jueves, 11 de agosto de 2022
LA RUTA NADA NATURAL
Le pregunté a mi ayudante Virgilio por el panel informativo que en plena ruta del Mar Menor señala el desvío a «Los Infiernos». Virgilio, que cabalga conmigo desde hace al menos media vida, me dijo que por allí se evitaba dar un rodeo para llegar a las poblaciones más importantes de la zona y donde nos esperaba una feligresía numerosa y expectante, aunque la senda era más agreste y tendríamos que andarnos con cuidado porque sus laderas estaban infestadas de pobres criaturas execrables. «Todo encaja», pensé. Y al tiempo que, tras ajustarme bien la teja, arreaba mi mula en dirección a aquel camino, comprobé una vez más que llevaba en la alforja todos los instrumentos de mi oficio: la cruz, la estola, los óleos, el acetre...
(LUN, 659 ~ «Micródromos de la Posada», 2ª ed)
miércoles, 10 de agosto de 2022
PEREC AL PASO
Maximilien Luce: Rue Ravignan, Paris, 1893.
Col. particular. (The Audrey Jones Beck Building, 224 Beck Galleries).
POSIBILIDADES, EXIGENCIAS E INCONVENIENCIAS DEL REPARTO
(EN TIEMPOS DE GUERRA)
Han sido tantas las guerras que han conocido estos ojos y son tantos los temores a que no se acaben nunca, que nada me importaría, vida mía, estar en su compañía o incluso ser “El soldado que reconoció a su profesor de física’. Y eso sin descartar, naturalmente, las veleidades con las que siempre me ha puesto de su lado ‘El antiguo propietario que soñaba con crear un verdadero héroe de novela’. No parece razonable, a no ser que la situación se complicara más de lo esperado, que ese papel recayera sobre ‘El jazzman demasiado perfeccionista que repetía los ensayos’, si bien esa opción a los ojos del respetable —grupo abstracto pero imprescindible en todo envite que se precie— sin duda resultaría menos estrafalaria que el capricho de hacer caer todo el protagonismo de esta parte ya muy avanzada de la historia sobre ‘Los fans de Tasmania que ofrecieron a su ídolo 71 ratitas blancas’, en dura competencia —puestos a ser exigentes en lo tocante a rarezas— con ‘La empollona de matemáticas que anhelaba construir la torre más alta del mundo’. Perezca quien perezca, y mientras lo que perece aparece, no hay más remedio, ni acaso otro medio, que seguir fondeando en las aguas removidas de la imaginación.
(LUN, 660 ~ «Perec al paso», 145-149)
martes, 9 de agosto de 2022
PERROS DE PAJA (Soneto enmascarado)
Cansado de lidiar con tantos descerebrados vecinos violentos, el matrimonio Sumner buscó vientos más pacíficos y fue a dar al descampado de un pueblo en Cornualles donde toda la gente parecía… lo que no era. Pues al cuarto día ya se veía, en casa o en las calles de aquel pequeño Wakely, que aquello no iba bien, y en espiral creciente de violencia extrema, cual mortaja cortada antes de tiempo, el antes bello panorama trocose de repente en sangriento ritual: perros de paja.
(LUN, 661 ~ «Sonetos enmascarados»)
Cansado de lidiar con tantos des-
cerebrados vecinos violentos,
el matrimonio Summer buscó vientos
más pacíficos y fue a dar al des-
campado de un puebo de Cornualles
donde toda ka gente parecía...
lo que no era. Pues al cuarto día
ya se veía, en casa o en las calles
de aquel pequeño Wakely, que aquello
no iba bien, y en espiral creciente
de violencia extrema, cual mortaja
cortada antes de tiempo, el antes bello
panorama trocose de repente
en sangriento ritual: Perros de paja.
lunes, 8 de agosto de 2022
LAS COSAS DE NOSTRA
Inversión de la supuesta imagen de Nostra, un tanto camuflado
de rostroy con su atuendo veraniego. La imagen es un retrato
al carboncilloobra de la artista rusa Olga Melamory.
MENSAJE DE NOSTRA MÁS BIEN ENTRECORTADO QUE ESPERO PODER COMPLETAR EN BREVE… Y AQUÍ SE COMPLETA
Al final el mensaje de Nostra el profeta “entró, entró”, como diría Juan José Castillo de las pelotas ajustadas a la línea de Santana, Arilla, Gimeno y otros grandes tenistas de los sesenta. He aquí, completa, la nota del profeta, con su addenda, sin comentarios, y sin correcciones ni censuras (aunque no sé, no sé).
