Quisiera la escritura ser el doble del mundo,
sueña con tener órbitas,
gira en el interior de la cabeza
creyéndose capaz de contenerlo todo.
Pero es solo un camino dibujado
sobre la piel desnuda de la página
al paso de esa yunta de domésticos
animales con los que cultivamos
los campos del Señor
y un día más de luz:
y un día más de luz:
la ausencia, la paciencia.
(Viñeta medieval)
6 comentarios:
Hermosa definición de una tarea que, a pesar de las definiciones, tiene siempre un algo de indefinible (valgan los recovecos "definidos").
Un abrazo.
Gracias, Antonio. Así lo creo yo también. Quizás por eso ocurre que casi todas las metáforas lo son también de la escritura. Hay que seguir buscando en los recovecos. Aunque puede que, al fin y al cabo, todo lo importante esté bien a la vista. Seguiremos probando. Un abrazo.
A veces arando campos pueden encontrarse tesoros escondidos. Me gustó... Besos.
Gracias, Nando. Yo también creo que eso que dices sucede. Inlcuso en estos tiempos en que tan abandonadas están las tareas agropecuarias.
Después de tantos años te veo en plena forma. Un abrazo grande, amigo. José Julio Sevilla.
Gracias, José Julio, qué sorpresa tan agradable. No hace mucho aún hablábamos en casa de ti, y de aquellos trenes de cercanías que tan cerca nos dejaban...
Otro gran abrazo.
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