viernes, 24 de marzo de 2023

LA BUENA COMPAÑíA

Jardines del Príncipe de Anglona, en el barrio madrileño de Palacio.
Foto de Madrid Film Office.


Madrid es una ciudad para ser leída con lo pies. Y, si es posible, en buena compañía. Pasé ayer unas horas estupendas paseando por el cogollo urbano, desde Fomento a Las Vistillas pasando por Palacio, y del jardín del Príncipe de Anglona a Puerta Cerrada, con desvío por la calle de la Bolsa y el Café Central, descenso luego por Prado, con vista inesperada de caballerías, hasta concluir en el Círculo de Bellas Artes. Un paseo demorado en conversación amena y apasionada, también con sus puntos discrepantes, con César Nicolás, un gran conversador y un hombre ilustrado e ilustrador. Y ello tras una buena comida —caldo, pulpo, rape y filloas conxuradas— en O Curruncho. No está mal para un día laborable. Qué pena que aún no se haya inventado por estos adictivos pagos cibernáuticos la posibilidad de hacer de la virtualidad presencia y figura. Pero todo a su tiempo. De momento, no es poca cosa que las redes nos sirvan para armar estos encuentros tan gratificantes. Gracias a ellos, uno llega a tener la impresión de ser aún humano.
(LUN, 434 ~ «De la vida misma»)

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