lunes, 30 de diciembre de 2024

Caja De Citas: las buenas noticias

(CajaDeCitas, 33). Sostiene un viejo tópico periodístico, convertido por algunos en axioma, que una buena noticia no es noticia. Y no haría falta buscar muy lejos para encontrar unos cuantos ejemplos palmarios de que algunos proveedores de información lo creen a pie juntillas: sin ir más lejos ahí está el responsable de que, desde hace algunas semanas, los momentos previos al Telediario de RTVE de las 15 h los cope una crónica sangrienta con sucesos que dejan muy chicos el tremendismo y el morbo que caracterizaban al viejo El Caso, histórica cabecera semanal que, entre los múltiples méritos y funciones que reunía, no fue la última ni la menos importante la de reemplazar a los ciegos (o simuladores de tales) que iban por las plazas de los pueblos y ciudades de España refiriendo horrendas tragedia en romances no exentos de sus buenos ripios ni de una gran capacidad de estremecimiento. Tengo en mi memoria sobre todo uno visto y oído varias veces, y de muy guaje, en la Plaza del Fontán de Oviedo, cuyo pormenor aún no se me ha ido de la punta de los nervios y del que aún sería capaz de recitar algunas escenas chorreantes…

Pero hoy se trata no tanto de no apostar por el periodismo crudo como de dar un voto de confianza a las buenas nuevas. Así que, aprovechando que el año se acaba y hay que encarar el que se nos viene encima con el mejor ánimo posible, quiero subrayar la importancia de una información de Kiko Llaneras en El país en la que hace el recuento de 45 buenas noticias “para terminar el año con optimismo”. La lista, muy completa y a mi juicio bien trabada, sirve además como un repaso de las muchas y esperanzadoras realidades que hay en nuestro mundo y nuestro tiempo, sin duda mucho mayores y más determinantes que los pozos de maldad y desolación que tan presentes tenemos y tanto nos duelen y nos angustian, y cuya insensatez, a la vista de las muy reales posibilidades de otra humanidad, se nos vuelven aún más trágicas, terribles e incomprensibles.



sábado, 28 de diciembre de 2024

Caja De Citas: Gastón Santos

(CajaDeCitas, 32). La historia de Gastón Santos y su caballo Rayo de Plata, mis primeros héroes cinematográficos, ya la he contado varias veces, sobre todo en relación con lo que fue mi primera pesquisa en Internet (quizás el 24 de marzo de 1997, un lunes por más señas), con aquel navegador llamado Netscape, que me permitió salir de dudas y comprobar que los susodichos, el jinete y su caballo, no eran un invento de mi imaginación, como llegué a temer tras largos años sin haber encontrado huella alguna de su existencia en diversas enciclopedias de cine ni en un buen número de libros especializados, ni siquiera tras las repetidas consultas a reputados expertos en el séptimo arte como Lara, Cajigal, Latorre o Barbáchano. La primera vez que me senté con conocimiento de causa ante un ordenador con conexión a la WWW fue en la redacción de la Gran Referencia Anaya —tal vez la última Gran Enciclopedia General creada ex novo que se imprimió en España, unos pocos años antes del lanzamiento de Wikipedia—, y la primera consulta que hice fue sobre Gastón Santos. Mi sorpresa y alegría fueron grandes al comprobar que con tal nombre existía un antiguo domador de caballos y rejoneador, propietario además de un rancho llamado La Jarrilla, en Tamuín, en el estado de San Luis Potosí, en el centro-norte de México. El hallazgo me permitió, además, enviar un email a una dirección y al poco recibí una carta firmada por el propio Gastón en la que me comentaba que, en efecto, Rayo de Plata era un caballo lusitano “que padreó en algunas notables cuadras y dejó buena descendencia”. Seguí desde entonces la pista de mi viejo héroe y no tardé en poder recuperar algunas películas, y en especial la titulada El pantano de las ánimas, mucho más truculenta y naif de lo que recordaba. Aquí la enlazo por si quieren echarle un vistazo y comprobar de qué aficiones venimos y cómo vivimos algunas aventuras infantiles.

Gastón Santos, nacido en 1931, gozó de cierta fama en su país tras su desempeño como rejoneador formado en Portugal y luego “actor de western” para Alameda Films, la empresa del productor Alfredo Ripstein. Rodó varias películas de éxito, entre ellas aquellas en las que Rayo de Plata tuvo un papel estelar. Tras dejar el cine y el rejoneo (al parecer, llegó a participar en 1.348 corridas), se dedicó a la cría y el adiestramiento de caballos en la mencionada finca de La Jarrilla, y allí falleció el pasado 17 de enero (de 2024) a los 93 años.

