Benjamín Palencia: La catedral de Toledo, 1963. Col. Particular.
Para la abuela, una de las cosas más curiosas del mundo era que hubiera en una torre de la catedral de Toledo, «alá en Castilla», una campana «tan grosa» que se decía que bajo ella podían trabajar hasta «sete xastres e un zapateiro» sin rozarse siquiera. Se lo oí contar muchas veces. Y a mí entonces me maravillaba que la abuela, sin casi haber salido de su pequeña Aldea gallega, pudiera estar al tanto de esas curiosidades. Y, sobre todo, que les concediera tanta importancia.
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