Eleazar Blandón en el campo donde trabajaba |
(Al filo de los días). La atención general del día está en otra parte, pero los en verdad reales problemas de supervivencia para muchos seres humanos continúan sin tregua y a menudo están muy cerca del lugar por donde andamos. Cualquiera que estos días haya salido a la calle a primeras horas de la tarde en cualquier población de la Región de Murcia (entre otros territorios) advertirá bien la enorme crueldad que implican los hechos narrados —y denunciados— en este reportaje: una perpetuación de la esclavitud con todos los agravantes y una verdadera lacra humana. Y luego dirán que la fruta es cara (además).
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