viernes, 5 de marzo de 2021

Los Goya con mascarilla

Antonio Banderas y María Casado con Mariano Barroso, en la presentación de los Goya 2021.

La 35ª edición de los Premios Goya, que se simulará el próximo 6 de marzo, en una gala más o menos virtual presentada por María Casado y Antonio Banderas, será sin duda la más rara de la historia. Al menos hasta ahora. De hecho, el que suscribe, amante del cine español desde su más tierna infancia, a punto está (estoy) de dar por cerrado el ciclo de estas celebraciones, en consonancia con la condición de espectador póstumo que reclamo para el viejo cinéfilo que llevo dentro y cuyo último «acto de servicio», por así decir (y como ya he contado en este mismo y otros sitios), se produjo el viernes 15 de noviembre de 2019, con ocasión del estreno en la sala 2 de los Cines Verdi de Madrid de El irlandés, ese gran homenaje de Martin Scorsese a su pandilla de amigos y al cine como relato épico y divertido de los acaeceres vitales. He vuelto varias veces después a las salas, también en tiempos pandémicos y volveré a hacerlo tan pronto como sea posible, pero es mejor (me digo) tener la cautela, e incluso el coraje, de dar por terminado lo que ya ha llegado a su fin. No me pararé ahora a contarlo, pero tengo para mí que el cine, lo que hasta ahora hemos llamado así, ha muerto. Y punto.

Pero algunos ritos permanecen. Y este de apostar a la ruleta de los Goya en la Posada es más que nada eso: una costumbre a la que, si no exactamente placentero, sí sigue siendo consolador serle fiel. Generalmente, además, esta cita servía para curar en pequeña escala mi frustrada vocación de crítico cinematográfico articulando, de modo somero y divertido, las opiniones sobre los filmes españoles vistos a lo largo de la temporada, que solían ser un buen número, generalmente todos los que que optaban a los grandes premios. Una premisa que este año estará muy lejos de cumplirse. Aunque también es verdad que la presencia cada vez más abundante y veloz de los filmes en las otras pantallas algo remedia. Pues, como dice el tópico, a falta de pan... 

Y sin más, al lío: he aquí mi quiniela para los GOYA XXXV.


☻ 
Goya de honor: Ángela Molina.
Ángela Molina, un muy merecido Goya de honor.
Como escribí en mi muro de FB, cuando me enteré de esta concesión, tan merecida como oportuna, Ángela Molina es una actriz que siempre he admirado y de la que recuerdo papeles muy relevantes, excitantes e intensos, quizás el primero en Camada negra (1977), o puede que en Las largas vacaciones del 36 (1977), seguidas por la revelación casi morbosa y original que supuso Ese oscuro objeto del deseo (1977), tan buñueliana; o la sensibilidad reconcentrada de A un dios desconocido (1977), sin olvidar su siempre intensa presencia en títulos como Los restos del naufragio (1978), El corazón del bosque (1979), La Sabina (1979), Operación ogro (1980), Demonios en el jardín (1982), Bearn (1983), Lola (1986), El río de oro (1986), la deliciosa y tan minuciosa La mitad del cielo (1986), una de mis favoritas; o la muy divertida Las cosas del querer (1989)... y tantas otras que podría espigar y rememorar a lo largo de una de las filmografías más impresionantes del cine español, hasta rematar, a falta de pruebas más recientes, en su genial interpretación como abuela en Blancanieves (2012) el último de sus papeles que me viene a la memoria. Una tarde de hace dos o tres mil años, en la cola para entrar a un concierto de Supertramp, en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid (WiZink Center le dicen ahora), pude mostrarle mi entusiasmo e incluso me dio tiempo a comentarle alguna anécdota infantil en relación con su padre (y sus inolvidable voz), lo que me valió una amplia sonrisa y hasta un beso. Esta mujer es una leyenda, felizmente viva, y su Goya es absolutamente merecido.


Las actrices de Las niñas: aire fresco.
 
☻ Mejor película: Las niñas. Sólo he visto tres de las cinco películas que compiten en esta categoría, de modo que mi pronostico es más que nada un 2barrunto". Me decanto por Las niñas, el debut de Pilar Palomero, porque frente a la sensibilidad social y, por así decir, antropológica de Adu y la amable y profunda sociología sentimental de La boda de Rosa, con un trabajo muy notable de Candela Peña, el filme de la zaragozana aporta una muy fresca manera de hacer cine, muy apropiada además para los tiempos que vivimos. Ya dediqué un amplio comentario a esta película, que tal vez solo tenga el defecto de un metraje algo inflado. Estoy a la espera de poder ver Ane y Sentimental, las otras dos pelis que completan el pentagrama. De ambas, pero sobre todo de la primera, me han llegado buenas recomendaciones. 

Mejor dirección: Icíar Bollain por La boda de Rosa. La trayectoria de la actriz y directora madrileña, de origen vasco, alcanza con esta película un punto de madurez que, además de borrar algunos deslices algo facilones de su filmografía, la sitúa a la cabeza de nuestro cine más interesante y "equilibrado": aquel que profundiza en las pulsiones y tics comunes de cierta manera de ser de las tribus ibéricas, y ello poniendo la misma intensidad en los aspectos dramáticos y trágicos que en los francamente risibles. Y todo con una cercanía sentimental que, si bien puede deslizarse a veces hacia el consabido melodrama, suele remontar con una apuesta por la verdad de la ternura que resulta muy reconfortante. Más o menos. Otra directora, Isabel Coixet, también muy peculiar y muy distinta, será la principal rival.    

