Juan Manuel Díaz Caneja: Barquillero, hacia 1949. Colección privada. |
«Mi destino de ludópata —me confesó cuando, ya avanzada la madrugada, abandonábamos el casino— quedó marcado la primera vez que hice girar la ruleta del bombo del barquillero». Y mientras le ayudaba a sujetarse el proverbial tonel de "escaluchado" de los tebeos de nuestra infancia, añadió: «Aquel brillo volador me jodió la vida».
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario