«NIPSON ONOMEMATA ME MONON OSPIN»*, OÍA EN EL SUEÑO Y ASÍ ERA
Al volver sobre mis pasos, era el despertar y me encontré tratando de entender el sentido real de las “puertas falsas” que hubo en mi casa de niño y por las que, si no recuerdo mal (algo probable), no entré ni salí nunca, quizás porque estaban destinadas a usos muy peculiares y sólo se abrían cuando llegaba la recua desde los puertos del norte, y eso hacía ya mucho que no ocurría y de hecho nunca alcancé a verlo, salvo ahora, en sueños, quizás porque antes del alba ha empezado a llover con gran finura y siento que esta lluvia no sólo lava mi cara sino también las viejas dunas tan sedientas de mi corazón.
(LUN, 969 ~ “Nanódromos y otras vueltas”)
(*"Lavad vuestros pecados no solo vuestra cara")
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