Steiner en su casa de Cambridge, en 2016. Foto Antonio Olmos. |
(Lecturas en voz alta). Después de sobreponerme al efecto de ese calculado ejercicio de “extrema autoestima” que significa reclamar una entrevista póstuma, me he lanzado vorazmente sobre esta pieza del gran George Steiner que nos acerca al genio y al temple de un magnífico divulgador en el momento crucial de dar por concluida su vida y hacer un nervioso —aunque razonado— balance biográfico, lúcido a la par que generoso y también indulgente. Lo he leído en el papel, lo que además me ha permitido subrayar algunos fragmentos que me han parecido memorables (literalmente) y que de inmediato incorporaré como un digno capítulo final a Errata, los inolvidables apuntes biográficos del destacado intelectual. Se está volviendo tan concurrida la cola del “Éxitus”, que corremos el riesgo de quedarnos sin manos para tanta despedida.
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