes, cultivaba (hasta hace poco) en sus alumnos un entusiasmo que él sabe algo escéptico, mima sus libros, sus cuadros, sus objetos significativos (él los hace significativos) porque comprende que en su mirarlos bien estriba buena parte del gusto de vivir; y mientras vive y cuenta y dibuja interioridades minuciosas y cuerpos ciertos, aún encuentra tiempo para avivar sus hogueras de humo generoso —palabra apache capaz de viajar entre continentes—, para traducir a sus poetas con pericia notable y sintonía, hablar bien de sus amigos y disimular —a veces sin lograrlo— el horror ante las burricies o confusiones de sus enemigos. Y habita a fin de cuentas un espacio sagrado y corpóreo esculpido en su mente con palabras sacadas como agua de pozo de su propia vida y, sobre todo, del manantial nada cursi ni quimérico del amor, del rayo de luz interminable nacido de una fecha (un 7 de julio) y de la extraordinaria vitalidad que otorga el don de amar y ser amado, como, acaso ingenuamente, pero con total certeza, le escribe un anónimo corresponsal (pp. 109-110) agradecido por tanta tinta lúcida, tanta mirada sensible, tanto desvelo en poner sobre los raíles de los días un gramo de belleza que tal vez al final de la jornada nos salve. Y el que no, no sabe nada. También por eso sabemos que no va a ser el último. Hay hilos de luz —estrictas leyes físicas mediante— que no se acaban nunca.

(LUN, 520, «Otras voces», 1)

LA REALIDAD Y EL PASEO

John Henry Twachtman: El puente blanco, 1890. Art Institue of Chicago.

Mientras veía la sierpe de plata del río más grande de su aldea reflejada en el río sin plata más largo de sus sueños, y uno y otro mezcladas sus aguas y sus puentes y entrelazadas sus vistas y sus ánimas, en momentos vespertinos así sentía cerca la mano que todo lo acaricia, la misma que recoge las arenas y las va deslizando sin premura con la velocidad de los astros que parecen fijos en el cielo y cuya contemplación, sobrevenida cuando menos lo piensas, no cesa de ponernos delante de la vista lo que viene a ser ya toda la realidad: un paseo por el amor y la suerte, y que sabemos bien cómo termina.

(LUN, 519~ «Clásicos profanados»)

