miércoles, 3 de mayo de 2017

Día

Amanecer en Los Cancajos, isla de La Palma. AJR.

Y al final es el día, mariposa
que sólo vive un día,
el que segrega un hilo de seda transparente
y nos deja en las manos,
entre los largos dedos de nuestra soledad,
un mínimo torrente de tinta caprichosa
y una pequeña estela de pan blanco.
Y así puede tener lugar de nuevo
el milagro de la continuidad.

Oh, memoria, memoria, melodía,
luz interior que cada día te alzas,
desde el fondo marino de nuestros corazones,
para crear el mundo.

2 comentarios:

Antonio del Camino dijo...

Quedome sin palabras ante palabras tan seductoras y precisas. Bien acompañadas por la imagen que ilustra la entrada. Chapó.

Abrazos.

Alfredo J Ramos dijo...

Recupera el habla, Antonio. Que quedan días por venir (o eso parece) y hay que estar atentos. Se agradecen, con todo, las hipérboles. Y el sombrerazo. Fuerte abrazo.