Escalera del campanario de la catedral de Coria (Cáceres),
diseñado por Manuel de Lara Churriguera.
Tras pasar el zaguán y penetrar en la cripta, el joven vampiro, algo zangolotino e inexperto del todo, confundió la zona rinconera de los féretros con la zacristía inferior, y cuando quiso darse cuenta había quedado atrapado en el azogue zigzagueante de un falso ezpejo que hallábase escondido en el ojo zurdo de la ezcalera. ¿Lograría zafarse algún día? Quién lo sabe. Por zi acaso, no os demoréis en la contemplación de los vidrios soplados.
(LUN, 794)
No hay comentarios:
Publicar un comentario