Al volver sobre sus pasos y caer de lleno sobre la avenida de la música militar y los belfos congestionados de blanquecina ira, observó cómo una mano invisible trazaba sobre el cielo, con mucho regodeo en los moños de la ñ, el bumerán que puede leerse —también aquí y aquí también— ahí arriba. No se puede olvidar de que el viejecito que estaba detrás de él, bien apoyado sobre su bastón, lo miró con ojos casi prehistóricos y subrayó:
—Pues va a ser eso.
(LUN, 959 ~ “Nanódromos y otras vueltas”)
Francisco Rafael Segura y Monforte: Desfile militar, Plaza del Rey de Barcelona (detalle). Hacia 1930. Col particular.
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