Bajo la luz sucesiva
de los cuerpos siderales
brillan bellos animales
de una especie pensativa.
Mis ojos tienen cautiva
en su pozo de tristeza
la imagen de la belleza
que ha de durar mientras viva.
Yo soy el arrebatado
por el vuelo a ras de cielo
del demonio que en mí canta.
Del bosque petrificado
de esa canción brota el hielo
que refresca mi garganta.
3 comentarios:
Bueno, pues bien aprovechado ese viaje a Irlanda, por lo que veo,
Preciosas letras amigo.
Un hermoso sonetillo, como quiera que lo leamos...
Un abrazo,
Lily
Gracias, Cristal y Lily. Es siempre una alegría saberos al otro lado. Un abrazo.
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