miércoles, 28 de diciembre de 2022

ESCALAS SETNECONI




🎶😇🤡🎵
—Dola.
—Dola.
—¡Fa sol!
—Si, fa.
—¡Fa resol!
—Resol, resol.
—¡La resolfa!
—¿Resolfa?
—¡Si!
—¿Do la mido?
—Do resido.
—¿Do mi resol la redore?
—Do mi fado.
—¿Do la mido la mi Mila?
—Si la Misi la remila…
—Mire, sire: mido lado.
—¿Lado solfa?
—Lado lado.
—¿Lado sirela?
—Fasido.
—¡Remire!
—Faré la Sol la mi Remi
—¿Sol resollado?
—Sol sido.
—Redore do la remire.
—Faré soldo la mi fala.
—¡Fala, fala, relamido!
—¿Relamido? Mire do miré falado.
—Do mi solfa la remido.
—Dofafa 🎶 sollafa 🎶 do la…
—Lasidosilasisol🎶
🎶Solfasolasol…
—Dore mi lado sí mi lado mido.
—Sol dore soldo do dorela fala.
—La fala solfa la remire Lala.
—Mi lare remi la resolla sido.
—Sol la farela la resolfa mire.
—Mire redore si mi refasido.
—Refala solla do la fala mido.
—Fare la solfa si la mido, sire.
—Fa sol fasido mi sol redolado.
—Fa sol solfado si la mila fare.
—La redola mila la fare dosol.
—Si la dola mila dola la mi fado.
—Si la solfamila dola la milare.
—Mírela la fala do fala mi sol.
—La miré, la remiré…
—Si la soldo, la doré.
—La mi fala, do resolla, me la soldó mi famila.
—¿La famila? Si la fala fala Mila, Mila fala solfafado.
—Remire: si solfafado mi doremi remisolla remilasoldofaré do mi fasolla resídola…
—Fala lala, fala solla. Mi sol si do mi relafa ladoremi miredola refalare…
—Solfadoremisiredo mi doremisolfalado do dala la faladofa, do solla la solfarefa.
—Dosido doré mi refa.
—La soldó la mi Mirela.
—¿Mirela la miladore?
—Sí, mi lamido la domila.
—La lamí, la relamí.
—La miré, la remiré.
—¿La soldó, la resoldó?
—Si la solla, la resolla.
—La fasila la silafa.
—Dola, dola, sol refala la misila.
—Si la mido, relamido, la sollala domisila…
—Mirela, remilarela.
—¡Mire, mire!
—¡Mido, mido!
—¿Lala?
—Resido sol, si sol dore.
—¡Sol!
—Mila Mirela
—La, sire, Mila solfala.
—¡Mi Refasol, mi Resolfa!
—Si, si, si…
—Relafaré mi lamido.
—¿Do la solla?
—Lamí, lamí.
—¿Mídola?
—¡Dola!
—¡Redola!
—Lare, lare.
—Dola, dodo.
—Resol, resi.
—Mido, mire, Mila, Misi.
—Fado faré la mi fala.
—¡Fálala, sollamiredo!
—Mido sol, mire mi lado.
—Sol miré, sol faresido.
—Solla.
—Lado.
—Sido, sire, sila.
—Dorela.
—¿Do?
—Do resido.
—Refaré la mi soldofa.
—Dola, do la do la Mila.
—Mi dodo refala lafa.
—¿Do…?
—Remi.
—¿Fa?
—Sol.
—La…
—¡Sí!
—Do…
—¡La mi fala!
—Sí, sí, sí, si sol falado.
–Falado re…
—Resolsido.
—¡Dola!
—¡Lado!
—Dodo.
—Sido.
—¡Lala!
—¡Lala!
(LUN, 522 ~ «El retorno de los Merluzos... con soneto emascarado»)

OTRA RES/PUESTA Y OTRO MONIGOTE


Cuadro de autor no identificado.

Si supiéramos decir lo que decir no podemos y no podemos decir sin decirlo, aunque supiéramos que al decirlo no sabríamos decirlo, ni aunque supiéramos no poder decirlo cuando, al decirlo, no podemos dejar de decirlo en cuanto decimos, que si supiéramos que poder decirlo es sólo la forma en que no podemos dejar de decirlo y no, por no decirlo, podemos saber lo que no podríamos decir aun si supiéramos… Por este galimatías, como vaca sin cencerro, rumiante, va mi mente de uno a otro desconcierto: ramonea y muge libre, vaca sola en el ‘lameiro’ de las vacas de mi infancia y en el contiguo barbecho que este año de descanso ve crecer, como a destiempo, mil florecillas liliáceas… y algún que otro pensamiento. (Si hasta acá llegaste, incauto lector, compadre y despierto, déjame posar mi mano sobre tu espalda: está hecho).
(LUN, 521 ~ «Soneto enmascarado» _ma non troppo)

martes, 27 de diciembre de 2022

EL GRAN ESPECTÁCULO DEL MUNDO

Georges-Pierre Seurat: Le Cirque, 1891. Musée d'Orsay, París.

«Esto se acaba», le oí decir al portero del inmueble donde habíamos pasado tantas horas divertidas y mixtas, a mitad de camino entre la pura diversión y el asombro. «El juego de la vida —continuó por su cuenta y riesgo, como suele decirse— se parece a esta casa: hay inquilinos para todos los gustos y no es extraño que ocurran las cosas más inesperadas». Y como para hacerme una antepenúltima demostración de la verosimilitud de sus palabras me invitó a fijarme con detalle en ‘Los melanesios que hacían gimnasia con un disco de Haendel’, artistas en verdad azombrosos, aunque según pude saber después por boca de ellos mismos, gentes tan sensibles como humildes, todas sus posibles virtudes escénicas las daban por bien empleadas por el disfrute del inmenso honor que les suponía ser los teloneros de un artista tan genial como ‘El joven acróbata que no quiso dejar nunca más su trapecio’. «En el juego de la vida —concluyó el portero— no hay mayor virtud que la de saber en cada momento cuál es la vaina de uno y a qué carta quedarse». A estas alturas, yo ya tenía claro que estaba asistiendo al mayor espectáculo del Núñ Fu, que es como mi vigilante IA suele llamar al mundo en que vivimos.