Hoy, día de Inocentes, es una buena ocasión para revistar estas querencias infantiles y recaer sin rubor en el encanto de sus ingenuidades. No se pierdan la increíbles aventuras del muy horrible monstruo del pantano, los vericuetos no menos inverosímiles de la historia y los detalles en verdad geniales de la caracterización, y en especial en los tres o cuatro inolvidables minutos finales para cuya captación plena es preciso estar muy atento y, si pueden, pasarlos a cámara muy lenta para percibir lo que solo ojos muy adiestrados pueden percibir y que no desvelaré para no chafarles la muy gratificante sorpresa.



viernes, 27 de diciembre de 2024

Caja De Citas: Raphael

(CajaDeCitas, 31). Le tomo prestada la sugerencia radiofónica a Marta Novo y me rindo al embrujo tan pertinente de esta canción de Rafael, tan de él y tan de verdad, en lo que cuenta (incluida la evocación miguelhernandiana del corazón y los asuntos) y, sobre todo, en cómo lo cuenta: esa forma de estar en el mundo que nos viene acompañando desde nuestra más tierna infancia, a menudo entre risas adolescentes cómplices o codazos juveniles o ya adultos; que siempre ha vuelto a golpe de tambor por Navidad, y que, a falta de otro nombre más exacto, llamaremos la “manera Rafael”: si bien se mira, una de las gracias indiscutibles de nuestra experiencia. ¡Suerte, maestro!: nos rendimos ante el arte, la honradez, la valentía, el genio.



jueves, 26 de diciembre de 2024

Caja De Citas: la declración de Marion

(CajaDeCitas, 30). He perdido la cuenta de las veces que he visto esta secuencia de El cielo sobre Berlín (Win Wenders, 1987), la declaración de Marion, el clímax de la película. Y a menudo con sentimientos encontrados: a la incredulidad y acaso incomodidad inicial —con el envaramiento y hasta la media sonrisa impostora de Bruno Ganz, el recién encarnado ángel Damiel— se va imponiendo poco a poco la veracidad de las palabras de Marion (excelente Solveig DonMartin), que se hacen del todo creíbles y decisivas cuando la cámara la enfoca en primer plano y logra decir lo que tan difícil resulta. Siempre me ha parecido ver en este texto, de forma muy especial, la mano y las maneras poéticas de Peter Handke, ese modo de captar y expresar “el momento de la sensación verdadera” que tiene la buena literatura, y en especial la poesía cuando de verdad remonta el vuelo. No ocurre tantas veces.




miércoles, 25 de diciembre de 2024

Caja De Citas: Supertramp en kayak

(CajaDeCitas, 29). No creo que haya mejor embarcación para emprender estos días una travesía gratificante que el KAYAK. Esta especie de piragua (¿paragua?), ágil y esbelta, capaz de moverse entre las corrientes o los cursos calmados con la agilidad de un tiburón y la elegancia de un delfín, tiene a su favor, además, la condición reversible de su nombre: se diría que en ella es posible transformar la proa en popa y viceversa. Tal vez por eso esta especie de «ropa para andar en el agua» —ese sería, al parecer, el significado literal del nombre inuit KAyAK— se acomoda muy bien a nuestra propia condición humana (o sea “esquimal”) y a los designios inescrutables de nuestra vida que lo mismo nos exigen afrontar un día luminoso que encarar, y a ser posible sin torcer el gesto, algunas turbulencias inesperadas, o cruzar una zona de densa niebla en la travesía. Si en ese recorrido, por añadidura, recurrimos a la memoria sensorial que nos late muy dentro y desde muy atrás —si es que el tiempo es algo más o distinto que una figuración del antes y el después—, de forma inevitable caeremos de nuevo en esa misma trampa que nos lleva tentando casi toda la vida, oh experiencia interior, cuando en esos momentos de quietud e intensidad sobreviene la hermosa locura abierta, la vieja y renovada melodía que nos abre vías sensoriales tan excitantes como finalmente reveladoras y acaso sublimes. Que no deje de sonar la música. Dentro. Más adentro.



martes, 24 de diciembre de 2024

Caja De Citas: belenes de andar por casa

(CajaDeCitas, 28). Ninguna tradición navideña puede competir en mi memoria con la de poner el Belén. En casa hace mucho que no lo ponemos, pero es solo por motivos estrictamente… prácticos. Dejémoslo ahí. Para remediar esa falta, en el tiempo remoto de los blogs, hace ahora justamente 15 años, se me ocurrió la idea de montar un Belén con figurillas verbales, y por su apariencia y las 17 sílabas, lo llamé «Bel-ēn-jaikús», aunque las composiciones de haikus tienen poco. Pero son muy agradecidas: se dejan moldear con facilidad (barro prometido) y cumplen su papel en el escenario, a la vez que vienen cargadas con algunas bien visibles ofrendas intencionales. Y cada año, como ocurría entonces, pueden incorporarse nuevas adquisiciones o remediar los descascarillados. Así que aquí dejo una muestra del invento (la reedición de 2018, aunque con mención de la original). Y no sin subrayar que ya entonces (hace 15 diciembres, ya digo) comparecía en estas representaciones el ahora muy famoso y hasta pegajoso Burrito Sabanero, por más que algunas avispados bisbales andan ahora presumiendo de descubrir el Mediterráneo. ¡Y qué murga, madre! Feliz Navidad.




