Por el mero placer de volver a escucharlos y trepar por sus lianas sonoras hasta tardes perdidas en lugares inexistentes: memoria, dolor y calma. Y el giro de esos artilugios que ya hasta parecen babilónicos. O de antes.
Qué grandes, los Tangerine. Éste "Ricochet" y el "stratosfear", mis preferidos. Y sí, qué anacrónicos y "babilónicos" son ahora esos sintetizadores analógicos, con todas sus clavijas. Y qué futurista es el pasado, ¿no? Abrazos.
2 comentarios:
Qué grandes, los Tangerine. Éste "Ricochet" y el "stratosfear", mis preferidos. Y sí, qué anacrónicos y "babilónicos" son ahora esos sintetizadores analógicos, con todas sus clavijas. Y qué futurista es el pasado, ¿no?
Abrazos.
Gracias, Juan Manuel. Pienso lo mismo. Stratosfear ya sonó alguna vez por acá. Y en cuanto al pasado, también de acuerdo: puro Marinetti, qué cosas...
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