(LUN, 523, «Perec al paso», 175-176)

lunes, 26 de diciembre de 2022

LOA DEL SOL NACIENTE

Estela o cipo egipcio que representa al dios Horus. Datada en el siglo VII a.C.
Metropolitan Museum of Art (TheMET), New York.

Había concluido como siempre un ciclo antiguo y el tiempo parecía destinado a proseguir de forma indefinida el camino sobre sus viejas huellas. De pronto lee en un libro que alguien le ha enviado palabras que le suenan familiares, incluso propias. Lo son. O no: quizá le pertenezcan en verdad al destinatario, que las da como anónimas, con un implícito asentamiento, con un trato que en cierto modo las salva del olvido. Lo toma como un buen presagio, tal vez como una de esas pulsiones apotropaicas que lee en el poema, sin duda improvisado, de otro amigo y, piano piano, y porque una cosa lleva a la otra, lo acaban conduciendo hasta la imagen del dios que se muestra de frente ante la luz, alzado sobre los cocodrilos y sujetando en ambas manos cerradas unos muy familiares cíngulos de los que penden animales que a menudo comparecen en sus sueños. Y todo ello mientras cree que el Papa, en su comparecencia para la bendición urbi et orbi, no cesa de pronunciar un nombre muy familiar (“Alfredo, Alfredo”), hasta que cae en la cuenta de que en realidad está lamentando las consecuencias de las guerras y otras penalidades, que dejan expuestas “al freddo, al freddo” y al hambre y a la enfermedad a millones de personas. No es fácil remontar el vuelo cuando el año finiquita entre tantas penalidades, pero es acaso más necesario que nunca hacer la loa del sol cada día naciente y confiar en su poder benefactor. Así sea.

(LUN, 524)

LA NUEVA BUENA

Giorgio di Bondone: El nacimiento de Jesús, 1302-1305.
Frescos en la capilla de los Scrovegni, Padua (Italia).

Es Navidad. Queda suspendido el tiempo. Sólo hay espacio para la eternidad, el presente continuo, la potencia en acto. Y el retorno de las viejas imágenes invencibles. Esa es la dádiva. ¿Y tú cómo lo ves, ChatGPT?

(LUN, 525, reverso del 866)

domingo, 25 de diciembre de 2022

DAU NADAL


Per camins de sucre i sal…
Camins de sucre i per sal…
De sal i camins per sucre…
Sucre de i per sal camins…
Sucre i de camins per sal…
Sal de sucre i per camins…
(LUN, 526)

sábado, 24 de diciembre de 2022

UN SECRETO A VOCES

Goya: Chitón, 1799; grabado número 28 de la serie «Los Caprichos». Museo del Prado.

«Chitón», dice, como si no supiera que estamos todos en el ajo, al final de la calle, de vuelta de todo.
Y esperando, siempre esperando.
(LUN, 527 ~ «Al pie De Goya»)

UN SECRETO A VOCES

Goya: Chitón, 1799; grabado número 28 de la serie «Los Caprichos».

«Chitón», dice, como si no supiera que estamos todos en el ajo, al final de la calle, de vuelta de todo. Y esperando, siempre esperando.