Mejor actor protagonista: Mario Casas por No matarás. Puede que este premio, de confirmarse, sirva para impulsar definitivamente la carrera de unos de los actores con, objetivamente, más cualidades interpretativas y, en mi opinión, también más oportunidades desperdiciadas, acaso por no saber elegir bien sus papeles.

Mejor dirección novel
Pilar Palomero, por Las niñas. Creo que este es uno de los premios más seguros. Y no sería extraño que consiguiera el doblete. De no lograrlo, esta categoría parece la indiscutible.

Mejor guion original: Claro García y Javier Fesser por Historias lamentables. Aunque la película queda lejos de algunos títulos anteriores de Fesser (Camino  o El milagro de P. Tinto, por ejemplo), la fascinación que siempre ejercen las historias narradas en vasos comunicantes (al modo de aquella inolvidable novela de Luis Romero, La noria) la convierte en favorita de la categoría. Pero, eso sí, en dura pugna con las trabajos de Alicia Luna-Icíar Bollaín y la debutante Pilar Palomero.


Mejor guion adaptado:  ☻ David Pérez Sañudo y Marina Parés Pulido por Ane. Es solo un pálpito. No he visto aún la película, de la que también tengo buenas referencias.

Verónica Echegui en los premios Feroz.
 Mejor actriz de reparto: Verónica Echegui, por  Explota, explota. En lo que se me alcanza, este premio bien podría corresponder a Natalia de Molina, cuya solvencia interpretativa es muy importante para sostener y llevar a buen puerto la travesía de arriesgada bisoñez actoral de Las niñas. Pero acaso juegue en su contra que ya ha ganado dos Goyas, mientras que la Echegui, de no ganar, sería la cuarta vez que se iría de vacío. Y, créanme, estas cosas también cuentan al hora de que los compañeros de profesión decidan un voto.

 Mejor actor de reparto: Juan Diego Bottopor Los europeos. También voy de pálpito, en este caso en disputa, me parece, con Alberto San Juan. En puridad, debería apostar por Sergi López, que hace un trabajo notable en La boda de Rosa, pero está lejos de sus mejores interpretaciones.

 Mejor actriz revelación: Paula Usero por La boda de Rosa. Creo que se verá favorecida por el tirón general de la película. 

Mejor actor revelación: ☻ Adam Nourou, por Adú. Una interpretación tan realista y dura como eficaz en una película muy valiente. Tiene también algunas opciones Chema del Barco por El plan.

Y en el resto de categorías...

Mejor música original: Roque Baños, por Adú. Opciones para Federico Jusid por El verano que vivimos.
Mejor canción original: Lunas de papel, de Carlos Naya, para Las niñas, en disputa con Que no, que no, de Rozalén, para La boda de Rosa.
Mejor dirección de producción: Guadalupe Balaguer Trelles por Akelarre.
Mejor dirección de fotografía: Ángel Amorós por Black Beach.
☻ Mejor montaje: Sergio Jiménez por El año del descubrimiento.
☻ Mejor maquillaje y peluquería: Milu Cabrer y Benjamín Pérez, por Explota, explota; menciòn para Beatushka Wojtowicz y Ricardo Molina por Akelarre.
Mejor dirección artística: Mónica Bernuy por Las niñas..
☻ Mejor diseño de vestuario: Nerea Torrijos, por Akelarre.
Mejores efectos especiales: Raúl Romanillos y Jean-Louis Billard por Black Beach.
☻ Mejor sonido: el equipo de Adú.
 Mejor película de animación: La gallina Turuleca. (Un premio ya cacareado... ¡es la única obra que opta a ganarlo!)
☻ Mejor película documental: El año del descubrimiento.
Mejor película iberoamericana: la colombiana El olvido que seremos, dirigida por Fernando Trueba, con guion de David Trueba, a partir del libro de Héctor Abad Faciolince. Una peli aún pendiente de estreno en España.
Mejor película europea: Falling, de Viggo Mortensen. Opciones para El padre, de Florian Zeller.
Mejor corto de ficción: Lo efímero, de Jorge Muriel.
☻ Mejor corto documental: Biografía del cadáver de una  mujer, de Mabel Lozano.
Mejor corto de animación: Metamorphosis, de Carla Pereira y Juanfran Francisco.

 Aciertos ☻ Aproximaciones



jueves, 4 de marzo de 2021

Quintero entrevista a García

 

(En voz alta). Un paseo por el túnel del tiempo, con algunos rincones todavía interesantes y no pocas incógnitas ya arrumbadas, todo adobado con la facundia amarillista pero estratégicamente significativa de José María García, entrevistado por el Loco de la Colina. «Dígalo Butanito García a grandes voces», escribí una vez en un texto, tal vez un poema, que debe de andar por ahí. Quizás Évole, en su reciente entrevista a Aznar, pudiera haber sacado alguna astilla punzante de lo que aquí se cuenta. En todo caso, un baño de pasado no carente de interés.

