Octavio Paz fotografiado por Ricardo Salazar. |
Bien visto, maestro. Pero hay que ver cuánto trabajo da a veces la primera, y el heroico y esforzado amor con hay que sobrellevar a menudo los trabajos —más bien alimentarios— de la segunda.
Paz y un libro abierto. |
Paz entre los círculos concéntricos del tiempo y el espacio. Foto tomada de Zenda. Desconozco su autor. |
Paz retratado con aire surrealista, incluso con cierto vago parecido a André Bretón. Foto: AGN, Enrique Díaz. |
(En son de Paz, 4).
«Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan:
todo su entendimiento es su garganta»,
cantó Octavio Paz en uno de sus poemas inmediatos. Y al repetirlo uno siente, con una alegría claroscura, acorde con este tiempo resbaladizo, que también tiene licencia para cantar.
Retrato de Octavio Paz. Cortesía del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), México. |
(En son de Paz, 5). »Vivir bien exige morir bien. Tenemos que aprender a mirar de frente a la muerte», escribió Octavio Paz en su discurso de aceptación del Nobel. Un propósito lúcido que, como se ve y a veces de forma muy agresiva e incluso obscena, se confunde con la crueldad e inhumanidad extremas de ciertos fanatismos.
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