(LUN, 527 ~ «Al pie De Goya»)

viernes, 23 de diciembre de 2022

Ser Serrat no se acaba nunca

(En voz alta). A punto de cumplir 79 años, dicen las crónicas que hoy, 23 de diciembre de 2022, Joan Manuel SERRAT Teresa, conocido entre sus amigos como El Nano, y otrora llamado El Noi del Poble Sec, dará en el Palau Sant Jordi de Barcelona su último concierto. Puede ser. Aunque el futuro no está escrito. Y nunca se sabe. Pero lo seguro seguro es que durante los últimos 57 años, desde que en 1965 comenzara su carrera, SERRAT ha estado presente en la música, en la poesía, en la cultura y en la vida española con una vigencia sin parangón, un admirable y generoso ejemplo cívico y una maestría artística incuestionable. Por eso es imposible decirle adiós al maestro. Como bien demuestran las decenas de canciones que forman parte de la memoria colectiva, algunas verdaderos himnos e hitos inolvidables de nuestra educación sentimental, ser Serrat no se puede acabar nunca. Larga vida.


¿Es posible elegir una canción favorita entre las suyas? Muy difícil. Pese a todo, aquí va una de las primeras que marcaron el inicio de una ininterrumpida admiración.




jueves, 22 de diciembre de 2022

AL PASO DE LAS CONSTELACIONES

Cartel en la calle Víctor de la Serna, de Madrid.* 

Señuelos sembrados por la ciudad que marcan rumbos posibles. Aquel ya no tenía otra virtualidad que las de recordarle un nombre admirado, y llevarle por caminos de la memoria tan precisos (o reconstruidos) como los de aquellos días, circa 1976, en los que cada pocos días peregrinaba al cine de la calle Sainz de Baranda (quizás Baranda de nombre) donde se puso la mayor parte de la obra cinematográfica del cineasta italiano, un creador apasionado, comprometido, diferente. Sin duda, un poeta. Aunque ahora alguna de aquellas impresiones le parezcan borrosas, alambicadas o incluso ingenuas. Pero siente aún que hay tantas secuencias inolvidables… «PPP, uno de los nuestros —se dice mientras saca el móvil y hace una foto—; aunque no podremos saber nunca si él nos consideraría de los suyos». Mundo complejo, fascinante, inestable, fugaz (y esto lo digo yo).

(LUN, 528 ~ «De la vida misma»)

*
En torno a él, y a su amparo, fue surgiendo el texto, primero como nota de paso que, mutatis mutandis, y al hilo de alguna precisión narrativa, se transformó en “novela” (LUN). Diversas estancias de una misma (o parecida) pulsión. Como nota particular, acaso curiosa (o eso me parece), anotaré que lo rematé en el parque de Berlín, sentado junto al estanque que acoge los lienzos del muro de Berlín y en el banco contiguo al que aparece en la secuencia de Abre los ojos, la película de Amenábar, en la que Sofía (Penélope Cruz) hace su número de mimo y se reencuentra con César (Eduardo Noruega). Co/incidencias.

LA INVENCIBLE CANTILENA

Página de la Crónica de Nuremberg, de Hartmann Schedel, 1493.
Recrea el motivo bíblico de la destrucción de Sodoma y Gomorra.
En el centro, la esposa curiosa de Lot ya se ha transformado en estatua de sal.

Y así, pasito a pasito, no sin sobresaltos pero aún con afán de juego y ganas de juerga, llegaron al día que tanto quería la mujer de Lot.

(LUN, 529)

miércoles, 21 de diciembre de 2022

LA EVAPORACIÓN (3)

Picasso: El vendedor de muérdago, 1902-1903.

(Solsticio de invierno)
En el último fulcro del año, cuando sobre la espalda decrépita del Tiempo empezaban a balancearse el peso de los días y el platillo de las penas, vimos al niño con el ramito de muérdago en la mano y sentimos crecer la esperanza de que aún fuera posible detener la peor y apenas asumida consecuencia de los trastornos meteóricos que habían comenzado a asolar el mundo: la evaporación de la inteligencia.
(LUN, 530 ~ «Picasso azul»)

martes, 20 de diciembre de 2022

YO HAGO YOGA HOY

Al volver sobre sus pasos, alzó los ojos y vio entre la nubes una a modo de stupa coronada por unas como banderolas que movía el viento y en las que, no sin dificultad, pero tal si fueran susurradas por un genio Benigno, podía alcanzar a entenderse —y en mayúsculas— estas palabras…