Qué vedo


(En voz alta). Interesante a la par que inquietante me parece este artículo del siempre lúcido Javier Sampedro sobre lo que entienden o pueden colegir ciertos entes robóticos cuando afrontan algunas metáforas de un lenguaje con fundamento. Cabe preguntarse si la llamativa ¿errata? en la cita de Quevedo no habrá contribuido al ininteligible resultado de la traducción. No hay que descartarlo. (Especialmente dedicado a mi amigo Pedro Torres, un verdadero lince manchego a la hora de localizar estas menudencias).

miércoles, 3 de marzo de 2021

lunes, 1 de marzo de 2021

En recuerdo de Angelines Pinto Martín (1962-2021


En recuerdo y homenaje de mi muy querida cuñada Angelines Pinto Martín, que murió el pasado día 23 de febrero (2021) en su casa de Los Narejos, en el Mar Menor. Ayer día 28 depositamos sus cenizas en la tumba del cementerio de Talavera donde reposan su padre y los restos de sus abuelos. Durante años hemos disfrutado de la viveza, la belleza y la alegría de nuestra querida Ángela, también hemos afrontado los difíciles momentos de la enfermedad que al final la ha vencido. Nos toca ahora, apiñados emocionalmente en torno a su hijo Luca y su madre Victoria, con sus hermanos Sagrario y Resty, su sobrina y ahijada Clara, junto con el resto de la familia y con el apoyo de quienes la han conocido, querido y apreciado, la tarea de sobreponernos al dolor y mantener viva su memoria.

Querida Angelines, descansa en paz. Tu luz siempre estará presente en nuestras vidas.

En memoria de Angelines Pinto Martín (1962-2021)



En recuerdo y homenaje de mi muy querida cuñada Angelines Pinto Martín, que murió el pasado día 23 de febrero (2021) en su casa de Los Narejos, en el Mar Menor. Ayer día 28, con Sagrario y Clara, y llenos de dolor, depositamos sus cenizas en la tumba del cementerio de Talavera donde reposan su padre y los restos de sus abuelos.

Durante años hemos disfrutado de la viveza, la belleza y la alegría de nuestra querida Ángela, también hemos afrontado los difíciles momentos de la enfermedad que al final la ha vencido. Nos toca ahora, apiñados emocionalmente en torno a su hijo Luca y su madre Victoria, y con el apoyo de quienes la han conocido, querido y apreciado, la tarea de sobreponernos al dolor y mantener viva su memoria.

Querida Angelines, descansa en paz. Tu luz siempre estará presente en nuestras vidas.

lunes, 22 de febrero de 2021

Donde acampa la muerte

Corredoira en el bosque de Santo Estevo. Foto AJR.


Y ocurre que la muerte es como un pájaro
fieramente neutral
que va trazando signos parecidos
a los cromos de antaño, tan procaces.
Revuelo de hormiguitas y alacranes
y un ángel desplumado haciendo guardia
a las puertas del viejo caserón,
según el testimonio fidedigno y nocturno
de edgar allan poe.
Y risa desterrada en el colmillo
de aquel hermano lobo
que el bueno fray francisco amaestraba
a la sombra del árbol prometido.
Y ocurre que hay un soplo de mal
detrás de cada piedra
y una sonrisa ingenua de niña virgen —suma
de todo el bien del mundo—
en las incitaciones de los acantilados.
Después de tanta historia, cuando pesan
cadenas en los pies y duelen huesos
de andar siempre encorvados
y se aprenden los motivos del hombre en una esquina,
se empieza por dudar, por no saber
a qué carta quedarse.
La locura
es la misma a plena luz del día
que a plena sombra.
El hueco
que nuestros cuerpos dejan
siempre que nos movemos
es indistintamente rellenado
por la flor o la bestia.
Marchamos repitiendo escenas consabidas,
como si fuera el mismo, y siempre uno sólo,
el mismo hombre único
el que viviera todos esos momentos
que después la distancia nos vuelve diferentes.
Y ocurre —siempre ocurre lo mismo,
aunque nos duela—
que al torcer la cabeza con signo indefinido
o en franca negación o aun afirmando,
la muerte, que es a modo de pájaro incesante,
nos vuela por la sangre y nos señala
el sitio.
Y allí nos congregamos.
Donde acampa la muerte no hay estrellas,
pero tampoco tienen las tinieblas su reino.
Allí se rompe el mar, mas de algún modo
la existencia prosigue.
Y es lo mismo la piel que el barro crudo,
se confunden aristas con campanas,
se entremezcla la sangre y la saliva.
Que todos percibimos, donde acampa la muerte,
una escalera neutra:
unos dicen que sube; otros hablan
de un descenso infinito...
Lo probable
es que fluya por dentro de los hombres
un viento encadenado,
una especie de halcón
con blanquísimas alas de paloma.
Que por eso vivamos.

