martes, 22 de octubre de 2024

Rilke y sus círculos

La Palestra
LOS CÍRCULOS DE RILKE
«Vivo mi vida en círculos concéntricos que pasan por las cosas», ue quizás el primer verso de Rilke que conocí, mencionado por un compañero de estudios del que solo recuerdo que se apellidaba Malagón. Sería a finales de 1971 y estaba en El Escorial.
Aquel impulso me llevó a comprar una antología del poeta, con traducciones de Jaime Ferreiro Alemparte publicada por Austral; más tarde conseguiría la edición bilingüe de las Elegías duinesas y los Poemas a la Noche, del mismo traductor, editado en Adonais. Y seguí luego la pista rilkeana no solo en sus poemas, también en sus escritos diarísticos, sus reflexiones y consejos, su correspondencia… O los muy singulares Los apuntes de Malte Laurids Brigge, vertidos por Francisco Ayala en la edición de letra piojosa y no pocas erratas de Alianza.
Y, muy especialmente (por el impacto visual), recuerdo la lectura del Testamento, con edición facsimilar del manuscrito y versión española de Feliú Formosa.
Frecuentado en mayor o menor grado, según momentos, y siempre pendiente —como tantos— de una lectura completa y reposada que quizás nunca llegue, sí sé que Rilke es un ángel tutelar de lo que escribo, un referente insoslayable que aúna la belleza imprescindible y el comienzo de lo terrible que todavía podemos soportar de la vida, acaso porque sabemos que está más allá de toda comprensión y, en última instancia, confiamos en su benevolencia.

Esta foto editada que hoy me regala por su cuenta y riesgo el iPhone (viene del iCloud de no sé bien que mediador digital) me ha traído entre sus giros y sugerencias la presencia de Rilke. Que siga aquí. 


domingo, 20 de octubre de 2024

Otro Casino

                                                                         (Sonetillo desenmascarado)

Asistimos asombrados
a los fastos imperiales.
La tormenta de caudales
lo arrasaba todo. Dados
cargados de dudas
corrían por los tapetes.
Y los negros cubiletes
movíanse raudos. Mudas
de serpientes por las mesas
con viejos venenos, fichas
de las apuestas y un verte-
dero de iras, entre espesas
nubes de humo. Las desdichas
de almas sin suerte. Y la muerte.





sábado, 19 de octubre de 2024

Mientras suena "Angie"

(Deletreando mientras escucho Angie)

Pensando en el amor que nos tuvimos
veo subir frente a mí ligero el sueño
de todo lo que un día nos dejamos
olvidado entre asombros y caricias.

Y había una canción que nos sacaba
de los ojos un brillo y nos ponía,
criaturas venidas desde el hielo,
al borde del aullido o de las lágrimas.

De todas esas sábanas que el viento
agita en la distancia cual fantasmas
solo sabemos que una vez nos dieron

el rayo de su gracia y su ternura.
Hoy esa luz es ya solo una errante
estrella que se pierde en las tinieblas.





jueves, 17 de octubre de 2024

OCTubre


Gotas de luz
atraviesan mi piel
hojas caídas
De este a oeste
caravana de hormigas
afán y duelo
🐜 🐜 🐜 🐜 🐜 🐜 🐜
Solo en el parque
ladridos a mi lado
ya somos uno
Allá la luna
se llena de sospechas
sueños menguantes
🌑 🌒 🌓 🌓 🌑 🌒 🌒
En el confín
del año estabulado
mugen las reses
Dale la vuelta
el jardín está dentro
del laberinto
(Provisiones, previsiones, perversiones)

domingo, 13 de octubre de 2024

Maryra Gómez Kemp, en sus cuarteles de invierrno

(Al filo de los días). Nunca he sido lo que se dice —como suele decirse— un admirador de Mayra Gómez Kemp. De hecho, en su momento me pareció que el Un, dos, tres que ella presentaba, y que yo ya no seguía, había sufrido una decadencia visible respecto al mítico programa que cambió el ritmo de la tele y, al compás de los relojes y la sobriedad eufónica de Kiko Ledgard y con la varita retórica y sabia de Chicho Ibáñez Serrador, llevó a su cenit a la televisión en blanco y negro, época desde la cual, como algunos sostienen respecto al cine, todo ha sido un derrumbadero.

Pese a ello (a no ser un admirador de la presentadora), me sorprendieron mucho sus declaraciones, pilladas al azar la otra noche mientras caminaba por la ciudad en sombras, en la entrevista que le hizo Mara Torres en el programa que me debe el nombre, y en especial algunas respuestas en las que se percibía, con una claridad casi dolorosa de tan lúcida, una despedida que, como se ha visto ahora en verdad lo era.

Descanse en paz la gran pionera que con tanta discreción como decisión decidió retirarse, definitivamente, a sus cuarteles de invierno. La entrevista, bien pautada por esa delicada escuchante que es Mara Torres, merece la pena. Hoy es un testamento.



martes, 8 de octubre de 2024

Andrés Iniesta, hasta siempre



Hoy dice adiós a su etapa como futbolista en activo Andrés Iniesta. Con ocasión del último “clásico” que disputó —en cierto modo, su verdadero despedida del fútbol de primera línea— le dediqué este poema. Lo reitero, con el agradecimiento por su saber ser y estar en un juego que a menudo está lleno de trampas, errores, zafiedades, fanatismos. Un deportista verdaderamente ejemplar. Una emoción con nombre propio.


EL ÚLTIMO CLÁSICO
(En homenaje a Andrés Iniesta,
que lo jugó el 06.05.18)

El fútbol sin pasión no es casi nada,
igual que casi todo. No hay partido
que merezca la pena si el pitido
final no pone fin (también) a la jugada
del nervio a flor de piel, al fiel latido
del corazón vibrante que, en la grada
o en el sillón, no encuentra más coartada
que la victoria: el reino prometido.
Pero, frente al furor enrabietado
que sólo ama un color y odia al rival,
se alza el fervor del juego como fiesta.
Ni culé ni merengue, he cultivado,
siempre al filo de la pasión neutral,
una emoción llamada Andrés Iniesta.