Maruja Mallo: Espantapájaros (Épouvantails), 1930. Col. Particular. El cuadro fue adquirido por André Breton a raíz de exposición que hizo la artista en la Galería Pierre de Paris, en 1932. |
«Hay que empezar como si nada se hubiese hecho antes, como si fuesen las primeras palabras», oyó que le decía alguien, tal vez el propio Peter, al otro lado del surco. Era, quién lo duda, un buen consejo. Aunque su práctica no resultaba fácil. De hecho, imposible. ¿Empezar como si…? He ahí el problema. El “como si”: él quería romper esa barrera, pasar de la potencia al acto, encarnar. «¿Y eso cómo se hace?», preguntaba la voz por vez primera. No había planos, ni mapas, ni manual de instrucciones, ni algoritmos. Sólo un espacio desierto, los campos anegados y un hueco en su pecho de hierba seca. Nada que no hubieran sentido antes que él otros muchos espantapájaros.
(LUN, 786)
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