(De Esquinas del destierro, Madrid, 1976)



domingo, 21 de febrero de 2021

De serenos, bares y concursos


Los serenos, toda una institución. Decía una amiga que su desaparición marca un ante y un después en la historia urbana. Tal vez no exagere. Creo que de aquellos personajes de oficios callejeros que tanta presencia tenían en nuestras vidas ya sólo sobrevive —y muy transformado— el afilador. Por otra parte, ¿hay alguna ciudad en España que no tenga un bar llamado El Brillante? Seguro, pero parecería que no. Da incluso para una de aquellas propuestas de un juego al que por mi barrio talaverano llamábamos “Dólar” (por variación de “Dola” supongo) y que consistía en saltar sobre un compañero agachado (“el burro”) mientras se cumplía el requisito pedido por “la madre”: «Nombre de bares. Con cadena». Esta última expresión significaba que no valía pararse a pensarlo. Por cierto, caigo ahora en que ese era el mismo juego que recuperó Chicho Ibáñez Serrador para el primer apartado del Un, dos, tres... Juguemos: a bote pronto, ¿cuál es vuestro nombre favorito de bar? Vale el primero que se os venga a la cabeza. Ahí va el mío: La Playa.

viernes, 19 de febrero de 2021

Un paseo por las nubes (La caminata final)

Ilustración: La última caminata.
© Javier Serrano, 2021.

~~Y casi sin querer, pero sobre todo queriendo, el caminante levanta los ojos y se dispone a navegar por un mar de nubes.
I. No están las cosas para andar pensando en las nubes y mucho menos para quedarse a vivir en ellas. Pero no son pocas las tardes en que el mayor consuelo a nuestro alcance es mirar hacia el cielo y sentir que algo ha debido de hacerse bien para que sea posible aún tanta belleza.
II. Día que pasa sin que pasen nubes tal vez no merezca ser llamado día. La frase sea o no cierta —y eso siempre depende del según y cómo— tiene un alto grado de verosimilitud: al menos es una prueba de que hemos mirado al cielo. Y eso ya es mucho.
III. Para el caminante, las nubes son también pensamientos concretos. Su contemplación dispara la conciencia y, a poco que les demos capacidad de interpelación, nos exigen sostener la mirada durante el tiempo suficiente para que nazcan las palabras, aunque no salgamos del silencio. Es el espacio en el que la mirada atenta engendra un gesto y éste a su vez emite una descarga corporal que exige la respuesta casi osmótica, por pura necesidad equilibrante, de un pensamiento. Esa energía mental acaba, de algún modo que no somos capaces de precisar, formando parte de la nube y se mueve con ella a través del cielo.
IIII. A veces, en horas cercanas al crepúsculo, el cielo se puebla de restos de relatos mitológicos que dan pie a las más peregrinas interpretaciones. En una nube, por ejemplo, no es difícil ver el giro del cuello del Cisne bajo cuya apariencia Zeus poseyó a Leda. En otra, nos salta a la vista un buen pedazo de la piel del León de Nemea derrotado y destrozado por Hércules. Un conjunto de nubes agrupadas en un rincón del occidente del cielo sugieren el momento en que Perséfone vuelve su rostro hacia donde no debería y acaba siendo recluida en el reino infernal. Y otras muchos. Sin olvidar el estrépito y la pantanosa oscuridad que acompañó al Cristo al exhalar su último suspiro. Todas estas sugerencias tienen una virtud principal, más allá de la belleza o la piedad que nos transmiten: nos hacen admirar la exactitud y diligencia y gracia con que nuestros antepasados griegos fueran capaces de maquinar tantas hermosas historias —una para casi cada rincón de nuestras almas— con la sola contemplación del firmamento. Y como todo después vino a consumarse en un grito que no se olvida: «Padre, ¿por qué me abandonas?»
V. Lo que más fácil resultar ver en las nubes son los ojos. No sabemos de quién. Ni si nos miran. O si solamente, como los ángeles en Rilke, están ahí, indiferentes. Y por eso —sobre todo por eso— las admiramos.
VI. Suelen ser frecuentes en las nubes las figuraciones de animales. Entre ellas, tengo observado que abundan los dragones, quizás porque estas mismas criaturas están hechas de atmósferas nubosas. Y, de forma muy especial, porque sus bramidos sulfurosos cuadran bien con los desmadejamientos de las masas del cielo. Más curioso aún, en el mundo de las nubes dragones, es su predisposición a los enfrentamientos y los fieros combates. Así, no es extraño descubrir en lo alto, a poco que uno se fije, algún espacio donde rápidamente se perfilan dos criaturas de leyenda enzarzadas en una disputa que, dependiendo del viento o tal vez de las condiciones de humedad, no tardan en lanzarse feroces retos, avances más o menos taimados sobre las partes más delicadas e indefensas del rival, y muy a menudo se enredan en combates que acaban en fusión o incluso en esa confusión nebulosa que precede a la destrucción mutua.
VII. De las nubes podemos aprender tanto que, con toda probabilidad, no vamos a tener tiempo suficiente ni para calibrar el impacto en nuestra vidas ni para agotar los caminos que no cesan de arrastrar hacia ellas como polvo sobre las arenas del desierto o besos de espuma en la cresta del mar. Son, además, el lugar más oportuno y adecuado para dirigir los pasos de nuestras caminatas.
VIII. Y así poner en ellas el fin de nuestras torpes oraciones.

