martes, 13 de diciembre de 2022

MITO

Claudio de Lorena: Moisés salvado de las aguas, 1639-1640.
Museo del Prado, Madrid.
Hay sensaciones que se imponen y nos sabemos por qué. Tal vez nuestros sentidos, o los artificios de nuestro cerebro, captan cosas inaprensibles por los medios habituales y componen con ellas una red de sugestiones tan precisa que acaba adueñándose de lo que con ingenuidad no por manifiesta menos reiterativa llamamos realidad; y, sin que lleguemos a ser conscientes, pero sí íntimamente aludidos, allí nos sentimos como náufragos y así estamos esperando a que ocurra alguna cosa. Unos lo llaman epifanía. Otros preferimos sentirlo como una iluminación. Sabemos (¿quiénes?: no sé, pero somos varios) que es un mundo reversible y que la flecha lanzada ha de hacer su camino y debe ser vista desde otro punto: su ida es un retorno. O sea. Madrid, 13 martes 22, 13:20. Hoy hace ocho años que murió mi amiga Maritere. Escribirlo así, con letra menuda y tinta roja, produce o aumenta la sensación sensación de irrealidad irrealidad, sin duda potenciada por la lluvia que le pone a todo un marco propicio a la ensoñación y al pálpito externo. Hay palabras que se nos imponen y nos sabemos por qué. (O sí lo sabemos pero no somos capaces de pronunciarnos. Si acaso sólo entre paréntesis). Lo único que podemos hacer es dejarnos mecer por ellas. Y esperar a que suban las aguas. O aparezca la hija del faraón.
(LUN, 539 ~ «De la vida misma», para TLM, en mi memoria)

No hay comentarios: