jueves, 23 de septiembre de 2021

LAS COSAS DE NOSTRA (1)

 «EL TIEMPO NO ES INFINITO», DICE EL PROFETA

Eric Marette: Retrato de anciano.

Se había dejado la barba y, aunque había envejecido bastante, lo reconocí. Iba repantigado en el asiento del bus destinado a caballeros mutilados, aunque me parece que falseaba su cojera y acentuaba el bamboleo hasta extremos casi circenses. Se bajó en la parada del Arqueológico y, sin pensarlo, fui tras él y, tras algunas dudas y otras contemplaciones, lo abordé antes de que llegara a las naos de Colón. No me hizo caso porque justo entonces ya había sacado un megáfono del bolsón que colgaba de su hombro y en un abrir y cerrar de ojos estaba iniciando su perorata.
Sobre poco más o menos, esto fue lo que dijo: «Gentecillas, transeúntes, público en general: buenos días, buenas tardes, nuevas noches. Estamos como siempre: a verlas venir. Y es el caso, bien se ve, que por todas partes nos rodean las frases hechas, los tópicos, los lugares comunes; el peso, dicen, de la tradición, aunque sabemos que es más bien la carga insoportable de una traición, un tributo a la vagancia y la pobreza de espíritu; o, si queréis, un pacto con la inercia para no caer en ningún tipo de locura más allá de la habitual… Que levante la mano quien no hubiera suscrito esto en caso de necesidad. Ya veo que se duda, que se entrecruzan las miradas, que tal vez se rebobine o se lea de nuevo (sé bien que esto, tarde o temprano se hará viral, vírico ya lo es), incluso puede que no se entienda bien o que se abra paso la sospecha del fraude, si es que el interés no ha decrecido hasta el abandono. Pero alguna vez tendremos que decirnos la verdad sobre todas estas cosas. Que el tiempo no es infinito, colegas. De hecho hay claros síntomas de que está llegando a su final. Que por algo me llaman Nostra Ramus. ¡Nos ha jodío!…»
Ni que decir tiene que se me quitaron las ganas de decirle nada. Aunque tampoco sabría qué.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

«¡COÑO, El OTOÑO!»

Marquesina publicitaria en una calle de Madrid. Virada al (pelir)rojo.

¿Y qué hace tanta gente en patinete por las calles, eh?

(LUN, 980)

martes, 21 de septiembre de 2021

NO SABE LA MUERTE

Jason Bowyer: Flowers on a Stool, s.f.; s.l.

Escrito su nombre en minúscula y entremezclada con las demás palabras de la antología, nada había en aquella flor que la hiciera distinta a las demás. Y sin embargo...

(LUN, 981)

lunes, 20 de septiembre de 2021

Poveda canta a Borges



Miguel Poveda entre sonetos arde
por los cuatro costados del flamenco:
hondura, luz, compás, pasión. Y el cuenco
de una voz prodigiosa (que Dios guarde).
Una voz donde brillan las heridas
y se incendia la lluvia de la tarde,
mientras amor y muerte, sin alarde,
dirimen sus batallas, sus huidas.
Sonetos y poemas que se quiebran
y van al aire con sus versos sueltos,
como muchachas por la playa, libres.
Palabras sin cadenas que celebran,
en la voz de Poveda, los absueltos
delitos del querer… (¡Para que vibres!)

VIENDO VOLAR LA ROCA INCANDESCENTE

Velázquez: La fragua de Vulcano, 1630. Museo del Prado, Madrid.

«¡A ver, Vulcano! —dicen testigos dignos de crédito que dijo Apolo al llegar a la Fragua—, que no digo yo que haya sido aposta, ni que todo se deba a tu cabreo por el hecho de que Venus te la esté pegando frontalmente con ese pendenciero de Marte… Pero tendrás que poner más atención a la hora de asegurar el reciclado de residuos porque has vuelto a liarla en las Fortunatæ Insulæ, y Júpiter the Boss tiene un cabreo importante con tantos gases, piroclastos, lavas, bombas, cenizas y, sobre todo, lapilli, mucho mucho lapilli…». Dicen también que el divino cojo miraba a su interlocutor y no lograba salir de su asombro. ¿Se sentiría culpable?

(LUN, 982 ~ “Cuadros que dan pie”)

domingo, 19 de septiembre de 2021

TRABAJOS DE AMOR MARRADOS

Alice Neel: Marxist girl (Irene Peslikis), 1972. The MeT, New York.
A Cloris le había tirado los tejos de todos los modos posibles. Siempre me dio largas, pero siempre insistí. Hasta que un día me propinó un corte que fue definitivo, brutal, tajante. «¡Pero tú te has creído que soy el juego de la rana!», me dijo. Y luego, con displicente sorna, como muy suya: «¡Anda ya! ¡Mútate!». Y eso hice. Por el foro.

(LUN, 983 ~ serie Las musas de Macías)

sábado, 18 de septiembre de 2021

Larga via a Gulliver

 


(Resonancias). Muy probablemente (y, puestos a imaginar, sin duda alguna) Gulliver fue el gran héroe literario de mi infancia. Del mismo modo que Gastón Santos y su caballo Rayo de Plata lo fueron en el cine. Aunque lo curioso es que al personaje de Jonathan Swift lo descubrí también en la gran pantalla, si bien creo que fue poco antes de que cayera en mis manos el libro, puede que precedido de una adaptación en tebeo. Habría que revisar las gavetas de la memoria y algunos estantes altos y llenos de polvo de mi biblioteca. En todo caso, el poderoso (y, ojo, tan racional) ejercicio imaginativo de esta novela, su capacidad para analizar el mundo desde perspectivas contrapuestas, verdaderamente supuso un salto gigantesco, pero consecuente y hasta lógico, desde el mundo de los cuentos y la fantasía a la realidad del cuento del mundo y el reino de la imaginación. Larga vida a Lemuel Gulliver.