jueves, 18 de febrero de 2021

Narbona sobre Margarit

(En voz alta). Lúcido y muy sensible este artículo de Rafael Narbona sobre Joan Margarit, con el dolor de la muerte cercana como telón de fondo. Leído hace unos meses, he vuelto a encontrar en él ahora una forma concreta y nada retórica de rendir homenaje al poeta fallecido

lunes, 15 de febrero de 2021

Canción de corro o comba


Hola, palabra, vienes saltando
como si nada fuera contigo,
sabes reírte de los que espían
detrás del muro, de los borrosos,
de los que nunca osan decirte,
de los que escupen cuando tú pasas
y tantas otras cavilaciones.
Hola, palabra: qué tontería
pensar que puedes venirte así,
como una loca cabra cabrita
o un corderillo blanco y mortal,
tú que rechinas entre mis dientes
y quemas hondo los intersticios
por donde pasas, ¿por dónde no?
Hola, palabra: palabra ola,
me das tu espuma, ya eres el mar
que, milenario, pasa a los lejos,
alma, paisaje, vida y color,
cromos queridos, tan deseados,
del álbum triste que voy llenando
con estas pocas gravitaciones...
Hola, palabra, aquí te dejo,
por mí el primero y mis compañeros,
no digas nada, todo está bien.

domingo, 14 de febrero de 2021

Querida Ángela Molina

(En voz alta). Una magnífica entrevista con una actriz a la que siempre he admirado. Su designación para recibir el Goya de honor en la próxima edición de los premios no sólo es justa sino, si se me permite, necesaria para evitar que se prolongue durante más tiempo una palmaria injusticia. Una tarde, en la cola para entrar a un concierto de Supertramp, pude mostrarle mi entusiasmo e incluso me dio tiempo a comentarle alguna anécdota infantil, en relación con su padre (y su voz prodigiosa), lo que me valió una sonrisa amplia y hasta un beso. ¿Cómo no voy a querer aún más a esta mujer? Una leyenda viva. Viva.



sábado, 13 de febrero de 2021

(Un)décimas de fiebre

(Resonancias). Ayer, para celebrar el muy curioso día palindrómico (12022021), el mago Pedro Poitevin compuso una décima bifronte capaz de engendrar millones de criaturas de la misma especie (una actualización del juego aquel de Mil millones de sonetos del OuLiPo pero en bumerán). Al leerla esta mañana en su cuenta de Twitter, preso mi ánimo de tan alta admiración como de gozo tan extraño, un mecanismo semiautónomo rotuló con mi mano esta undécima de versus (sic) intercambiables hasta extremos que, si no tienen otra cosa mejor que hacer y todavía conservan algo de humor y no poca paciencia, pueden comprobar por ustedes-vosotros mismos. Estamos ¿vivos? de milagro.


Marcador de décimas (de fiebre)
cuyos versus pueden combinarse
a gusto del lector o lectriz

es algo fenomenal
este prodigio me inquieta
es décima o es veleta
una que gira orbital
sin principio y sin final
lleva dentro un mecanismo
de muñeca pizpireta
y al final le da lo mismo
hace sonar la trompeta
cuando ha llegado a la meta

o al asomarse al abismo

miércoles, 10 de febrero de 2021

Jean-Claude Carrière por FernandoTrueba

Carrière y Trueba en el rodaje de El artista y la modelo. David Airob/Live.

(En voz alta). Precisos y entrañables estos recuerdos (apuntes) de Fernando Trueba sobre su amigo y coguionista Jean-Claude Carrière, un hombre de cine y de teatro ligado a muchas aventuras inolvidables. Subrayo, por evocadora y cercana, está nota de ambiente: «Era invierno y la calle López de Hoyos estaba oscura como una película de Tourneur».

Hilario Barrero en La Verdad

(En voz alta). Como siempre que estoy en el Mar Menor, me acerco a La Verdad, en papel impreso, siguiendo aquel consejo que una vez me dio Manuel Martín Ferrand (y el sentido común) de que había que tomarle el pulso a la actualidad de cada sitio a través de los periódicos locales. La Verdad es toda una institución, uno de los grandes baluartes de lo que antes se llamaba «la prensa de provincias». Hoy me ha sorprendido y alegrado esta página dedicada al libro Adiós, Toledo, de nuestro querido y admirado Hilario Barrero, a quien siempre es una gozada leer y ver (a él y a sus magníficas fotos) por estas esquinas enredadas. Un eco muy merecido. Vendrán más. 

lunes, 8 de febrero de 2021

Escrito está


Cómo me gustaría levantar
estas letras
y escrutar el espacio
que ocupan en el mundo,
alzar la seda al vuelo
del velo —Maya maga—
que cubre tus sentidos
y percibir el cerco
de la luz y su rayo
de átomos crujientes
igual que aquellas
notas de polvo
vibrando en las mañanas
de tu infancia.
¿Qué sustancia
se esconde en el dolor?
¿En que guarida
vive cada día
la muerte
antes de su zarpazo?
¿A dónde emigra
el alma sin el cuerpo?
Y el cuerpo,
¿a dónde emigra?
Están en la palestra, como
gimnastas aceitados,
todas las preguntas.
Y él, su mito o su fantasma,
se limita
a trazar unos signos
en el suelo.
Fuente de la paciencia,
vena y cauce secreto
de la serenidad,
danos de esa tu agua
que sin cesar bebamos
mientras duren las horas.

