...
Y luego avanza el tiempo
con su diente guadaña
con la imagen de fondo
que nunca está completa:
ojos que, fugitivos, persiguen por las calles
los rastros de la luz
rebotando en los cuerpos,
y miran hacia dentro
—cuando de verdad miran—
para sentir que pesa la vida como un fardo
o como el que, ligero,
movido por un sueño,
camina hacia el contorno
nítido de la página,
por el lienzo del día,
entre las Mil y Una
noches que guarda el alma
en su cofre de cuentos.
Y un lento despertar.
con la imagen de fondo
que nunca está completa:
ojos que, fugitivos, persiguen por las calles
los rastros de la luz
rebotando en los cuerpos,
y miran hacia dentro
—cuando de verdad miran—
para sentir que pesa la vida como un fardo
o como el que, ligero,
movido por un sueño,
camina hacia el contorno
nítido de la página,
por el lienzo del día,
entre las Mil y Una
noches que guarda el alma
en su cofre de cuentos.
Y un lento despertar.
(Levedades)
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