«Derribada la casa de Borbón, la ya exreina Letizia Ortiz Rocasolano emerge al frente de un partido chachi-liberal y presenta su candidatura a la Presidencia de la República, y con un Pablo Iglesias, ya cincuentón y evolucionado hacia querencias centrípetas, como primer ministro in péctore. La operación no triunfa por muy poco, en parte por los celos crepusculares de la autodenominada de origen Ayuso de Suso que, acantonada en los bajos de Palacio de Oriente, reclama para la rebautizada como ‘Comunidaz de Madriz es Libertaz’ un estatuto de independencia “al menos tan extenso como el de los polacos”, dice literalmente, y el reconocimiento del “cheli de Chamberí” como lengua cooficial. La propuesta causa una risa frenética entre las hienas del zoo, pues nadie se la toma en serio, pero agita el panorama…. y pone en marcha otras peripecias que ya se verán. O no».
Hasta ahí la nota principal de Nostra. Pero la curiosa fantasía política (una verdadera ‘postopía’, diría yo) viene acompañada, “a modo de traca final fucsia” (sic), de este añadido:
«El vencedor político de los primeros comicios de la III Re-pública Española Silícica (RES), que ese era el nombre del avatar oficial del país antes llamado Spain en el nuevo Metaverso Terra1, fue el partido (o consorcio) UPI (Unión de Periferias Ibéricas), cuyos padres fundadores habían sido un tal Feijóo, Patxi no sé cuántos, un sobrino de Zaplana y la hija pequeña de Mohammed Ispahán, depositaria de las esencias califales, mientras que su primer candidato era nada menos que un tal Ciudadano Puigdemont. Su principal rival por la derecha era el PEO (Partido de las Esencias Oretanas), liderado por la renombrada Niña Ayuso Km0. Y por la izquierda la coalición VQNV (Vamos Que Nos Vamos), de triliderazgo colegiado Sánchez-Yolanda-Errejón, con su eslogan o lema muy aclamado “Tres para una nación”. Además del ya mencionado partido centrista de Letizia-Iglesias, el quinto grupo en discordia era un aún muy minoritario IA (Independientes Autómatas) que, pese a no estar muy clara su verdadera condición, habían conseguido inscribir su candidatura y ‘perforar’ un número pequeño pero significativo de votos. Así se disponía la otrora gloriosa RES a encarar los tiempos futuros hacia la segunda mitad de la primera centuria del Tercer Milenio…»
Y eso es todo en las notas de Nostra. O “velaílo el desbarre”, que dicen por Eburia.
(LUN, 662 ~ «Las cosas de Nostra»)
domingo, 7 de agosto de 2022
LAS COSAS DE NOSTRA
MENSAJE DE NOSTRA MÁS BIEN ENTRECORTADO QUE ESPERO PODER COMPLETAR EN BREVE…
«Para tu guion de fantarealpolitik», me ha anunciado Nostra en un guasap que concluye con un dedo hacia abajo , supongo que queriendo indicar que a continuación envía ese “algo” que al parecer me vendría bien para un “guion”. Nostra, quizás por su pasado como plumilla y sus tratos remotos con el Gran Tolondretas de la Editora Nacional (véase LUN 934), es muy respetuoso con las normas de la Academia, hasta con aquellas que le suscitan algún desacuerdo, como el conspicuo “solo” que solo cuando no hay posibilidad alguna de no superar el “vicio” de la anfibología y por tanto de no saber a ciencia cierta si alguien o algo está solo o solo está, aunque ello no sea óbice para que también esté solo y en trance por tanto de poder ser confundido con el “solo solo”…, salvo en casos así en los que es imprescindible ponerle la tilde para salir de dudas y asegurar el sentido, ya digo, Nostra me ha dicho que él se atiene a la norma, «aunque sea a costa —precisa— de cometer la descortesía de dejar compuesto y sin tilde al solo más solo de todos los solos y que quizás sólo tenga ese solo énfasis como caído del cielo por toda compañía». Nostra es un verdadero sentimental de la lengua y son estos asuntos sobre lo que le he oído pronunciarse muchas veces al profeta y no sólo cuando habla solo. Sobre lo de la “fantarealpoilitik”, en cambio, no le he escuchado ni una palabra. Así que hasta que no llegue el mensaje anunciado no sabré a qué atenerme… Y pasan los minutos, las horas, hace ya incluso algunos días… y nada. Aunque, a ver, a ver… Me entra un mensaje. Es de él, de Nostra, como siempre precedido del burrillo que tiene como icono del perfil. Transcribo: «Derribada la casa de Borbón, la ya exreina Letizia Ort….». Vaya , qué apagón más inoportuno. Ah no, que estoy sin cobertura. Las islas tienen estas cosas. Mañana regreso al continente y confío en que me entre el resto de la soflama, mensaje… o lo que él sea.
(LUN, 663 ~ «Las cosas de Nostra»)
sábado, 6 de agosto de 2022
«Bullet Train», trepidantemente divertida
(En voz alta). Quizás no sea más que un cómic de brillantes viñetas a cuál más disparatada, o un tour de force desplazado con el Quentin Tarantino de Kill Bill, vols 1 y 2. Bullet Train, la peli de David Leitch protagonizada por Brad Pitt que acaba de estrenarse, es sin duda, aunque esté basada en una novela japonesa de éxito, una mezcla de argumentos de narraciones y pelis de acción de épocas diversas y un tan divertido como ágil (frenético) y desopilante paseo por las convenciones de un género, con el reto asumido de no dar tregua al espectador a través de acciones tan increíbles y ‘ketchupinadamente’ horrorosas como trepidantes, con chistes continuos —algunos buenísimos— que se superponen a distintos niveles y —a mi entender, lo mejor de todo— un guion perfecto urdido a través de pequeñas cápsulas o historietas que funcionan, cada una, con gran eficacia y se conjuntan todas en un puzle bien resuelto y tramado con los ingredientes básicos de cualquier historia: los afectos, la amistad, las pasiones primarias, la venganza, el peso del destino. Los diálogos son tan brillantes en su eficacia dramática y en su humor que dan ganas, a menudo, de sacar la libreta y anotar (habrá que leerse el guion) para no olvidar frases como : «He venido a matarte y tendrás que matarme, como has hecho con todos los que lo han intentado». O la revelación final (la emplearé en un próximo cónclave de palindromistas): «¿Te das cuenta? He aprendido a darle la vuelta a las cosas. ¡Y funciona!». Una peli para pasar un par de horas divertidas viéndola en un gran cine de algún centro de ocio (por fin de nuevo una gran sala llena) y no perder de vista que el verdadero espectáculo, en línea directa con la imaginería volcada a chorros en la gran pantalla, está también alrededor y a la salida y en el noticiero. Ah, y la música: soberbia banda sonora, a ritmo de tren bala (poderosa metáfora, que sigue valiendo su peso en oro, aunque ya estamos también un poco cansados de algunas comparaciones) y la sorpresa, que ya no lo será, de Alejandro Sanz dando el tono musical exacto a una de las escenas más potentes y descerebradas, en el fondo un gran homenaje en clave cutre-gore a la inolvidable boda de El Padrino.
HACERSE EL MUERTO
—!A ver quién se hace mejor el muerto¡ !A ver quién se hace mejor el muerto¡
Las voces le llegaban con claridad, matizadas por el suave oleaje que una brisa de sabor magrebí levantaba en la laguna salada donde tan fácil era suspender el cuerpo en una especie de gravitación que invitaba a una profunda relajación, al sueño incluso.
Eran palabras muy parecidas a las que él había dicho tantas veces de niño, con sus amigos, en los baños fluviales del verano, aunque entonces, debido a la fuerte corriente del río y a sus traicioneros y voraces remolinos, hacerse el muerto tenía, además de una mayor dificultad, ciertos riesgos, hasta el punto de qué era raro el año en que no se contaba alguna víctima.
—¡A ver quién se hace mejor el muerto¡ ¡A ver quién se hace mejor el muerto¡
Las voces siguieron llegando a su oídos durante un buen rato, luego se fueron apagando hasta cesar por completo, y todo alrededor, también dentro, en su mente y en su memoria, quedó en un silencio intenso, largo, profundo… como si sobre la laguna salada hubiera caído una espesa tela que la aislara por completo del resto del mundo o también ella se hubiera sumado al juego y todo acabara tomando el fondo y la forma de un ensayo general de algo desconocido pero que flotaba en el aire como una de esas tormentas de verano que se anuncian, además de por la pesadez de la atmósfera, por el erizamiento de la piel y otros órganos que todos los seres vivos sentimos ante fenómenos que nos resultan inexplicables.
—!A ver quién se hace mejor el muerto! !A ver quién se hace mejor el muerto!
Volvían las voces. No había ya viento y había cesado también el oleaje. La laguna salada parecía un cristal oscuro lleno de surcos granulados. En su memoria, el río de la infancia se estancaba en un lodo denso y maloliente. Por lo demás, todo estaba en su sitio. Salvo alguna cosa.
Y la noche.
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