domingo, 7 de febrero de 2021

Poesía + matemáticas > ciencia

(En voz alta). Las relaciones entre las ciencias duras (física, biología), las matemáticas y la poesía es una carrera de largo recorrido que en los tiempos actuales está arrojando conclusiones muy sugerentes y eficaces. No sé si soy capaz de comprender en todos sus extremos este interesante y, por otro lado, muy didáctico texto del poeta y matemático Pedro Poitevin, uno de los más dotados e inspirados cultivadores de lo que, para entendernos, podemos llamar creación ludoverbal, aunque lo “lúdico” haya que entenderlo al menos con la misma seriedad, confianza y placer con que un niño se entrega a sus juegos favoritos. Entre las muchas y poderosas sugerencias del texto, se incluye una traducción de un soneto a Euclides que bien podría haberla firmado JL Borges. Y todo un dédalo de cuestiones que son ya —y lo s3rán aún + en el NoFuture poscibernáutico— temas relevantes de la reflexión creativa, necesariamente autorreferencial pero también transitiva y transevidente de nuestro tiempo. Parte sustancial y mensurable y fórmulABle, por más que inapresable, de la consciencia y su horizonte de sucesos, ahora tan seriamente comprometido por mor de la insidiosa Pandemia. No dejen de prestarle atención.

Orientaciones

 


(En voz alta). El Roto (el conciudadano don Andrés Rábago) una vez más en el centro de la diana. Y en tema tan peliagudo como manoseado, por falta quizás de tacto verdadero. Chapó.

sábado, 6 de febrero de 2021

Otro aniversario

A la memoria de mi padre, Antonio Ramos Ramos, que murió al atardecer de tal día como hoy hace 19 años. Anteayer, leyendo el recuerdo de otro hijo a su padre (Javier Reverte, también ya fallecido), recuperé una expresión que se me había desdibujado: “tunante”. Mi padre la empleaba a menudo, siempre con un asomo pícaro e ingenuo en su mirada, quizás con la complicidad de niño grande y algo desvalido que tuvo toda su vida y con su infinita capacidad de ternura, sentimiento y lealtad. Tantos años después, lo sigo echando mucho de menos, aunque cada vez lo siento más cerca. Qué rara es la vida.



El caminante
Pai Antón llegó a la encrucijada y probó con las llaves antiguas: ninguna parecía servir. Recordó entonces que en el bolsillo del sabitelo, una especie de guardapolvos que utilizaba en casa, tenía guardado el papel que le diera su madre, Nai Manoela, para casos difíciles. Y, en efecto, allí estaban las palabras cabales del viejo barallete que, como a O’Ladino y su Séseme, le sirvieron para abrir la puerta santa. Así pudo pasar al otro lado y continuar la ruta.
(NUL, 513 ~ A mi padre, 1914-2002, 6 feb, 2020)

Poesía y matematicas: el mago Poitevin

(En voz alta). Las relaciones entre las ciencias duras (física, biología), las matemáticas y la poesía es una carrera de largo recorrido que en los tiempos actuales está arrojando conclusiones muy sugerentes y eficaces. No sé si soy capaz de comprender en todos sus extremos este interesante y, por otro lado, muy didáctico texto del poeta y matemático Pedro Poitevin, uno de los más dotados e inspirados cultivadores de lo que, para entendernos, podemos llamar creación ludoverbal, aunque lo “lúdico” haya que entenderlo al menos con la misma seriedad, confianza y placer con que un niño se entrega a sus juegos favoritos. Entre las muchas y poderosas sugerencias del texto, se incluye una traducción de un soneto a Euclides que bien podría haberla firmado JL Borges. Y todo un dédalo de cuestiones que son ya —y lo s3rán aún + en el NoFuture poscibernáutico— temas relevantes de la reflexión creativa, necesariamente autorreferencial pero también transitiva y transevidente de nuestro tiempo. Parte sustancial y mensurable y fórmulABle, por más que inapresable, de la consciencia y su horizonte de sucesos, ahora tan seriamente comprometido por mor de la insidiosa Pandemia. No dejen de prestarle atención.

viernes, 5 de febrero de 2021

Adiós Garaje Hermético



(En voz alta). Ha cerrado definitivamente El Garaje Hermético, uno de los antros históricos de nuestro barrio de La Prospe y tal vez el último testigo de La Movida madrileña. Con la salida del Jaguar ST que estaba empotrado al fondo del local (está filmada en vídeo) y su traslado a manos, al parecer, de un coleccionista, se pone fin a toda una época. Esta crónica de Antonio Lucas, que frecuentó el lugar en su segunda reencarnación, recrea bien una atmósfera que ya es de otro mundo.




jueves, 4 de febrero de 2021

Steiner y la alta cultura

(En voz alta). Sobre Steiner. Y un subrayado especial para esta frase: «Steiner se pasó la vida tratando de comprender por qué la alta cultura no solo no ha sido capaz de frenar la barbarie, sino que en ocasiones ha sido su aliada». Aún ocurre.

lunes, 1 de febrero de 2021

Maniobras orquestales


Los sonidos del cuerpo
que te asaltan
cuando menos lo esperas,
gruñidos o remedos de gemidos,
restos casi de miembros astillados,
innobles o inocentes murmullos sin coartada,
raras polifonías discordantes...
—en fin: las maniobras
orquestales del ejército de células armadas
que han vivido contigo desde siempre
y ahora, en tiempos de sindemia galopante,
han decidido hacer un bien notorio acto de presencia.
No los desprecies: son tan tuyos
como el humo sublime
que ves alzarse cada tarde
al caer el sol.

miércoles, 27 de enero de 2021

El loco inolvidable

(En voz alta). Casi todo ha pasado por la voz de Jesús Quintero. Y por sus silencios. En el eje de este programa de memorias (un hermoso recuento y homenaje) aparece con Iñaki Gabilondo, que ahora está también de retirada. Dos maestros. Dos modelos. Inimitables. Irrepetibles.

