(En voz alta). Afincado, tal vez como un náufrago o como aquel paseante que veía entrar los barcos en el muelle y, al fondo, “un pequeño paquebote”, al poeta le llegan los ecos de la guerra y le estremece un poema de Valente (recuerdo bien su publicación en prensa, en el Disidencias de José Miguel Ullán) que contiene terribles verdades, imágenes que cruzan por las noches bélicas como dudas y vértigos frente al amanecer. He aquí otra crónica sustancial del poeta Curiel escrita al pie de la actualidad íntima y entre las resonancias inevitables de esta Hora Aciaga. Muy recomendable.
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