
(CajaDeCitas, 79). Volvamos al discurso final de Chaplin en El gran dictador.
Podrían cambiarse y/o añadirse algunas palabras accidentales (los nombres de algunos objetos, tal vez el matiz de algún concepto), pero este vibrante y percutiente alegato del más grande de nuestros cómicos no ha perdido un ápice de precisión y pertinencia; antes al contrario: quizás sea este el momento para el que fue expresamente escrito.
Hay que, de verdad, (volver a) escucharlo.
CANTATA TATATÁ
(metáforas de la creación)
Les oía decircuando la manifestación ya terminaba:«Somos
Raudocomo del rayose me iluminóun pensamiento:«Los restos del naufragio—y si acaso—eso somos».
A la vista está.(Levedades, variación 2)
(Al filo del día: Bloomsday 25). Y desde un tal Homero, pasando por Virgilio ‘elegans’, e incluso Per Abat o como fuere y, naturalmente, el conspicuo James, ¿que otra cosas podéis hacer, oh poetas troyanos y narradores errantes, que tratar de recuperar y seguir las osadas huellas de Ulises? Es lo que hace aquí Javier Krahe, el nunca olvidado. Ni que lo sea.