En defensa de las lenguas clásicas


(En voz alta). Vuelven a recrudecerse las amenazas contra las lenguas clásicas y, en concreto, contra el griego. Se multiplican también las reivindicaciones para que no se perpetre un nuevo disparate. Oigo en la radio a una joven estudiante andaluza aportar una razón vital y poderosa: «Es que cuando vas aprendiendo griego te das cuenta de que las cosas encajan». Difícil explicarlo con mayor precisión. Y urgencia. Todos estamos concernidos.



lunes, 25 de enero de 2021

Variaciones civiles (sobre el tema de España)

 

(... sobre el tema de España,
en la estela de JGB y en esta hora)
¿Y a qué España llamarle madre nuestra
con todos los demonios que la pisan,
no tanto hoy la pobreza como el tedio
y sobre todo el tedio que es pobreza
de corazón, cansancio ya sin hambre,
pura histeria sin solución posible?
Que si hay alguna solución posible
es seguro que no será la nuestra,
perdidas como están la sed y el hambre
de saberse: que el suelo donde pisan
nuestras almas lo cubre la pobreza
de quien ha sucumbido frente al tedio.
Porque para librarnos de ese tedio
que agosta el corazón sólo es posible
robarle su vergüenza a la pobreza
de tanto palpitar mudo y que nuestra
soledad y el barullo con que pisan
los espectros insomnes mueran de hambre.
Es más que un juego: sólo quien del hambre
probó su garra y quien mamó del tedio
la leche seca sabe que nos pisan
sombras inmensas siempre y es posible
que no haya más naturaleza nuestra
que la muerte con toda su pobreza.
Traspasado el umbral de esa pobreza
entramos en la casa que es más nuestra,
aunque sea también casa del hambre
sembrada por las huestes del gran tedio
que nos asuela sin que sea posible
escapar de las bestias que nos pisan
con sus recias pezuñas. Y nos pisan
no sólo en el dolor de la pobreza:
mas allá del cansancio y la imPosible
manera de ponerle fin al hambre
de sentido y de pan, mientras el tedio
convierte en casa suya ya la aún nuestra.
Mirad alrededor: las sombras pisan
los rincones y el tedio y la pobreza
son heraldos del hambre: el mal posible.

domingo, 24 de enero de 2021

Rosalía en Euphoria

 

(En voz alta). Rosalía, tal como su madurez la muestra. Y Euphoria, una serie del máximo interés. No para cualquiera.

viernes, 22 de enero de 2021

La arroba


(Al hilo de los días).
El triunfo de la @ o arroba, su liderazgo entre los signos más usados de nuestro tiempo, ejemplifica el ascenso hacia el éxito rotundo de lo que parecía marginal. Como si se hiciera verdad aquella hermosa metáfora del salmista: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular». Un ejemplo fértil de lo que cabría entender por justicia poética.

Creo que ha contribuido también a ello, por un lado, la estética material del grafismo, impulsada por el poder hipnótico del giro en espiral como representación del movimiento (tal vez un esquema del mundo interior del átomo, pero también del “baile” de las constelaciones). Y por otro, el no menor poder simbólico de su concreción gráfica: no es difícil ver en la arroba una representación esquemática de esa “tela de araña” que es la Red (Net), y no sería raro que algún precedente de ella, a modo de balbuceo rupestre, se encontrara entre las pinturas parietales de nuestros ancestros.
Desde un punto de vista cabalístico, es también relevante que el trazado en espiral del signo funda en un solo carácter el “alfa y omega”, señalando su condición de resumen (principio y fin) del “relato” esencial. Mucho en tan poco.
Curiosamente, si se parte de su significado inicial como abreviatura de unidad de medida, hay que concluir que, en realidad, no ha variado su destino: ahora, en cierto modo, mide el peso de la comunicación en nuestro mundo.

Aquí se habla de todo ello.

El desorden que dejas

(En voz alta)El desorden que dejas (la serie), después de atraparnos en sus agradables localizaciones, en un par de giros hábiles de la trama, bien resumida en la sugerencia de un título que es a la vez cifra de un modo de contar, y en el gran mano a mano interpretativo de dos muy buenas actrices, Lennie vs Cuesta, finalmente acaba defraudando por lo disparatado del desenlace y, también, por la incomprensible tortura que supone ver el esfuerzo de algunos actores por hablar español (castellano) con deje gallego. Nubarrones, me temo, de esa mentalidad reductora que es el nacionalismo.

jueves, 21 de enero de 2021

La hora rohal

 

(En voz alta). 20:21 del 21 (1) del 2021.

Manolo Tena

(En voz alta). Algún día tendré que pararme a escuchar “de verdad” a Manolo Tena, un casi coetáneo, tempranamente desaparecido. Esta canción me gusta mucho: está compuesta con todos los tópicos que sabemos que son verdaderos, frases hechas de típicos estados mentales, sin que se sepa bien qué fue antes, el relato o la experiencia. Al encontrármela hoy y escucharla me ha parecido que tiene ecos de Triana, aunque puede que sea sólo el eco del tiempo, por sí mismo. Y sin más.

