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Reunion del Club Palindromista Internacional en Puente Viesgo. Foto CPI. |
La reunión, cónclave y festival —que todo eso fue— del Club Palindromista Internacional (CPI), celebrado el primer fin de semana de septiembre (2-4/09/22) en la hermosa localidad cántabra y balnearia de Puente Viesgo, fue todo un éxito. Imposible resumir en una crónica apresurada lo allí vivido, oído, presentado, improvisado, balbuceado, entrevisto… pero sí se pueden dejar algunas pistas.
Tras la bienvenida oficial por parte de Óscar Villegas, alcalde de la localidad, hubo recuerdos históricos del club gracias a la lúcida y divertida memoria del ingeniero e historiador Fernando Sáenz Ridruejo, uno de sus fundadores. Pendiente de sus palabras como debieron de estarlo los israelitas de los labios de Moisés, la tribu verbívora celebró su presencia como una fe de vida de su propia historia. También se contaron algunas de las grandes diatribas de ida y vuelta que actualmente están en marcha en el mundo de la lúdica verbal, bien resumidas en la rigurosa y amena ponencia de Jesús Lladó, copresidente del club, algunas de cuyas conclusiones sin duda hubieran interesado, y mucho, al mismísimo Saussure.
Algo que es igualmente válido para el posterior rifirrafe entre anagramas y retruécanos que propició momentos de gran intensidad gracias al minucioso didactismo, tan creativo, de Raúl Ortiz —el gran factótum de la QueDada—, en contraposición con la veta irónico mordiente de Pablo Nemirovsky. Un duelo en toda regla, y sin posible arreglo, ya que los contendientes parecen haberse conjurado para no rendirse.
Por cierto: uno de los más hermosos momentos del evento —fuimos testigos de ello— se produjo cuando, tras años de dura brega a través del correo cibernáutico, estos dos gigantes del ludoverbalismo por fin se conocieron en cuerpo mortal y se abrazaron y desabrazaron: quien lo vio, emocionado, lo cuenta.
Hubo también comunicaciones tan gratificantes como la relacionada con las Palindrotiras”, las bien conocidas creaciones gráficas del artista José Pablo García, uno de los dibujantes emergentes del rico panorama del cómic español, además de crítico incisivo y muy paciente contertulio. JPG proyectó una antología de sus trabajos de palíndromos ilustrados que fueron muy celebrados. No faltaron, entre ellos, alguna variante afortunada del conocido «Yerno con rey», mordacidades y sátiras políticas en todas direcciones y una sección muy divertida de crónica social.
Se pasó después a las presentaciones de libros, empezando por una minuciosa explicación del tan elaborado como hermoso animalario cabalístico en euskera Abere ba, del equipo Bigara, encabezado por Itziar Aranburu y Jon Ander Garcia. Su propuesta incluyó la proyección de un corto cinematográfico concebido y realizado de forma bumeránica. Causó un gran impacto entre los asistentes, hasta el punto de que alguien aludió después al cine de Dreyer, mientras que otros mencionaban los encuadres geométricos de Kubrick. Como se ve, no eran referencias despreciables.
Se presentó, asimismo, mediante la inenarrable mostración de su escena central, el drama palindrómico El bon ser es noble, un riguroso recorrido por la vida, época, épica y aledaños de Don Álvaro de Luna. Pergeñado por Eliezer Pascual Peña, según el contador de Word, consta de 1881 versos, 8778 palabras y 33333 letras, además de tener como eje o centro “El orgasmo del rey”, un momento llamado a convertirse en cumbre y clímax del arte bumeránico mundial. Son 47 años de trabajo invertidos por el autor en un empeño que se inicia así: «Este drama no puede ni debe ser leído», lúcida y rara fórmula que te deja con la mosca al final de la frase en su retorno: Ese “Mar de Tse”, tan sugerente como —ya digo— mosqueante.
La intensa jornada matinal culminó con un recital de palíndromos —entre ellos, joyas como “Salta sola la mala maga los Atlas”— y un homenaje, además de a autores fallecidos y ausentes, a Sylvia Tichauer, gran hacedora de criaturas verbales en muy diversas lenguas —puede verse su cuenta en Twitter “La breve verbal”— y una de las personas más queridas del CPI.
Tras la comida fraterna y la foto de familia (véase), por la tarde tuvo lugar una muy emotiva sesión de «Cuentacuentos por el Mundo del derecho y del revés» a cargo del narrador, palindromista y médico solidario Manuel Cortés Blanco. Un acto que hizo las delicias de grandes, como Raúl, y pequeños, como la vivaz Clara, de cuatro años, que estaba a mi lado y no se perdió ni ripio.
Tuvo lugar después el estreno mundial, en rigurosa primicia y en sesión doble, de la obra dramático-bumeránica SOLOS, del gran dramaturgo austrohúngaro Luar Zitor, a cargo de Rebanal Teatro. La tan arriesgada como brillante propuesta cosechó numerosos aplausos y un buen fardel de carcajadas.
Entre ambas dos representaciones, como eje dinamizador, hubo un breve juego de Detectives Palindrómicos para el público menos familiarizado con los juegos reversibles. Su confección y desarrollo también corrieron a cargo de RO. Como el improvisado escenario estaba al aire libre y en un paseo público, los viandantes se paraban y más de uno probaba fortuna.
Se cerró el día y se inauguró la noche con un magnífico concierto de tango-jazz a cargo del grupo Tierra de Fuego, que encabeza y despliega, a golpe de bandoneón y flauta, el ya citado Nemirovsky, artista de una pieza con muy felices desdoblamientos. Entre la docena larga de temas interpretados fue muy aplaudido el que lleva por título «Yo sin voz ovni soy», un delicado viaje de ida y vuelta por la ruta natural de la sensibilidad. Un gran éxito.
Puso el colofón a la intensa jornada un vino cantabrón, ofrecido por el municipio, cuyas autoridades se volcaron con el evento, así como el resto de la pequeña población, convertida por un día en capital mundial de la palindrofilia. Aún hubo, ya en el largo camino hacia la madrugada, algunas muy divertidas peripecias, inenarrables la mayoría, siempre dentro de un clima festivo, creativo, chispeante…
En suma, toda una jornada para el recuerdo que sin duda tendrá retorno y ecos. Como corresponde.
Fue un placer y un honor participar en este cónclave ludoverbal a mayor gloria del “amo idioma”. La mayoría de los actos tuvieron lugar en la antigua estación de tren y los apacibles espacios verdes que circundan el noble edificio del Ayuntamiento de la balnearia villa pasiega. Se cumplió así, al pie de la letra (¿cómo si no!), el lema del encuentro: «Liaron el Pas a pleno raíl». Otra creación más de quien armó, organizó y sostuvo la cita en primera persona, con brillantez y gran eficacia: Raúl Ortiz. Y sin olvidar a Nagore, su compañera, siempre al tanto de mil y un detalles.