lunes, 17 de enero de 2022

Ritornello

 


Vuelvo al lugar del crimen, aunque aquí
apenas queda nadie. ¿Es el final
de tanta murga o un sueño de arrabal
naufragado en un charco carmesí?
Cómo saberlo. Vuelan por ahí
sospechas, resonancias, y el cabal
sentido del deber, con su imperial
poner en orden tanto frenesí.
Me atengo al juego. Si en cada ocasión
que el ‘ritornello’ escucho en la canción
me sumo al bailecito sin por qué,
será que un aire antiguo, en su trantrán
cosmocómico, aún rompe el celofán
de mi alma vieja y ella saca el pie
quebrado, tipo
el del gran Byron o el del mismo Edipo.
Y ya en la danza de mi alma vieja
que crea el cosmos con su afán en celo
busco en el aire un ritmo tras el velo
de Maya ausente, y en el baile cito
el ritornello alegre y, despacito,
limpio mi cuerpo, ay, de toda queja.
¡Qué alegría el sentir de los sentidos
libres al fin, conscientes del placer
que sólo por el hecho de nacer
a toda criatura, en los latidos
del pulso de la vida, es menester
concederle! Y así, entre bufidos,
tantos recalcitrantes consumidos
por la ira 😤 verán lo que hay que ver.

(«Hojas sueltas del lunes» ~ “Nuevos pulsos de luz. * Sonetos de acordeón”)

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