Amanda Gorman

(En voz alta). Para conocer un poco más a Amanda Gorman: esta entrevista.



lunes, 18 de enero de 2021

Rito


(Para Antonio y Carmen,
en un nuevo cruce de caminos:
que no cese la música.)
Venía en busca de palabras,
dispuesto a levantar el velo
o a remover el hielo
que a menudo las oculta,
también a descolgarlas de los altos andamios
donde a veces se esconden de la muerte.
Pero no fue necesario buscar más.
Casi todas estaban en la música.
Y las restantes aguardaban en silencio.

sábado, 16 de enero de 2021

A flor de piel

(En voz alta). Leyendo el valiente, divertido y por momentos muy intenso libro de Sergio del Molino La piel, llego a este “himno generacional”, o algo semejante, «cuyo peso en la cultura de occidente —enfatiza de corrido SdM— es muy superior a la mayoría (sic) de los artistas y escritores que se elogian en las secciones de cultura de los diarios importantes». Confieso que el título de Girls Want Just To Have Fun”, así a bote pronto, lo único que me evocaba era aquel “las chicas son guerreras” en el que alguna vez intuí, además de una verdad demostrable, cierto atisbo de un feminismo sin militancia ni pestilencia al que siempre me he sentido muy cercano y no sólo por solidaridad, sino por respeto a y valoración de —también— “la parte femenina que hay en mí”, como solía decir en mis tiempos mozos. Pero esa es otra deriva. Lo llamativo de este reclamo del libro de Del Molino es el “descubrimiento” de un hito cultural al que hasta ahora permanecía, si no del todo ajeno —cuando suena la música resulta que hay en ella algo muy familiar—, sí tan ricamente al margen. Va a ser verdad que las brechas generacionales están por todos lados y que la posibilidad de contrastarlas no cesa de salirnos al paso. Me regreso a La piel.

miércoles, 13 de enero de 2021

Perfiles de mujeres en el «Quijote»

(Al filo de los días). Una de las sorpresas más agradables del retorno a casa, en Madrid, tras días complicados en el Mar Menor, fueron algunos envíos postales acumulados en mi buzón o que Miguel, el conserje, gentilmente recogió y me entregó antes de que la nieve nos aislara. Aparte de algunas felicitaciones navideñas manuscritas —respuesta casi todas a mis envíos “militantes” a la antigua usanza— , había varias publicaciones. Entre ellas, el precioso ejemplar de Perfiles de mujer en el Quijote, un libro-objeto (joya) que reúne unos muy interesantes textos divulgativos de Manuel Ramos Méndez sobre las mujeres en la novela cervantina con los excelentes dibujos creados ex profeso por Ramón Pérez Carrió. Un ensamblaje singular editado con la solvencia y gracia con que Linteo presenta sus obras. Ahora, al recuperar este recuerdo del vigésimo aniversario de la fundación de la editorial, celebrado hace un año, compruebo que la promesa que el reportaje periodístico anunciaba en sus titulares ya es una muy palpable y espléndida realidad. Qué alegría produce, en estos tiempos mezquinos, comprobar que algunos hermosos proyectos se cumplen y, además, con tan alto grado de perfección. Noraboa de nuevo, querido Manuel: un sueño (otro) cumplido. Vendrán más.




martes, 12 de enero de 2021

El regreso de Umbral


(En voz alta). Muy recomendable el documental dedicado a Francisco Umbral, Anatomía de un dandy: no sólo es un retrato ecuánime y muy completo, sino que contiene revelaciones poco conocidas y muy valiosas respecto al “verdadero carácter” de un escritor que hizo de la impostura o el fingimiento un juego mucho más arriesgado de lo que podría pensarse desde ciertos planteamientos simplistas y maniqueos.

Con todo, me llama la atención que no se haya contado con las aportaciones de Anna Caballé, que le dedicó una biografía imprescindible (Francisco Umbral. El frío de una vida, Espasa, 2004), pionera además en la interpretación de algunas lagunas biográficas que darían pie al “descubrimiento” de Jabois. Como es sabido, al periodista y escritor gallego se debe el conocimiento de la vinculación de Francisco Alejandro Pérez Martínez con Alejandro Urrutia y, por ende, con el poeta Leopoldo de Luis. Al fin y al cabo, anécdotas, letra pequeña. Aunque tal vez también circunstancias que tuvieron un peso específico en la deriva “mediática” del personaje y, lo que es más importante, en el trasunto principal de su obra.
Junto con la muerte de su hijo Pincho —en torno a ella el documental alcanza sus momentos más emotivos— y la presencia firme en la sombra de María España, su mujer, el “misterio” Umbral aparece muy bien valorado y comprendido en lo que realmente importa: una vida dedicada por completo y sin coartadas a la escritura con un grado de entrega en verdad admirable. Y poseedor de una intuición innovadora que ha dejado su huella bien visible en la trayectoria del periodismo literario de este país durante cuatro o cinco décadas.
La película, además, aporta un impulso renovado para seguir leyendo una obra aún llena de fuerza y relevancia. (Gracias a
JA Montano
por lo que él sabe).