domingo, 20 de marzo de 2022

OTRO SUEÑO ROTO

Francisco de Goya: El sueño de la razón produce monstruos, 1799.
Grabado de la serie ‘Los Caprichos’.

Estaba en lo mejor de mi sueño de felino, cuando me despertó aquel estruendo de aleteos, un horrísono piar desacordado envuelto entre frenéticos golpeos de garras, picos y membranas agitadas en el aire. Levanté la cabeza y vi que mi amo se había quedado profundamente dormido sobre lo escrito y que, acaso trastornado por lo que ya no podía soportar más, estaba dando rienda suelta a todos sus demonios interiores. Era el caso que la habitación se había llenado de un aire mefítico tan espeso y pestilente que se me volvía del todo imposible seguir dormitando en mi rincón favorito, donde sólo unos pocos logran darse cuenta de que estoy allí y de que, pese a la pastosa confusión, la falta de memoria y, más aún, el olvido, mi asombro vibra.

(LUN, 801 ~ Al pie de Goya)

sábado, 19 de marzo de 2022

Presentación en Sin Tarima

 


EL CORAZÓN DE LA NOCHE

Portada de Ana Juan para el número de marzo de The New Yorker.
Cortesía de SPM.

Cuando se acercaba la siguiente noche, Cherezada sintió que alguien le hacía señas desde el otro lado del Libro. Como el que se levanta en medio de un sueño y anda un rato por la habitación, tal vez consciente de estar rozando los umbrales de otra vida, se plantó ante mí y, mientras deslizaba bajo mi almohada una papel impreso, me dijo: «Quieren que dejemos de fabricar Piedad».

(LUN, 802 ~ Imágenes que dan pie)

viernes, 18 de marzo de 2022

NADA NUEVO

Michael Cheval: Melody of Rain, 2015.

A falta de otra cosa mejor que hacer y por seguir el dictamen de Borges para los días de lluvia, se puso a rebuscar en su baúl de objetos imprecisos, de artefactos varados y frases sueltas un poco de candela, o al menos una imagen que llevarse en procesión. Y, como ya le había ocurrido otras veces, se le fue el santo al suelo y aquí le vemos recogiendo los cachos —“sí, sí, los cachos, chacho”—, con una pizca de avilantez por aquí, un aforismo sin cabeza por allá, algo de eso que no es lo que te quería decir y, ya tú sabes, dejemos los equívocos sin importancia para otro momento…, cosas así que, como todo el mundo acaso no ignora, sin duda no dan para levantar un retablo, pero al viejo de las coplas le pemiten formar un corro de curiosos, ir desgranando los aleluyas con su voz más teatral al ritmo del puntero sabiamente meneado… y, finalmente y sobre todo, pasar la gorra de los óbolos ante la concurrencia. Y, claro, no vas a ser tú el boludo que se quede fuera del ceremonial, así que, ¡dale!, ráscate las musarañas y mira a ver cómo sales de esta lo más airoso posible. Tú verás. No, no estás soñando. Ah, que falta el título. Nada nuevo.

(LUN, 803 ~ De la vida misma)

jueves, 17 de marzo de 2022

LAS HORAS MUERTAS

Mijaíl Vrúbel: Demonio sentado. 1890. Galería Tretiakov, Moscú.
Cortesía de (o, más bien, atraco a) 
César Rodríguez de Sepúlveda.


El diablo me vino a visitar en la colina y, sin otras contemplaciones y con la habitual media sonrisa de los momentos de chanza más que de tentación, me dijo:
—No sé de que os admiráis. A poco que meditéis, esto ya estaba en el guion. Y también vuestra estulticia.
Caí en la cuenta entonces de que, en efecto, de casi todo lo terrible que nos vuelve a ocurrir tenemos tantos signos previos avisadores que, si ya es extraordinario que errores tan previstos vuelvan a producirse, aún lo es más que, al sucederse, nos pasemos luego las horas muertas lamentando sin cesar cómo han sido posibles, en vez de poner en marcha el remedio para evitar tanto la terquedad en la equivocación como la indolencia en la búsqueda de caminos de verdadera y eficaz enmienda, mientras no limitamos a sentirnos condenados a girar presos de la inutilidad recalcitrante de las jeremiadas y del todo incapaces, y una vez tras otra, de poner cerco al vórtice imparable de las muertes inútiles.
(LUN, 803)

