(Esta «Lectura cómplice del día en curso»
es para Sagrario, que hoy cumple años cabales
y sigue siendo, también, mi mejor amiga.)
Ya no hay otra medida que tus ojos
y la risa o tristeza
con que juntos miramos
cómo el tiempo dibuja
la piel de la memoria,
con sus pliegues vividos,
mientras en el cristal del año en curso
—en esos sus semblantes plateados—
se vuelven de repente movedizas
las luces de la casa de los días
y entre ellas se levanta,
con su antiguo entusiasmo,
la llama doble o triple de la complicidad.
Y ya está todo dicho
excepto todo
lo que nos quede por soñar
mientras logremos
zafarnos de la noche sin excusa
y se nos iluminen las miradas,
como en un libro de horas,
al recordar los juegos
de las dos legendarias criaturas
—reales como el sol que nos da vida—
que se reconocieron y se amaron
entre los laberintos
del Palacio da Pena
—tan vistoso—,
en la mañana aquella que aún no se ha acabado.
Sagrario Pinto en Sintra, hacia 1981. Foto © AJR |
(Imagen superior) Gustav-Adolf Hennig: Reading Girl (1828)
Museum der bildenden Künste, Leipzig
8 comentarios:
Bellísimo poema, lleno de guiños, para celebrar un día único. Felicidades a la homenajeada, con quien hablaremos luego.
Abrazos para todos.
Gracias, una vez más, Antonio. Y esta vez, más, como bien sabes desde aquella mañana bajo lo arcos del Prado. Parece mentira que haya pasado tanto tiempo, esa medida inverosímil pero indudable de la vida. Confiemos en que nos siga dando tregua (o, como se decía antes, cuartelillo) y que lo podamos seguir compartiendo. Abrazos.
Muchas felicidades a Sagrario y a vosotros dos por vuestra convivencia. Un hermoso poema, con el misterio, complicidad y/o alusiones de esas palabras en cursiva. Un abrazo real, para el día de Reyes.
Transmito tus palabras, Carlos. Gracias por ellas. Como bien intuyes, las cursivas son alusiones o subrayados de complicidades, en su mayoría títulos de libros de poemas de Sagrario. Un abrazo posregio y también real.
Precioso y preciso (imagino), entre cómplices. Besos a los dos.
Gracias, Nando. Y viceversa.
Años cabales. no por la redondez de los guarismo, sino por vividos en justicia. Mi abrazo, amigo.
Gracias, Paco. Otro abrazo.
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