Juan de Valdés Leal: Finis Gloriæ Mundi, 1671-1672. Hospital de la Caridad, Sevilla. |
Es costumbre que, en el paso al otro lado
de las testas coronadas
y de quienes se creyeron
que lo eran,
se sometan los despojos
a la herrumbre y al meneo
acelerado de las faunas bacterianas
a fin de que la mudanza
de estado sea más leve
y así más pronto se lleve
su parte la corrupción.
Y, acabada la función,
se tala también el tronco
que por debajo sostiene
el teatro de la vida enajenada,
y veloz vuelve la noria a su vaivén.
Y aquí paz. Y después... nada.
de las testas coronadas
y de quienes se creyeron
que lo eran,
se sometan los despojos
a la herrumbre y al meneo
acelerado de las faunas bacterianas
a fin de que la mudanza
de estado sea más leve
y así más pronto se lleve
su parte la corrupción.
Y, acabada la función,
se tala también el tronco
que por debajo sostiene
el teatro de la vida enajenada,
y veloz vuelve la noria a su vaivén.
Y aquí paz. Y después... nada.
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1 comentario:
"Aquí paz y después... Nada" terrible, Alfredo, pero me temo que verdadero.
Un abrazo!
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