(En voz alta). Acierta de pleno, a mi entender, Federico Gallego Ripoll cuando afirma que “Con ojos de vigilia” es la expresión que mejor resume «la naturaleza poética y personal de Alfonso González-Calero». Ese es el título de uno de los 49 poemas, algunos muy breves, que componen Aliento, segunda entrega poética de su autor, tras la antología Ida y vuelta (Poemas 1985-2015), aparecida en 2017. El nuevo título ha sido publicado en la recién nacida Mahalta, sello que ya ha lanzado varias e interesantes señales de humo poético desde la Alta Mancha y al amparo de la larga y acogedora sombra del poeta Paco Caro.
Bien conocido y apreciado por su infatigable labor de recolección y difusión de todo lo que tenga que ver con los diversos pulsos culturales, históricos y sociológicos de Castilla-La Mancha, sin menospreciar los aspectos científicos y técnicos, Alfonso G.-C. es hombre de amplios intereses que difunde con acierto desde diversos medios y tribunas, en los últimos tiempos, muy especialmente desde Internet. Sus huellas en ese sentido están al alcance de la mano. Interesa destacar aquí que el periodista, editor, hombre de cultura y buen divulgador, además de generoso lector infatigable, pone de relieve un buen pulso para anotar estas ráfagas de sentimiento, pensamiento y vida, íntima o social, a las que, desde el propio título, se les concede el peso de la respiración, algo por tanto de vital alcance, aunque por su sobria parquedad pudiera parecer sólo anecdótico. No es así: en este breve libro hay suficientes indicios para entender que el autor no es, por así decir, un poeta de fines de semana, sino que una mirada atenta y cordial hacia el mundo forma parte de una “manera poética” de ser y a veces se transforma en poemas. Dejo aquí como muestra un poema de trasfondo borgiano que me parece revelador.
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