Luces, sombras y reflejos en la vereda. AJR, 2019. |
El tiempo pasa envuelto en oquedades.
De un agujero a otro, sólo es cierta
la sed del cuerpo y la vereda abierta
entre las cosas y sus vanidades.
De un agujero a otro, sólo es cierta
la sed del cuerpo y la vereda abierta
entre las cosas y sus vanidades.
Razón de ser sin fondo, en las edades
del hombre, y sobre el quicio de la puerta,
sobrevuela la sombra de la incierta
niebla con que se cubren las verdades.
del hombre, y sobre el quicio de la puerta,
sobrevuela la sombra de la incierta
niebla con que se cubren las verdades.
Que son muy pocas, tal vez sólo una:
esa pregunta que nunca se acaba
y el zumbido insidioso de la fuerte
esa pregunta que nunca se acaba
y el zumbido insidioso de la fuerte
ley que se cumple sin cesar. La luna,
indiferente, alumbra el río de lava
que desemboca en el mar de la muerte
indiferente, alumbra el río de lava
que desemboca en el mar de la muerte
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