El filósofo Gustavo Bueno (1924-2016) Foto tomada de aquí
(Lecturas en voz alta). No sé si es muy conocida la vinculación de Vox con las soflamas histéricas de aquel personaje peculiar que fue Gustavo Bueno, profesor de filosofía materialista y “maestro”, aunque creo que no en el pleno sentido de la palabra, de muchos asturianos de pro, entre los que figuraba Juan Cueto, que fue al primero al que le oí hablar del filósofo de la no siempre bien comprendida teoría del “cierre categorial”. Fue un hombre polémico de facundia escolástica, al que veíamos con placer y asombro discutir en los platós televisivos sobre los más diversos temas con marcada gestualidad de monje antiguo no del todo en sus cabales. Entre otras peregrinas tesis, destacó como defensor apasionado de “El Gran Hermano” televisivo y algunas joyas similares de la telebasura. Este artículo explica conexiones relevantes en el renacimiento del nacionalismo español y lo que podríamos llamar la épica pelaya, cuyo centro emocional es la caverna de Covadonga. Lugar, por cierto, no muy lejano de la Sancta Ovetensis vetustiana en cuyos cercanías transcurre esta historia.
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