(Deletreando mientras escucho Angie)
Pensando en el amor que nos tuvimos
de todo lo que un día nos dejamos
olvidado entre asombros y caricias.
Y había una canción que nos sacaba
de los ojos un brillo y nos ponía,
criaturas venidas desde el hielo,
al borde del aullido o de las lágrimas.
De todas esas sábanas que el viento
agita en la distancia cual fantasmas
solo sabemos que una vez nos dieron
el rayo de su gracia y su ternura.
Hoy esa luz es ya solo una errante
estrella que se pierde en las tinieblas.
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