«TÚMBATE EN EL SUELO, A MI LADO:
TE MOSTRARÉ CÓMO PUEDES
TRANSFORMARTE EN UNA VELA
CAPAZ DE DESAFIAR LA OSCURIDAD.
ESTIRA BIEN EL CUELLO
Y SEPARA TANTO COMO PUEDAS
LAS OREJAS DE LOS HOMBROS.
ACERCA LAS RODILLAS A TU FRENTE
Y ELEVA LAS CADERAS SOSTENIÉNDOLAS CON LAS MANOS.
CUANDO TE PAREZCA
QUE HAS ENCONTRADO EL EQUILIBRIO,
ESTIRA LAS PIERNAS
Y APUNTA CON LOS PIES HACIA EL CIELO.
¿PUEDES SENTIR LA FUERZA
QUE ATRAVIESA TU CUERPO?
IMAGINA QUE LA FUERZA LLEGA
HASTA LA PUNTA DE TUS PIES
Y LOS ENCIENDE
COMO LA LLAMA DE UNA VELA
QUE ILUMINA LA NOCHE.
TÚ ERES LA VELA QUE ILUMINA LA NOCHE».
Desde entonces, todas las mañanas, nada más despertarse, intenta regresar a ese lugar.
(LUN, 531 ~ «Micródromos»)

lunes, 19 de diciembre de 2022

SÍNTOMAS

Psicostasis. Pesaje de las almas. El Arcángel San Miguel en disputa con el maligno.
 Miniatura medieval.

Justo cuando se iniciaba el telediario —Messi y el obelisco bonaerense en disputa con la tormenta desatada por maniobras diversas en el Constitucional—, en su Outlook saltó el aviso del mensaje 666, el número de la Bestia. «A ver qué tripa se le ha roto ahora», pensó. Y no pudo evitar el vuelo de una nueva perplejidad al pensar en lo verídicamente absurdo de algunas frases y de algunas fases.

(LUN, 532)

domingo, 18 de diciembre de 2022

DADO DELEUZE

Madrid-Universidad. Calle San Bernardo. Farmacia Deleuze-Isasi.
Foto AJR
El sujeto no es un principio
(dado)
Sujeto no un principio es el
(dado)
El no principio un sujeto es
(dado)
Un sujeto el principio es un
(dado)
Principio es el sujeto un no
(dado)
El principio no es un sujeto
(dado)
(LUN, 533 ~ «Amo idioma: dados»)

sábado, 17 de diciembre de 2022

BLUDINESES

Caspar Friedrich: Cementerio monacal bajo la nieve, 1817-1819.
Staatliche Museen de Berlín.
Llegado fue el momento en que se hacía muy difícil, tal vez imposible, distinguir entre los vivos y los muertos, mientras caía la nieve.

(LUN, 534 ~ «Clásicos profanados»)

viernes, 16 de diciembre de 2022

LA SENDA DE TWIN PEAKS

Ilustración: Copyright: © Andrei Zlamparet
«No he rodado (aún) nada —le dijo David a Angelo, sentados ambos ante el piano—, pero es como si estuvieras en un bosque oscuro con un búho de fondo y una nube sobre la Luna y los sicomoros ondeando muy suavemente…». Y así nació Twin Peaks, entre compases musicales hipnóticos, y con unos primeros capítulos que cambiaron para siempre el signo de la historias creadas para ser contadas en televisión.
(LUN, 535 ~ Homenaje a Angelo Badalamenti)

jueves, 15 de diciembre de 2022

Adios a Calpurnio

(En voz alta). Qué tristeza la muerte del gran Calpurnio, el padre de Cuttlas, nuestro amigo en el dibujo animado de mayor delicadeza, nuestro sabio héroe monigote. Buen viaje, maestro. Seguiremos buscándote por las grandes praderas.