Detrás de cada letra y entre los intersticios
mordidos por los bordes, sobre
el rumor de fondo y entre los
pliegues de las cosas nombradas,
¿no veis el brillo de los dioses ausentes,
la lenta pudrición que asegura la vida?
Hoy es el día de difuntos, como ayer,
y hay fuegos fatuos que no cesan de arder.
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