CONFLUENCIA EXTRAÑA, HACIA LAS IMperecEDERAS CALLES DE PARÍS, ENTRE UN TRÁGICO RECUERDO Y LOS CHICOS MECÁNICOS
Escena de la película A Clockwork Orange («La naranja mecánica»), 1971,
de Stanley Kubrick, a partir de la novela de Anthony Burgess.
CONFLUENCIA EXTRAÑA, HACIA LAS IMperecEDERAS CALLES DE PARÍS, ENTRE UN TRÁGICO RECUERDO Y LOS CHICOS MECÁNICOS
Escena de la película A Clockwork Orange («La naranja mecánica»), 1971,
de Stanley Kubrick, a partir de la novela de Anthony Burgess.
Henri Rousseau, ´Le Douanier´: Deux lions à l'affût dans la jungle, 1909-1910. Colección Particular. |
En lugares que ya no existen, aunque seguramente somos muchos los que los tenemos presentes en algún rincón esquecido de nuestra memoria, hemos conocido a seres de verdad extraordinarios. Y a veces incluso hemos tenido la fortuna de intercambiar con ellos algunos gestos llenos de sentido y tal vez tres o cuatro palabras de ese idioma que sólo nosotros conocemos y que nos sirve para no perder por completo de vista la verdadera misión por la que vinimos a este extraño mundo efímero y cruel. La pérdida de conexiones cruciales y el paso de las horas cada vez más veloz vuelven muy difícil recordar qué significan o para qué sirven los extraños signos sembrados en los planos del bosque minado. No tendremos más remedio que interrogar a los prisioneros. Y confiar en que alguno se atreva a decirnos la verdad.
(En voz alta). Ante personas cuyo arte consiste en burlarse de la lógica y el orden mostrenco del mundo uno nunca sabe a qué carta quedarse. Me entero, por diversas fuentes y de diversas formas, de la muerte de un mago tan singular y cercano como Arsenio Puro, alma mater de la Sala Houdini, en La Prospe, y tardo tiempo en descartar la impresión de que no sea un nuevo y muy singular truco, uno de esos “más difícil todavía” que desde niños nos han puesto en contacto con el maravilloso mundo de la imaginación sin fin. Pero no hay doblez en el trance: la muerte ha vuelto a ser el truco final. Una gran pérdida: la de un artista cercano y sobrio, provisto de un gran sentido del humor y muy admirado y querido en su gremio. Que la tierra le sea leve. Nuestro barrio está de luto.
(LUN, 593 ~ «Imágenes que dan pie»)
(y 2)
Cubierta de Estampas del Quijote. Editorial Miguel A. Salvatella, Barcelona, 1956 |
Goya: Hombres leyendo, también conocida como La lectura o Los políticos;entre 1819 y 1823, Museo del Prado, Madrid. Pintura al óleo sobre muro trasladada a lienzo. Es una de las “pinturas negras”. |
«Aquí tienes —me guasapea Nostra, al pie de la foto— un fruto fresco de mi último paseo al otro lado de eso que ahora llaman la Calle-30, aunque yo casi veo aún correr por ella las aguas del arroyo Abroñigal, que por acá tuvo cauce y quién sabe si aún, algún día, con tanta lluvia intempestiva y diluvial... No te pierdas la pintada: tautología pura. Aunque da qué pensar, ¿no crees?... Sobre todo en qué tendrá en la cabeza el menda al que se le ocurrió hollar así la pared del Tanatorio…». Eso me escribe Nostra. Amplio la imagen. Leo: «Sin vivos no hay muertos». Y me quedo pensando.
Pancho en Los Narejos, en el verano de 2014; tenía 14 años. Foto © Ángela Pinto. |
(LUN, 605 ~ Jesús Quintero, in memoriam)
Ha muerto Jesús Quintero. Qué tristeza. Descanse en paz una de las voces inolvidables de la radio y el que tal vez haya sido el mejor entrevistador televisivo de cuando aún podía verse la televisión. Larga vida al Loco de la Colina. Gracias.
(Al filo de los días). En el FITUR de 2020, a finales de enero (el día 23), pude ver y saludar a Jesús Quintero, que acudió a apoyar las iniciativas turísticas de la provincia de Huelva. A ese acto pertenece este vídeo torpemente grabado con mi móvil (publicado en Facebook). Probablemente fuera una de sus últimas intervenciones públicas y nada hacía presagiar que su final estuviera próximo. Por fortuna, nos queda un riquísimo repertorio de programas, publicaciones, imágenes: un muy valioso legado de alguien que dominaba como nadie el “tempo” de la televisión y la magia de la radio, y cuya impronta profesional y creativa, siempre con el apoyo de un extraordinario equipo, es una de las páginas imborrables de la historia de la comunicación. Una prueba de ello es el excelente documental «Mi querida España», un recorrido por nuestra reciente historia compuesto por una selección de fragmentos de sus entrevistas con personas representativas de todos los sectores, desde Afolfo Suárez o Felipe González hasta Serrat o Rocío Jurado, pasando por Mario Conde, el Cojo Manteca, y una extensa nómina de personalidades, con predominio de los políticos, dado el cariz que tiene el documento . Son impagables también programas como el que dedicó a Silvio, el rockero sevillano; la entrevista carcelaria con Rafa Escobedo, tan polémica y compleja; sus “baciles” con Antonio Gala, al que sin duda le hubiera gastado una última broma, incluso póstuma (está por ver), o toda la maravillosa e irrepetible fauna divinamente humana que tan importante fue para dar visibilidad a aspectos de nuestra realidad social que estaban ocultos y marginados en los medios. Y ello por no hablar del Loco que muchos preferimos y hasta intentamos imitar: aquella voz que desde la radio convirtió el género de la entrevista a medianoche en una verdadera fuente de sensibilidad y cordura, sinceridad y bálsamo reflexivo frente a la cotidiana carrera a ninguna parte. Hubo en esas conversaciones algunos momentos inolvidables y mucha (disculpen el tópico: pero es así) magia. Alta magia. Buen viaje, inimitable maestro. Gracias por tantas horas de disfrute, risas, sorpresas, intensidad y emoción.
Nipson anomēmata mē monan opsin (Ancient Greek: Νίψον ἀνομήματα, μὴ μόναν ὄψιν), meaning "Wash the sins, not only the face", or "Wash my transgressions, not only my face", is a Greek palindrome that was inscribed upon a holy water font outside the Hagia Sophia in Constantinople. (De Wikipedia) |
A veces, incluso a menudo, las palabras de la tradición lo jalaban a traición y, antes incluso del primer acto de conciencia a ciencia cierta o de la liberación de los circuitos hidráulicos, se sorprendía pronunciando maquinales oraciones jaculatorias, largos tramos de líneas escolares caligrafiadas en su cerebelo, tiradas de versos aprendidos casi en la cuna, bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, imprecaciones escondidas desde tiempo inmemorial en alguna parte de su cuerpo y otras argucias y trampas verbales que, tal vez por la fuerza de la costumbre, habían devenido, dada su naturaleza plástica y maleable tan sensible, tercas tenazas y lianas voladoras para pasar desde las ruinas del sueño a las ruinas de la realidad y así afrontar, no sólo el peso de la culpa y el oscuro bulto irreductible en el fondo de la noria, sino también la palanca del infinito agradecimiento por el aire nuevo y el nuevo asalto de la luz, amén.
Jean Vignaud: Abelardo y Eloísa sorprendidos por Fulberto (1819).
Joslyn Art Museum, Nebraska. USA.
TIEMPOS TAN INCIERTOS COMO PELIGROSOS O «LA SENSACIÓN», DICE NOSTRA, «DE QUE NUESTRA VIDA ES UNA HISTORIA ENTRE PARÉNTESIS»
En las gradas vacía se escuchaban la voz del utillero y los rugidos de los forofos fantasmas, que aprovechan la llegada de las primeras nieblas y las nubes bajas en forma de patera para simular el estruendo de su pasión en el cultivo de viejas aficiones. Los domingos de oToño, al atardecer, su griterío se percibe con bastante claridad. Y el carrusel de sus ebulliciones se capta a la perfección en la onda corta de las radios de válvulas, donde no es extraño que se mezclen con ecos psicofónicos, de modo que, entre ruidos de jirones sabaniles y entrechocar de cadenas, a veces se perciben con total claridad secuencias sonoras bien reconocibles como «Anís Castellana, su presencia siempre agrada», o «Desde San Mamés, Antonio de Rojo», o, más a menudo, el muy reconocible «¡Gol en Las Gaunas!». Si no me creen, hagan la prueba. Una ventana abierta orientada hacia el oeste suele ser el mejor escenario. Y en cuanto a los aparatos, los ejemplares de la marca Telefunken, aún muy abundantes, está comprobado que son los más idóneos para la experiencia. Escorzo prodigioso en un remate de cabeza
de Fidel Uriarte (1945-2016),
mítico delantero del Athletic de Bilbao.
La imagen corresponde a un partido contra el Celta.
UN CURIOSO TRÍO ALGO DESMADEJADO ABSORTO EN LAS PAVESAS INVISIBLES DE UN EFÍMERO FUEGO
Henricus Edition Deutsche Klassik UG (haftungsbeschränkt).
Berlín, 2020.
El conocimiento de La filial del infierno en la Tierra, con sus escritos desde la emigración, impulsó la Fuga sin fin de los Judíos errantes, incluidos Zipper y su padre mientras residían en el Hotel Savoy. Leían allí a Montaigne y conocieron la Correspondencia Hesse-Zweig, entre otros Encuentros con libros de Un mundo que ya no está.
[El Rey Viejo] entre cochetes. Foto Marco Bertorello Vía Getty Images. Tomada de Huffingtonpost (Detalle y editada). |
Imagen de Sarracín de Aliste, Zamora, España. Foto Cristina García Rodero. |
Esperando a su inquieto y algo locuelo Ulises, la señá Penélopa se las apaña para mantener a raya y como al tresbolillo a todos los moscones de Ítaca, aunque la impaciencia hace lo suyo y no puede reprimir una queja:
(En voz alta). He aquí el asombro de poder asistir a algo parecido a un episodio real de la Guerra de las Galaxias en riguroso directo. Muy atrás quedan la madrugada del 69, con el flequillo de Jesús Hermida y la voz elegante de Cirilo Rodríguez dando la novedad de la llegada a la Luna, el primer paso (“pequeño para un hombre”) de lo que serían las sucesivas misiones Apolo. O también la espiral mortal y gaseosa del transbordador Columbia, aquel desastre que paralizó durante años la investigación espacial de la NASA. O el paseo, seguido ya por Internet, del vehículo Pathfinder sobre la superficie del planeta rojo. O las imágenes increíbles de los Voyager, los magníficos servicios prestados por el venerable Hubble, la grabación y retransmisión de las ondas gravitacionales, la imagen excepcional de los “bordes” candentes de un agujero negro… La aventura espacial, quizás porque Kubrick nos la mostró de forma completamente creíble muy temprano, ha sido (es) uno de los hilos conductores de nuestras vidas. En el fondo, a quién no le gustaría que fuera una especie de liana cósmica, en el fondo sin fondo del Universo, para impulsarnos con ella, cual nuevos Tarzanes galácticos, a mundos cuya dimensión aún nos resulta difícil poder ni siquiera empezar a imaginar. Homo astronomicus, el futuro empieza ayer.
(LUN, 614 ~ «Fotos quedan. Pie»)
Me asomo a la ventana y lo primero que me llega es la ráfaga inconfundible del chiflo del afilador, que ha vuelto al barrio. ¿Cómo se llama la película? Aquí van algunas opciones: se admiten apuestas y, por supuesto, otras respuestas.
Escultura dedicada al afilador por el artista Buciños
en la plaza principal de Luintra (Nogueira de Ramuín, Ourense).