Andris Nelsons dirigiendo a la Filarmónica de Viena durante el Concierto de Año Nuevo. Foto: Ronald Zakap/El País. |
Mientras me pilla y se adelanta y me sobrepasa el impulso de la Marcha Radetzky, de la que acabo de sostener que marca el verdadero inicio del año, se me pone al alcance de los ojos y las mientes una aguda coplilla sin golilla (esto último lo sugiere el autocorrector, sea) del maestro Agustín Garcia Calvo (“el yayo Agustín”, como lo llama mi amigo Alejandro, que suele comer en el limpio plato de su memoria y es quien recuerda) y que, sin más circunloquios ni entreparéntesis, dice así: «¿Un año acaba? / Otro año comienza. / Ni sabe el tiempo / que los hombres lo cuentan». Estamos vivos de milagro.
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario