jueves, 21 de octubre de 2021

Ritmo y rima internos

Ritmo interno y, en realidad, rima interna la de este soneto blanco que va jugando con rimas asonantes y (por así decir) semiconsonantes, algunas concertadas hasta el punto mismo de precipitarse (casi) en el ripio, y en sentido de sonoridad creciente, hasta desembocar en el dístico final que se cierra sobre sí mismo con una rima no sólo fuerte sino también sin salida.


Ritmo interno
Escucho, atento, por si suena el eco
de lo que apenas pienso, mientras crece,
con la memoria de la nieve, el rastro
de una palabra en el ocaso. Brilla,
alrededores de la isla, el último
reflejo que en el humo se deshace
y traza en este aparte una frontera
que a la vida en su pena no redime
pero pone a la esfinge su diadema
y rompe el cerco de la arena y nombra
en estas raras cosas un asombro
que ve, detrás del ojo enajenado,
un testigo que al borde de sí mismo
es el puro reflejo del abismo.



ANIADVERSARIOS

ANIADVERSARIOS

Jorge Oteiza: Contra el silencio, 1987.


La ocasión aquella
en que tuvimos que hacerles frente
a los del gatillo fácil
no se me olvida porque fue entonces
cuando me liquidaron.
(LUN, 951)

miércoles, 20 de octubre de 2021

El Pirata, mención especial en los premio Ondas


(En voz alta)
. El jurado del prestigioso premio Ondas ha reconocido con una mención especial, en la categoría de mejor programa de radio, a El Pirata y su banda, del que es alma mater y pater, todo en uno, Juan Pablo Ordúñez, paisano y viejo amigo, hacia el que siempre he sentido especial admiración. El premio viene a reconocer una de las trayectorias más dilatadas, intensas, veraces y fervorosas en el ámbito de la radio musical, con marcada deriva hacia el mundo del rock y especial atención a sus vertientes heavies, aunque a menudo los géneros se entrecruzan y los barrios se mezclan. Es Juan Pablo, además, el responsable e impulsor de muchas iniciativas musicales ambiciosas y sus actividades como productor de discos y organizador de eventos son bien conocidas y valoradas en un sector donde el nombre de El Pirata levanta una ola de admiración y reconocimiento. Hace poco llegó a las librerías su última contribución escrita e ilustrada a la larga historia de pasión y arrebato que nuestro viejo amigo mantiene con los sueños eléctricos de varias generaciones, toda una página imprescindible de la memoria rockera del país y de un tiempo que a veces parece estar más vivo que nunca. ¡Felicidades, Juan Pablo! Un premio justo y quizás aún insuficiente. Que la bandera negra y ósea siga luciendo por mucho tiempo en lo más alto del navío.

LAS COSAS DE NOSTRA (5)

LA DIATRIBA DEL PROFETA CONTRA LA POR ÉL LLAMADA «PLÉTORA DE IMÁGENES DE NUESTROS DÍAS» Y SUS DIFICULTADES PARA LLEVAR A BUEN PUERTO Y SENTIDO EL PARLAMENTO AL LADO MISMO DEL AUDITORIO NACIONAL



Asomado, como dije, a la Plaza de Rodolfo y Ernesto Halfter, justo enfrente al Auditorio Nacional de Música, pero girado un poco hacia el edificio de la NWG, cuyo frontispicio esta decorado con grandes placas escultóricas que representan a algunas musas, he aquí lo que predicó Nostra ante un público tan escaso que de hecho sólo estaba integrado por mí mismo y un hombre de indefinida edad (o sea, un viejales) cuyo perro, un mestizo Yorkshire, campaba a sus anchas y al albur de sus esfínteres sobre la hierba de los parterres.

Y dijo el profeta: «Puede que todo lo que se pueda ver aquí haya sido retratado en innumerables ocasiones, en estos tiempos en que una buena porción de lo visible se fotografía decenas de miles de veces, incluso millones, y cuando los dioses de la modernidad, en su mayoría grandes deportistas y todos ellos héroes del espectáculo, han conseguido colonizar nuestras mirada y el rincón de los reflejos miméticos hasta extremos que nunca logró divinidad alguna del pasado, ni en ningún panteón, y eso y esto y aquello, todo junto, hasta hacer de nuestras vidas una sucesión de gestos automáticos cuya única explicación es que el movimiento, una vez iniciado, tiene que proseguir y proseguir, que es en lo que mayormente se demuestra el carácter peculiar del movimiento, una vez que se inicia e iníciase una vez peculiar y su carácter, no sé si me explico, por la razón de que el movimiento sólo admite la explicación de unos mismos automáticos gestos de sucesión en una vida que como la nuestra llega a hacer que ocurra lo que sólo y ni siquiera algunas divinidades… o sus miméticos reflejos… los del rincón… nuestras miradas…»
Tras balbucear con creciente desconcierto estas últimas palabra, su voz se fue volviendo ininteligible y, ya visiblemente alterado, Nostra dio un respingo (me pareció escucharle el inicio de un “mecagüentó lo que se menea”, que ya le tengo oído alguna que otra vez), se acercó a su público —es decir, a mí, porque el viejales ya se había largado— y, con ese gesto de cándida nobleza que también le he visto otras veces, me dijo: «Creo que me he liado un poco, pero el mensaje está bien claro». No dije nada. Él me puso una mano sobre el hombro, como si me diera la alternativa, y musitó: «Es que este sitio impone mucho, chaval. No hace ni un año que vi salir por esa puerta al mismísimo Bob Dylan». Y mirándome como hubiera podido hacerlo Moisés con las piedras de la ley en la mano, se dio media vuelta y se fue.
(LUN, 952 ~ Las cosas de Nostra)

martes, 19 de octubre de 2021

El "Aliento", de Alfonso Gónzalez-Calero

(En voz alta). Acierta de pleno, a mi entender, Federico Gallego Ripoll cuando afirma que “Con ojos de vigilia” es la expresión que mejor resume «la naturaleza poética y personal de Alfonso González-Calero». Ese es el título de uno de los 49 poemas, algunos muy breves, que componen Aliento, segunda entrega poética de su autor, tras la antología Ida y vuelta (Poemas 1985-2015), aparecida en 2017. El nuevo título ha sido publicado en la recién nacida Mahalta, sello que ya ha lanzado varias e interesantes señales de humo poético desde la Alta Mancha y al amparo de la larga y acogedora sombra del poeta Paco Caro.

Bien conocido y apreciado por su infatigable labor de recolección y difusión de todo lo que tenga que ver con los diversos pulsos culturales, históricos y sociológicos de Castilla-La Mancha, sin menospreciar los aspectos científicos y técnicos, Alfonso G.-C. es hombre de amplios intereses que difunde con acierto desde diversos medios y tribunas, en los últimos tiempos, muy especialmente desde Internet. Sus huellas en ese sentido están al alcance de la mano. Interesa destacar aquí que el periodista, editor, hombre de cultura y buen divulgador, además de generoso lector infatigable, pone de relieve un buen pulso para anotar estas ráfagas de sentimiento, pensamiento y vida, íntima o social, a las que, desde el propio título, se les concede el peso de la respiración, algo por tanto de vital alcance, aunque por su sobria parquedad pudiera parecer sólo anecdótico. No es así: en este breve libro hay suficientes indicios para entender que el autor no es, por así decir, un poeta de fines de semana, sino que una mirada atenta y cordial hacia el mundo forma parte de una “manera poética” de ser y a veces se transforma en poemas. Dejo aquí como muestra un poema de trasfondo borgiano que me parece revelador.

"Aliento" de Alfonso González-Calero

(En voz alta). Acierta de pleno, a mi entender, Federico Gallego Ripoll cuando afirma que «Con ojos de vigilia» es la expresión que mejor resume «la naturaleza poética y personal de Alfonso González-Calero». Ese es el título de uno de los 49 poemas, algunos muy breves, que componen Aliento, segunda entrega poética de su autor, tras la antología Ida y vuelta (Poemas 1985-2015), aparecida en 2017. El nuevo título ha sido publicado en la recién nacida Mahalta, sello que ya ha lanzado varias e interesantes señales de humo poético desde la Alta Mancha y al amparo de la larga y acogedora sombra del poeta Paco Caro.

Bien conocido y apreciado por su infatigable labor de recolección y difusión de todo lo que tenga que ver con los diversos pulsos culturales, históricos y sociológicos de Castilla-La Mancha, sin menospreciar los aspectos científicos y técnicos, Alfonso G-C es hombre de amplios intereses que difunde con acierto desde diversos medios y tribunas, en los últimos tiempos, muy especialmente desde Internet. Sus huellas en ese sentido están al alcance de la mano. Interesa destacar aquí que el periodista, editor, hombre de cultura y buen divulgador, además de generoso lector infatigable, pone de relieve un buen pulso para anotar estas ráfagas de sentimiento, pensamiento y vida, íntima o social, a las que, desde el propio título, se les concede el peso de la respiración, algo por tanto de vital alcance, aunque por su sobria parquedad pudiera parecer sólo anecdótico. No es así: en este breve libro hay suficientes indicios para entender que el autor no es, por así decir, un poeta de fines de semana, sino que una mirada atenta y cordial hacia el mundo forma parte de una “manera poética” de ser y a veces se transforma en poemas.

Dejo aquí como muestra un poema de trasfondo borgiano que me parece revelador.



DESDE EL ACANTILADO (VI)

 EL DESTINO DE LA LITERATURA

VISTO DESDE EL ACANTILADO (VI, 68-86)

Antonio Muñoz Degrain: Ecos de Roncesvalles, 1890. Museo de Málaga.

Un verano en Lesmona (con cartas de Thomas Mann, Marga Berck y Katia Mann) es probable que nos anticipe el nudo y la esfera del navegante como artífice del mundo moderno o, por decirlo de forma precisa, “Li contes del graal” (El cuento del grial), el periplo diario que es capaz de llevarnos desde un vuelo sobre el teatro hasta las resonancias de la poesía goliárdica y otros giros algo acrobáticos pero muy recomendables para leer a Cervantes en un viaje de invierno. Toda esta tarea crítica, ensayos, artículos y entrevistas, si bien se mira, viene a componer una especie de autobiografía que pudiera tener su arranque en el preciso y bien ubicado momento en que la “Chanson de Roland” (el Cantar de Roldán y el Roncesvalles navarro) resuena entre el ayer y el mañana y nos deja el cuerpo herido (como si fuera mero pasto de un diccionario filosófico de la cirugía), tal vez ahora, en fántastico y terrible bucle, como una mezcla entre unos nuevos diarios (1895-1910) y un diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo. En suma, es el legado de Europa lo que aquí se dilucida, pero no por ello olvido que es también, por decirlo así, una invocación a mi cuerpo, allá lejos y tiempo atrás, con un gran futuro a mis espaldas. Y todo ello sin olvidar, como veremos, que se trata de puras suposiciones ensambladas, casi sólo superpuestas… (Continuará)
(LUN, 953 ~ «Desde el Acantilado»)