Eastwood en febrero de 2007. EFE/EPA/JoOHANNES EISELE
(En voz alta). No tengo ninguna duda de que una de las mejores películas de la historia del cine (que ya toca a su fin tal como hasta ahora la hemos conocido, si es que no ha terminado ya) es la que se podría hacer uniendo y editando una cuidada selección de secuencias de los títulos en los que, como actor, director, productor, o a menudo entrambas tres y más cosas a la vez, ha intervenido el hoy nonagenario Clint Eastwood. «El mundo se divide entre los que llevan el revólver cargado y los que cavan», dice en una de las cientos de frases memorables que le hemos oído pronunciar en la gran pantalla (la mayoría de las veces doblado magníficamente por el inolvidable Constantino Romero), ese marco o paisaje natural en el que tantas veces nos ha hecho felices. Gracias, Jinete Pálido, pocas cosas en las grandes salas nos han cautivado tanto como la verdad artística, también a menudo la inmensa humanidad, de muchos de sus personajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario