(CajaDeCitas, 30). He perdido la cuenta de las veces que he visto esta secuencia de El cielo sobre Berlín (Win Wenders, 1987), la declaración de Marion, el clímax de la película. Y a menudo con sentimientos encontrados: a la incredulidad y acaso incomodidad inicial —con el envaramiento y hasta la media sonrisa impostora de Bruno Ganz, el recién encarnado ángel Damiel— se va imponiendo poco a poco la veracidad de las palabras de Marion (excelente Solveig DonMartin), que se hacen del todo creíbles y decisivas cuando la cámara la enfoca en primer plano y logra decir lo que tan difícil resulta. Siempre me ha parecido ver en este texto, de forma muy especial, la mano y las maneras poéticas de Peter Handke, ese modo de captar y expresar “el momento de la sensación verdadera” que tiene la buena literatura, y en especial la poesía cuando de verdad remonta el vuelo. No ocurre tantas veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario