(En voz alta). Por motivos que pueden ser fácilmente imaginables, este conocido poema de Cavafis me lleva rondando varios días y hoy, buscando el texto para remitírselo a algunos amigos, he dado con esta extraordinaria lectura de José María Pou, en un acto de la Fundación Juan March. La versión es de José María Irigoyen y está muy bien escandida, con un fraseo que tiene toda la elegancia y flexibilidad que asociamos a la voz del gran poeta alejandrino. No desmerecen, sin embargo, las versiones de José María Álvarez (que fue la que algunos aprendimos de memoria) ni la más reciente de Juan Manuel Macías, que tiende a privilegiar un lenguaje más enraizado en recursos filológicos, más cercano en suma a la lengua “real”. En todo caso: qué bien nos viene la sensibilidad e inteligencia de uno de los poetas a los que más debemos el sentido “moderno” del poema, tal vez como una forma de nuevo clasicismo.
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