lunes, 23 de diciembre de 2024

Caja de Citas. Leonard Cohen, Aleluya

(Caja de Citas, 27). Quien tantas veces inauguró con su extraordinaria elegancia el Otoño hoy, desde esa trascendencia silenciosa pero aún elocuente en la que vive, nos sigue alertando de las bondades que, pese a todo, tienen los tiempos que se afrontan de forma consciente. ¡Con toditos ustedes, Leonard Cohen: Aleluya!



sábado, 21 de diciembre de 2024

Caja De Citas: calor Almodóvar

(CajaDeCitas, 26). Si tuviera que elegir una y solo una secuencia del cine de Almodóvar, una de las principales candidatas sería esta: el inolvidable ‘ruego de riego’ de Carmen Maura en La ley del deseo (1987). Algunos la han comparado con la escena del aireador de metro que nos mostró los muslos de Marilyn hasta su nacimiento en La tentación vive arriba (1955). Algo de similitud hay sin duda. Puede que, al menos indirectamente, un homenaje. La secuencia almodovariana, tan de noche veraniega madrileña, está rodada frente a la fachada del Cuartel del Conde Duque, en la calle de igual nombre. Curiosamente, en la exposición «Madrid chica Almodóvar», que se mostró hasta hace poco en el Centro Cultural que acoge el antiguo cuartel-palacio, la secuencia, bien documentada y reproducida, ocupaba uno de los paneles más destacados. Y ya que estamos, si les apetece, ¿cuál es su “escena Almodóvar” favorita? Tal vez así hagamos una buena antología. No se corten.


viernes, 20 de diciembre de 2024

De una sabio llamado Ben-Cho-Shey

(Caja De Citas, 25). Hace ya tiempo que vengo albergando la intención de hablar con algún pormenor de un sabio gallego al que tengo en muy alta estima, entre otros méritos por ser el primer y más destacado compilador del barallete, la jerga gremial de afiladores, paragüeros, barquilleros y otras profesiones andariegas de la provincia de Ourense, con centro neurálgico en el municipio de Nogueira de Ramuín, el Locus Silensis familiar. Me refiero a Xosé Ramón Fernández-Oxea, conocido como Ben-Cho-Shey, un hombre sabio. En el singular calendario de Adviento que mi amiga la escritora gallega Carme Varela está difundiendo estos días, el pasado miércoles nos hizo llegar esta singular semblanza del personaje, un texto que me sirve para, al menos de momento, paliar algo de la inmensa deuda que tengo contraída. Como está escrita en esa otra variante cercana del latín que es el gallego, supongo que no necesita traducción. Si alguien tuviera alguna duda, acá estamos.

El texto de Carme:
Chegamos ao Décimo Oitavo Día de Advento cunha nadaliña de Xosé Ramón Fernández-Oxea. Coñecido polo seu pseudónimo Ben-Cho-Shey.
Fernández-Oxea parece que ese ano de 1956 intuía que algún día se lle había dedicar un Día das Letras Galegas ás cantareiras e para celebralo ilustrou a súa nadaliña con este fermoso debuxo de Torres. Un grupo de seis mulleres cantan unha panxoliña que el mesmo puido compoñer. Nos tempos en que Ben-cho-Shey fixo traballos de recollida o castelán aínda non penetrara nos cancioneiros como logo se pode ver en recompiladores contemporáneos nosos.
Ben-Cho-Shey medrou próximo ao grupo Nós de Ourense, formou parte das Irmandades da fala, o Seminario de Estudos Galegos e o Partido Galeguista. Fixo escola en Cariño e en Santa Marta de Moreiras (Pereiro de Aguiar). Da súa estadía nesta parroquia sae unha das súas obras fundamentais: «Santa Marta de Moreiras. Monografía dunha parroquia ourensán (1925-1935)». Foi fervente defensor do ensino en galego e un gran compilador da fala do Barallete.
Trala guerra foi desterrado a Cáceres e viviu máis tarde en Madrid onde estivo vencellado ao Grupo Brais Pinto.
Os seus restos repousan no cemiterio de San Francisco en Ourense. Na súa lousa figura un curioso epitafio:
O señor D. Xosé Ramón Fernández Oxea (Ben-Cho-Shey). Gran Cruz de Montealegre, Colector de Barallete, Preboste do Tangaraño. Ten o gusto de lles ofrecer aos seus amigos o seu novo domicilio no cumio do cimiterio de Ourense, onde os agardará ata que o boten de alí os ediles de turno. A súa dona e a súa filla préganlle encomenden a Deus a súa ánima. NOTA.- Quedan suprimidas tódalas homenaxes postmortem porque as cousas ou se fan ao seu tempo ou non se fan.
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