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| Vencejos en el cielo de Madrid. Foto de Enrique Fidel. |
Pasadizo de lluvia
(De abril a mayo)
Vi ayer volando todos los vencejos,
incluso los leídos en los libros,
en las enciclopedias,
los vistos en el cine,
en los tebeos,en los cuartos de juego,
los que aún viven
en las ilustraciones
de aquel álbum de cromos olvidado,
los soñados o sólo presentidos
en la troje olorosa de mi infancia.
Igual que entonces,
la tarde se ha llenado de vencejos.
Y con ellos ha venido una lluvia,
minuciosa y distinta,
que ya no va a parar.
2 comentarios:
Esa imagen de los vencejos a la caída de la tarde está íntimamente ligada a nuestra infancia. Plasmada en el poema detiene el tiempo, lo recobra y viene a hacer posible lo imposible.
Un abrazo, Alfredo.
Sí, así es. Fue la otra tarde, tras la lluvia, y por nuestro barrio en Talavera, ya iniciando la vuelta hacia el Foro. Supongo que el lugar y la hora contribuirían a la reminiscencia, pero juraría que durante un instante los pajarillos eran los mismos que veíamos de pequeños. Va a ser que el tiempo es una broma. Algo pesada, pero broma al fin. Abrazo.
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