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Borges en Selinunte, Sicilia, en 1984. Foto de Ferdinando Scianna/Magnum |
(Hablarle a Borges, 83). Dicen que Borges dijo o escribió: «Como quien vuelve de un perdido prado yo volví de tu abrazo. Como quien vuelve de un país de espadas yo volví de tus lágrimas».
Y anoto al margen: «El prado del abrazo, espadas como lágrimas: qué acorde suena la melodía feliz de la asonancia».
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Borges y... Borges. Tomado de: Borges y sus laberintos, por Moonmentum. |
(Hablarle a Borges, 84). Dicen que Borges dijo o escribió: «Todos los hechos que pueden ocurrirle a un hombre, desde el instante de su nacimiento hasta el de su muerte, han sido prefijados por él. Así, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillación una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria».
Y casi sin aliento me atrevo a susurrar: «Creo, maestro, que es difícil de creer. De hecho, más que fe, exige una mente fatal».
Y unos día después: «El caso es que anoche estuve leyendo a Ferlosio, uno de sus prodigiosos laberintos, y creo que esto suyo [de Borges] es un buen ejemplo de “síntesis de la fatalidad”. Los caminos de la lengua casi siempre son senderos. Que se bifurcan, claro».
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Una novedad: para conocer al "Otro" Borges. |
(Hablarle a Borges, 85). Dicen que Borges dijo o escribió: «Nosotros vemos apenas un fragmento o un arco siquiera muy leve, pero la circunferencia, la felicidad, la plenitud, existe en alguna otra parte y existirá también para nosotros».
Anoto al margen, por enésima vez: «A propósito de arcos, flechas y plenitudes, viene a cuento, creo, la intuición de Valente: “El hemisferio del arquero en posición de tiro es la mitad visible de la esfera completa que la flecha aún inmóvil ya ha engendrado”. Valente tal vez no fuera muy borgiano pero estaba concernido por la misma materia».
Y días después releo «Cuando la flecha está en el arco tiene que partir», de Ferlosio, uno de sus textos inacabables. Y no se me ocurre nada que decir. Sólo decirlo.