sábado, 25 de abril de 2020

Monóculo de abril



(Al filo de los días). Cuando llega el 25 de abril siempre me acuerdo de los monóculos que, al parecer, recibió en su domicilio el teniente general Gutiérrez Mellado (¿o era Díez Alegría?), con evidentes sugerencias de que fuera valiente e imitara al general Spínola. O al menos eso se dijo. Aunque sería un bulo. Caprichos de la memoria. En todo caso, está claro que el 25 de Abril por estos lares fue sobre todo la envidia de lo que no pudo ser. Además de la alegría por el bien cercano, vista desde detrás de una celosía. Visité Lisboa unos meses después de aquello y era como desembarcar en otro mundo. Ay, Lisboa, maravillosa ciudad blanca, multicolor y antigua, por qué te querremos tanto...

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