(Audiciones en voz alta). Poco después de que estuviera asociada a los artistas griegos Policleto, Mirón, Fidias, Lisipo o Praxíteles y mucho antes de que la copara con su gran volumen el recientemente fallecido Harold Bloom, la palabra "canon" era el territorio consagrado en exclusiva a Pachelbel, el autor del más famoso canon musical de la historia, una pieza que, como dice Jaime Altozano en esta divertida y brillante disección, parece compuesta ayer mismo. Es curioso comprobar cómo ciertos juegos compositivos y algunas acrobacias sonoras no son algo privativo de la música, sino que también la poesía más lúdica y despierta busca esos o parecidos efectos expresivos, aunque a menudo le resulte más difícil poner de relieve, y al alcance del "gran público", sus habilidades en un terreno de la expresión en el que la cortada del sentido (el significado) parece haberlo capturado todo. En todo caso, lo resaltable es que, tanto en la música como en su hermana gemela, la poesía, hay razones para afirmar lo que en esta grabación repite y demuestra Altozano: ¡el Barroco mola!
lunes, 28 de octubre de 2019
Canon
(Audiciones en voz alta). Poco después de que estuviera asociada a los artistas griegos Policleto, Mirón, Fidias, Lisipo o Praxíteles y mucho antes de que la copara con su gran volumen el recientemente fallecido Harold Bloom, la palabra "canon" era el territorio consagrado en exclusiva a Pachelbel, el autor del más famoso canon musical de la historia, una pieza que, como dice Jaime Altozano en esta divertida y brillante disección, parece compuesta ayer mismo. Es curioso comprobar cómo ciertos juegos compositivos y algunas acrobacias sonoras no son algo privativo de la música, sino que también la poesía más lúdica y despierta busca esos o parecidos efectos expresivos, aunque a menudo le resulte más difícil poner de relieve, y al alcance del "gran público", sus habilidades en un terreno de la expresión en el que la cortada del sentido (el significado) parece haberlo capturado todo. En todo caso, lo resaltable es que, tanto en la música como en su hermana gemela, la poesía, hay razones para afirmar lo que en esta grabación repite y demuestra Altozano: ¡el Barroco mola!
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