ALGUIEN ANDA DICIENDO POR AHÍ QUE LA QUE SE AVECINA VA A SER GORDA Y QUE NOS VAMOS A ENTERAR, COMO SUELE DECIRSE, DE LO QUE VALE UN PEINE…
Otro lugar que le gusta bastante a Nostra es la terraza de ‘La Barbacoa del Parque de Berlín’. Suele pasarse por allí algunos fines de semana, aunque con más frecuencia se entretiene dando pedales en los ciclos estáticos de la zona de gimnasia para viejos. Fue allí donde le oí recitar, casi a ritmo de rap, la siguiente perorata: «Alguien anda diciendo por ahí, queridos escuchantes y mirones de todos los sexos y apetencias, que nos acercamos a otra guerra. No sé. Tengo la impresión de que ya se están librando feroces batallas. Y, según dice mi afín El Teclas, en la DeepNet sobre todo. Aunque rescoldos de ese combate, según me dice también él, a veces emergen en forma de apagones, pandemias, carencias, inflaciones, desconciertos.. ¿Qué se disputa? Lo de siempre: la usura insaciable de lo que lo tienen todo pero quieren más. Tal vez alguna quimérica “poción” de vida eterna. Sin olvidar el infinito gusto endemoniado de apalear carne, neuronas, sueños. El “enemigo”, además, juega con el factor sorpresa: la inconsciencia o ignorancia del común. Y el narcisismo de los iniciados. No sólo está en juego la libertad de las conciencias, sino el hecho mismo de que algo digno de tal nombre siga siendo posible. Pero no tengo ninguna duda: vencerán los hijos de la luz…; eso si, después de pagarla a precio de vellocino. Al fin y al cabo, las causas más audaces y elevadas se dilucidan en los pequeños detalles. Y en definitiva, oídme bien amigos y amigas, sobre todo amigas y también vosotras, oh almas cantarinas y de cántaro, no perdamos el oremus ni demos pábulo al escalofrío porque el final está aún por escribir… ¿Quién se paga una birra?». Dicho lo cual, Nostra se vino derecho hacia mi mesa, dispuesto a echar el resto de la tarde en una sosegada y transparente contemplación. Ya somos dos en el alambre.