miércoles, 16 de marzo de 2022

Visiones en voz alta (2) TwinPeaks

(Visiones en voz alta📺11). Uno de los aspectos en los que la narrativa de las grandes series de televisión claramente iguala al mejor cine, y a veces lo supera, es en su manejo del fragmento. Muchas secuencias de los telefilmes parecen concebidas como clips casi autónomos, válidos por sí mismos, rítmicamente pautados y dialogados de forma tal que se pueda obtener de su visión una historia (anécdota) completa, comprensible. Y todo ello sin perder ni un ápice de su peso en el conjunto de la historia, que avanza así a través de una suma de intensidades cuya perfecta armonización suele ser la nota distintiva de las obras más logradas. Es lo que ocurre en la compleja e impactante Tercera Temporada de Fargo, a la que corresponde esta secuencia, robada de forma muy artesanal y precaria —como puede verse— de su reciente emisión enMovistar.
Atención, spoiler: aunque no lo creo, no está de más avisar de que la secuencia contiene aspectos que pudieran interferir en la percepción de la trama por parte del espectador. Dicho queda.

Visiones en voz alta📺14). Que a David Lynch se le haya ido definitiva y, quizás, maravillosamente la olla es una sospecha que nos asalta cada dos por tres a quienes seguimos, como podemos pero siempre con placer y gotas de estupor, la nueva temporada de «Twin Peaks», ese big bang de la nueva homevisión. De momento, es difícil pronunciarse y mucho más tener una opinión formada y coherente, o resumible, de lo que llevamos visto(en mi caso, 10 capítulos), porque hay demasiadas incógnitas y todas las expectativas —incluida la del fiasco, aunque lleno de perlas frescas y salvajes— están abiertas. Sí puedo manifestar, de nuevo pero nuevo, mi asombro ante la capacidad revulsiva, inquietante, lúdica, lúcida... y otros muchos adjetivos malabares que podría añadir, de este artista visual que, quién lo diría, se nos acaba mostrando como un devoto y aventajado discípulo de Kubrick, un émulo posmoderno y neosurrealista de Hitchcock, un continuador de la veta expresionista del mejor cine experimental y, qué quieren que les diga, un cachondo mental de primer orden. Pura intropía en vena. Algo tengo claro de momento: la nueva temporada de Twin Peaks es un 'suceso' artístico de primera magnitud. Y dará mucho que hablar. Aunque sea como camino hacia un pasmoso silencio. Si pueden, no se la pierdan.


(Visiones en voz alta📺17). El final de la tercera temporada de «Twin Peaks», que parecía más que inalcanzable algo artificiosamente demorado, presumo que no ha dejado satisfecho a nadie. Entre otras cosas, porque no está nada claro que sea el final. Tengo la impresión de que Lynch, que es un viejo zorro plateado de estirpe genuinamente surrealista, se resiste a matar a la gallina de los huecos (sic) de oro. Y aunque en algún momento de esta larguísima, caótica, brillante, espesa, disparatada, vistosa y, en no pocos momentos, genial temporada, hay claros síntomas de agotamiento y un par, al menos, de secuencias con hechuras de telón final (pausa), la última foto fija —la del susurro del secreto— da pie para seguir alimentando el fuego que camina con nosotros siempre que nos invade la duda de quién mató Laura Palmer. ¿Nos vemos en 2052?



A MI LA CALIMA

Fotografía de la NASA de una calima de polvo del Sahara
cubriendo las Islas Canarias, capturada por satélite.


—A Calima, mami, laca.
—Acá calima, Mila, caca.
—A mi la cal, a Mila, lima: la calima.
—Esa calima mil acá sé.
—La calima, como Celia, baile; como Camila, cal.
—¡Ay, a la caca calima mala, mami, la caca cala ya!
(LUN, 805 ~ Palíndromos)