viernes, 15 de junio de 2018

Vanos

«La catedral con el mar dentro», ©️AJR, 2017.

La luz que rasga el borde de los cuerpos
con su filo movido por un ángel
es la misma que cela, en el crucero,
el hálito verdoso de la piedra.
La catedral navega. Ha comenzado
el órgano a extraer de cada sombra
su secreta armonía, los acordes
del sueño de la vida y de la muerte.
Un pueblo de maestros artesanos
levantó con paciencia y servidumbre
estas naves que hoy van a la deriva.
La música en mi cuerpo se transforma,
con el aire filtrado por los vanos,
en el mudo estertor de una plegaria.

2 comentarios:

virgi dijo...

Precioso, Alfredo, un fuerte abrazo.

Alfredo J Ramos dijo...

Gracias, amiga. besos.